Opinión

Commotio Cordis

La semana pasada el mundo del deporte en general y del futbol americano en particular, fue impactado en forma terrible por un paro cardíaco en Damar Hamlin, jugador del equipo de Búfalo, en el encuentro contra Cincinnati. Lo que ocurrió es un evento conocido en medicina como Commotio Cordis y se refiere a una fibrilación ventricular que es inducida por un golpe en el pecho que impacta al ventrículo izquierdo de una forma especial.

El corazón es una bomba que late con ritmo específico para expulsar sangre, alrededor de 70 veces por minuto en reposo. Puede llegar hasta 180 en el ejercicio muy intenso. El ciclo cardíaco tiene dos partes, la diástole, que es cuando el músculo está en reposo y los ventrículos se llenan de sangre y la sístole, cuando se contraen para expulsar la sangre hacia las arterias pulmonar (el derecho) y aorta (el izquierdo). Para que se expulse la sangre, todas las fibras musculares del ventrículo se debe contraer al mismo tiempo, para reducir la cavidad y que la sangre salga hacia las arterias. Para que esto ocurra, el corazón tiene un sistema de generación y conducción de un impulso eléctrico que surge de la aurícula derecha y se conduce de forma tal, que llega a todas las fibras del ventrículo al mismo tiempo y así, se contrae en forma concéntrica.

Cuando ocurre un accidente eléctrico en el corazón se puede producir una fibrilación ventricular, en la que cada fibra muscular late en forma desordenada e independiente de las demás y, en consecuencia, el ventrículo tiembla, pero no se contrae y no se expulsa la sangre. El paciente pierde el estado de conciencia y si no es revertida la fibrilación en los siguientes 3 a 5 minutos, fallece. La causa más frecuente de fibrilación ventricular es el infarto de miocardio, usualmente en personas mayores de 50 años. Las personas que mueren dormidas es justamente por un infarto y fibrilación que ocurrieron durante el sueño.

Un golpe en el pecho en un lugar específico que impacte el ventrículo, con una posición y fuerza determinada y que ocurra en el preciso milisegundo en que el choque pueda generar un accidente eléctrico, resulta en fibrilación ventricular y la muerte. Esto es el Commotio Cordis que le ocurrió al jugador de Búfalo. Dada la serie de coincidencias que tienen que darse para que esto ocurra, es un evento muy poco frecuente.

En una revisión publicada en New England Journal of Medicine en 2010 se muestra el análisis de 224 casos registrados en Estados Unidos durante 15 años. Como la mayoría se asocian con un deporte, ocurre con más frecuencia en niños y adolescentes. De los 224, 26 % tenían menos de 10 años y solo el 9 % fueron mayores de 25. La mayoría son hombres (95 %). En el 80 % la fibrilación fue inmediata al golpe y en 20 % ocurrió uno a tres segundos después. Alrededor del 55 % sucedió durante un deporte de competencia, 25 % en deportes recreacionales y 25 % en otros eventos (v.gr. una patada de un caballo en el pecho). Por mucho, el más frecuente es por un golpe con una pelota de beisbol (45 % de los casos), seguido de softball (12.5 %), Hockey (12 %), futbol americano (11 %), futbol soccer (7 %) y otros. El desenlace usualmente es fatal, porque la única opción es que la víctima sea atendida inmediatamente con maniobras de resucitación cardiovascular y desfibrilación. En el caso de Hamlin las maniobras fueron satisfactorias, ya que salió de la fibrilación y días más tarde despertó. Trascendió en redes sociales que mediante escritura preguntó si habían ganado el juego. Los doctores le contestaron: si, Damar, tú ganaste…….ganaste el juego de la vida!

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM