Opinión

El mal desempeño de México durante la pandemia

Como comenté en el editorial de la semana pasada, el reporte de la Comisión Lancet-COVID que fue publicado el 15 de septiembre es muy extenso y puede llevar semanas revisarlo y entenderlo. En esta ocasión me referiré a una tabla del reporte. Esta tabla muestra el efecto de la pandemia sobre la economía y las muertes estimadas en diversas regiones y países del mundo, de acuerdo con los datos obtenidos del World Economic Output (Perspectiva Económica Mundial) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2019 a 2022 y del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de Seattle, Washington.

En la tabla se muestra cuál fue la perspectiva de crecimiento que hizo en su momento el FMI por región del mundo y por país para el período 2019 a 2022. En la siguiente columna, el crecimiento observado en el mismo período y en la tercera, la diferencia entre el esperado y el observado. Obviamente, en todas las regiones y países el crecimiento observado fue menor al proyectado. El crecimiento que se predijo para el mundo entero fue de 3.5 %, pero el observado fue de 2.0 %, con una diferencia de -1.5 %. En los Estados Unidos y en Europa se predijo un crecimiento de 1.8 %, pero el observado fue de 1.9% y 0.3%, respectivamente. O sea que, a pesar de la pandemia y lo mal que les fue en ese aspecto a los Estados Unidos, lograron crecer 0.1% por arriba del esperado. Europa en cambio, solo creció un 0.3 %, para una diferencia negativa de -1.5%. Algo similar le pasó a la Gran Bretaña.

América Latina tenía proyectado crecer 2.0 % y lo hizo en 1.5%, es decir, una diferencia de -0.5%. En el análisis por países, sin embargo, los dos que tuvieron el peor desarrollo fueron México y Rusia. En nuestro caso la proyección para el período era crecer 1.8 %, pero se observó un decremento de -0.6%, para una diferencia negativa de -2.4 %. En Rusia se proyectaba crecer en 2.0 %, pero hubo decremento de -2.3 %, para un resultado final de -4.3 %. La tabla muestra que durante la pandemia casi todos los países crecieron. Menos de lo que se esperaba, pero crecieron. En nuestro caso no solo no crecimos nada, sino que además tuvimos un retroceso.

La cuarta y última columna en la tabla muestra la mortalidad acumulada estimada por millón de habitantes en cada país al 31 de mayo de 2022. Se utiliza la mortalidad estimada con base en el exceso de mortalidad, ya que la declarada por COVID como tal no es comparable entre países, porque depende de que tantas pruebas se hacían para detectar la enfermedad. Resulta que en esta variable también fuimos vergonzosamente el país que peor la hizo. La mortalidad promedio por millón de habitantes, por región, fue de 3,995 en América Latina, 4,289 en Europa, 3,823 en Estados Unidos y de 2,228 para todo el mundo. Sin embargo, por países, el de mayor mortalidad fue México con 5,723. Le sigue Rusia con 5,360, Italia con 4,891, Estados Unidos con 3,823, Brasil 3,648 y Alemania con 2,749, por mencionar a los cinco que le siguieron. Los menores fueron China, Taiwán, Nueva Zelanda y Corea con 15, 165, 200 y 500, respectivamente.

El veintiuno por ciento reportó confusión, y la hipertensión fue la condición médica más común reportada por los participantes además de su batalla contra COVID-19.

El veintiuno por ciento reportó confusión, y la hipertensión fue la condición médica más común reportada por los participantes además de su batalla contra COVID-19.

De acuerdo con este análisis basado en datos del FMI y del IHME de todo el mundo, somos el país con la mayor mortalidad por COVID y ocupamos el segundo lugar en términos del decremento observado en la economía, en comparación con el proyectado, solo superados en este rubro por Rusia.