Opinión

La desesperación de Xóchitl Gálvez

«El hábito de la desesperación es peor que la desesperación misma.»

Albert Camus

Si bien es cierto que en esta campaña electoral México enfrenta una disyuntiva de dos proyectos de nación, también observamos que Xóchitl Gálvez, al notar que no levanta en las encuestas, quiere convencer a los votantes de que programas exitosos de la administración federal tendrían, en el hipotético caso de ganar en las urnas, una continuidad.

Así vemos que al no bastarle su palabra para convencer a los votantes se extrae de los dedos sangre para estampar con la misma compromisos supuestos que no podrán llegar a buen término.

La candidata opositora Xóchitl Gálvez

La candidata opositora Xóchitl Gálvez

EFE

La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, que apoyan los partidos PRI, PAN y PRD desde antes y durante su campaña, ha respaldado los programas, proyectos, obras y acciones promovidos por los gobiernos de la Cuarta Transformación. Resulta irrisorio que la abanderada de la oposición sea una férrea defensora de las pensiones para adultos mayores que creó Andrés Manuel López Obrador en el 2001, cuando era jefe de gobierno del D. F. Fueron Morena y sus aliados quienes garantizaron que la Pensión para el Bienestar se convirtiera en un derecho constitucional. Entre 2018 y 2024 este apoyo ha tenido un incremento del 471%, pasando de mil 160 pesos bimestrales a 6 mil pesos cada dos meses, mientras que durante los gobiernos de derecha tuvo aumentos mínimos. Que la derecha defienda propuestas de izquierda es síntoma de la desesperación que sufren al no tener la acogida que esperarían en sus campañas y giras a lo largo del país. ¿Qué clase de oposición defiende las acciones de un gobierno al cual se opone?

Históricamente los conservadores han estado en contra de ayudar a los más desfavorecidos y de generar acciones que permitan acotar las desigualdades. El propio Vicente Fox ha declarado que las personas que reciben algún programa social son flojos y los exhortó a ponerse a trabajar. Por ello, resulta asombroso que la propia Xóchitl que trabajó con Fox firmara con sangre el compromiso de no eliminar los programas sociales en el primer evento de su campaña. Al hacer esto Gálvez reconoció que su palabra no es suficiente para convencer. Qué lejos estamos de aquellos líderes que exclamaban ¡Por tu voto, mi palabra!

Ha pasado un mes desde que iniciaron las campañas de las candidatas a la presidencia de México y no existe alguna encuesta seria de que no ponga en primer lugar a la doctora Claudia Sheinbaum, quien le saca una ventaja de dos dígitos a su adversaria. Durante este tiempo los votantes han sido testigos de cómo la derecha ha intentado camuflarse, diciendo que a ellos también les interesa disminuir la pobreza en México, que mantendrán en funcionamiento el Tren Maya, el Tren Transístmico, el AIFA y la Refinería de Dos Bocas. Son incapaces de generar propuestas auténticas que atraigan al electorado, y ante esto en su desesperación, han recurrido a la mentira, diciendo que defenderán lo que siempre han atacado e intentado destruir.

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Xóchitl Gálvez seguirá naufragando en estos dos meses que quedan de campaña. Continuará repitiendo propuestas de los gobiernos de izquierda y será incapaz de mantener siquiera el respaldo de los dirigentes de los partidos que la postularon a la presidencia y que la han abandonado.

El próximo 2 de junio, los mexicanos darán su veredicto respecto al proyecto de nación que quieren. No tengo duda de que elegirán a la doctora Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, porque entre otras cosas es alguien que trabajará para acotar las desigualdades, que dará prioridad a los menos favorecidos y que continuará con una política que nos lleve al bienestar social.