Opinión

¿Hicimos mucho más con mucho menos?

La ciencia es una disciplina que tiene como finalidad generar conocimiento y, por lo tanto, la inversión en ciencia se justifica por sí solo, si esto sucede. Sin embargo, es obvio que otra justificación es que el conocimiento generado es la base para el desarrollo de productos y tecnologías para el bien del ser humano. Pero ¿qué pasa cuando se invierte en un desarrollo científico que ni es original, ni resulta en algo útil? ¿Qué pensamos de que se inviertan grandes cantidades de recursos en proyectos que no generan conocimiento y cuyo producto no ve la luz, cuando se necesita o de plano, no la ve? Esto está mal. Cualquiera diría que esto es tirar el dinero a la basura y tiene razón.

El 3 de mayo de 2023 se presumió con bombo y platillo que ya se tenía lista la vacuna Patria y el slogan de su presentación en la mañanera fue: “Haciendo mucho más con mucho menos”. Este slogan se refiere a que mientras las vacunas anti-COVID de Moderna y Pfizer costaron entre 16 y 19 mil millones de pesos, la Patria solamente 973 millones. Esto haría pensar que en efecto fuimos muy eficientes y le ahorramos al pueblo de México mucho dinero. ¿Será?

Veamos el punto de vista de generar conocimiento. El desarrollo de las vacunas de RNAm de Moderna y Pfizer generaron en parte el conocimiento científico tan relevante que llevó, hace apenas unos días, a Katalin Karikó y a Drew Weissman a Estocolmo, para recibir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología. Se han generado miles de artículos gracias a este desarrollo. La vacuna Patria no ha generado conocimiento. Se ha publicado un solo artículo que muestra lo que ya sabemos, que inyectar una vacuna es seguro y genera anticuerpos (lo que llamamos mee too science).

¿Cuál es la incidencia social de una investigación de ciencia básica?, es algo que muchos científicos deben contestar en la actual convocatoria.

¿Cuál es la incidencia social de una investigación de ciencia básica?, es algo que muchos científicos deben contestar en la actual convocatoria.

UNAM

Veamos el punto de vista de beneficio a la humanidad. De las vacunas Moderna y Pfizer se han aplicado miles de millones de dosis que fueron fundamentales para detener la pandemia que estaba matando a millones de personas y fueron desarrolladas tan rápido que, alrededor de las fechas decembrinas del 2020, ya se habían iniciado las campañas de vacunación. En México hay más de 88 millones de habitantes que han sido inmunizados contra COVID con las vacunas caras. No hay ninguno inmunizado con la vacuna barata. Además, desde el 20 de diciembre pasado ya está disponible la vacuna de Pfizer en las farmacias mexicanas y pronto la de Moderna también. La Patria todavía no está disponible, ni se tiene fecha.

Veamos el punto de vista del gasto real. Si consideramos que la inversión tendría como finalidad vacunar a la gente y detener la terrible mortalidad que vivimos, entonces, por un lado, los 973 millones de pesos que se dijo fue el costo de la vacuna Patria, no han servido para nada y a este gasto inútil, hay que agregar, por supuesto, los cientos de millones de pesos que se gastó el gobierno en las vacunas Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Sputnik, Cansino, etc., para vacunar a más de 88 millones de mexicanos, entre tres o cuatro veces a cada uno.

Del 20 de diciembre a la fecha se han aplicado miles de dosis en farmacias mexicanas de las vacunas que han demostrado ser útiles y que ya incluyen la secuencia de las versiones más recientes del SARS-CoV-2, como Ómicron, mientras que, la Patria aún no está disponible, no ha mostrado ser útil y se hizo con la secuencia de un virus que ya no existe. ¿De verdad hicimos mucho más con mucho menos?

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM