Opinión

Debanhi

Convengamos en que la muerte (reclasificada como feminicidio) de Debanhi Escobar Bazaldúa, ha causado indignación en la opinión pública nacional. Se trata de un delito que podría sufrir cualquier joven de 18 años en nuestro país: Debanhi fue a una fiesta con unas amigas, decidió quedarse más tiempo, pidió un taxi, el chofer la empezó a acosar, ella decidió bajarse, la última vez que se le vio con vida fue enfrente del Motel Nueva Castilla, en Escobedo, Nuevo León. La violencia de género, desgraciadamente, se ha esparcido de manera incontenible en México: cada día son asesinadas 10 mujeres, en tanto que 9 mujeres desaparecen.

Foto: Especial

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La estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), desapareció el 9 de abril; su cuerpo fue encontrado sin vida en la cisterna del Motel Nueva Castilla, trece días después. Lo que levanta sospechas es que ese lugar ya había sido inspeccionado; no se encontró nada. Por eso, su padre ha dicho: “La Fiscalía quiere mentir en un comunicado diciendo que murió de un hematoma, un golpe en la cabeza, y es mentira, es mentira total.” (Efe-minista, 26/04/2022).

Tanto en el homenaje que se le rindió en el campus de la UANL, como en la manifestación que se hizo frente al Motel, los padres de Debanhi, Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, exigieron justicia para su hija. Este asesinato puso al descubierto el caos imperante en Nuevo León en materia de persecución del delito: no hay coordinación entre las diferentes instituciones encargadas de esta área; el gobernador Samuel García (junto con su esposa Mariana Rodríguez) se ha dedicado a hacer spots más que ha darle dirección y organizar la administración pública estatal. Aquello es un margallate.

Los neoleoneses están enojados con sus autoridades por la negligencia e incompetencia que han mostrado con el alza de la violencia. Por ello piden la renuncia del Fiscal General de Justicia del Estado, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, y del Secretario de Seguridad, Aldo Fasci Zuazua.

La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT), integrada por 84 organizaciones de 23 estados de la república, se sumó a la exigencia de justicia para Debanhi. Esa Red: “Exhortó a las autoridades del estado y a las instancias federales para que cumplan ‘con el derecho a la verdad y a la justicia, pues durante este proceso se han evidenciado de nueva cuenta omisiones, falta de acceso a la información y deficiencias técnicas del personal policial en las búsquedas de mujeres desaparecidas’.

“El caso de Debanhi expone nuevamente que en México existe un sistema de justicia obsoleto, que no garantiza una atención adecuada ni con perspectiva de género.” (La Jornada, 26/04/2022)

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios (OCNF), Nuevo León ocupa el tercer lugar en feminicidios a nivel nacional, con 23 mujeres asesinadas en tan solo dos meses. Lo prioritario es que el gobierno estatal deje de tomar a la política como reality show. Si Samuel García no tiene la capacidad, mejor que se vayan, junto con su esposa Mariana, a seguir haciendo teatro a otra parte.

La Red TDT, también hizo un llamado al gobierno federal para que “deje de invisibilizar y negar la gravedad de los recientes casos, y atienda de manera urgente la crisis de violencia feminicida hacia las mujeres en el país”. Esto, puntualizó, “por su declaración durante la conferencia mañanera del 22 de abril de 2022, en donde afirma que la entidad no está dentro de los focos rojos y que ‘la Fiscalía del Estado de Nuevo León no pidió el apoyo del gobierno federal en el caso de la joven desaparecida’.” (Idem.)

TDT, también pidió que se agilizaran las investigaciones tanto del caso de Debanhi como los de otras víctimas. Es imperativo erradicar la impunidad; que se apliquen los protocolos para la atención a mujeres vulnerables y víctimas de la violencia de género, en particular aquellos delitos relacionados con la desaparición, feminicidio, acoso sexual y otros que vulneran de manera particular a las mujeres.

Pero bien sabemos que, el presidente Andrés Manuel López Obrador, su gobierno y su partido Morena andan distraídos en otras cosas: están enfurecidos contra los diputados que frenaron su iniciativa de reforma eléctrica, al grado de llamarlos “traidores a la patria”. Incluso, Mario Delgado, presidente de Morena, Citlalli Hernández, senadora e Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, andan organizando mítines y poniendo fotos, por todos lados, de los legisladores de oposición para “fusilarlos.”

Bien decía Herbert Spencer en su libro The Man versus the State (Indianápolis, Liberty Fund, 1982, p. 146): en realidad, el Estado no sólo no protege a las personas, sino que, además, las agrede.

La inseguridad ha cundido: las mujeres ya no pueden salir a divertirse sin sentir miedo. Un caso, en especial, que también indignó a la Ciudad de México fue el de Sofía Morales, quien el 8 de abril acudió, junto con unas amigas, a una fiesta en un bar de la colonia Doctores, para celebrar su graduación de la prepa 4 de la UNAM. Estaban bebiendo tequila cuando unos individuos y una mujer se les acercaron; al poco tiempo Sofía y otra amiga se desvanecieron. Llegaron los servicios médicos; Sofía ya no presentaba signos vitales. El caso fue reclasificado de homicidio culposo a feminicidio.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) detuvo a un hombre identificado como Mauro “N” quien presuntamente fue quien ofreció una bebida a Sofía. Esa bebida contenía cocaína.

Bien por la autoridad capitalina en este caso; pero pensemos cuántas mujeres en estos momentos están sufriendo violencia intrafamiliar, están siendo violadas, están secuestradas o están sometidas a esclavitud sexual.