La visita sirvió para que el gobierno mexicano se diera cuenta que carece de aliados en ambos bandos de la política norteamericana. Los demócratas y los republicanos, por distintas razones, le pidieron a Biden que le exigiera explicaciones del acoso de periodistas o la errática política energética en México. Estos temas no se abordaron en los 31 minutos en el Salón Oval, ni están en la agenda de López Obrador.