Opinión
México se baja los pantalones ante Irán
Fran Ruiz

México se baja los pantalones ante Irán

La política exterior de México acaba de escribir uno de sus capítulos recientes más vergonzosos con su negativa a votar este miércoles a favor de la expulsión de Irán de la Comisión de la ONU para la Condición Social y Jurídica de la Mujer, al que asombrosamente seguía perteneciendo la república islámica, pese al estallido de la rebelión popular por el asesinato de Mahsa Amini por llevar mal puesto el velo islámico.

La votación de los 54 países del comité creado para defender y empoderar a las mujeres concluyó con 29 sufragios a favor, 8 en contra y 16 abstenciones. En consecuencia, el régimen de los ayatolás —campeón mundial en ejecución de mujeres— no podrá seguir “defendiendo” a las mujeres en dicho comité de la ONU, donde tenía mandato hasta 2026.

Pero la noticia no es que Irán haya sido expulsado, sino que 24 países —con su negativa o su abstención— hayan tenido la poca vergüenza de intentar que la teocracia terrorista iraní siga en dicho comité, mientras sigue encarcelando, torturando y asesinando a mujeres, simplemente porque los clérigos las consideran moralmente inferiores.

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EFE

Se entiende que Rusia, China o Nicaragua hayan votado contra la expulsión de Irán y hayan criticado duramente su expulsión —a fin de cuentas también son estados terroristas, que encarcelan y torturan a los disidentes—, pero que México haya decidido abstenerse, desvinculándose del resto de las naciones latinoamericanas dentro del comité que votaron a favor de la expulsión, como Guatemala y Panamá, e incluso las cuatro gobernadas por la izquierda —Argentina, Chile, Colombia y Perú— demuestra la bajeza y la miopía diplomática del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, además de confirmar la acusada misoginia del líder morenista.

En vez de dedicar toda su energía a sacar a México del primer puesto de la lista negra de países donde más periodistas son asesinados impunemente (conocida el mismo día de la votación en la ONU), el presidente dedicó su tiempo a instruir al embajador ante Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, para dejar al país en ridículo.

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Y si la abstención de México es en sí un escándalo, la justificación es un insulto a la inteligencia.

Según la cancillería, la decisión de México se debe a que considera que la retirada de Irán de dicho foro multilateral “no contribuye al diálogo ni a la cooperación internacional'', y “en este caso concreto a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”. 

Pero, ¿alguien mínimamente pensante cree que la presencia de Irán en ese comité ha servido para proteger a las mujeres de la brutalidad de la policía moral iraní? ¿Cree la diplomacia mexicana que las mujeres iraníes van a agradecer la abstención? ¿De verdad alguien sensato como De la Fuente opina que lo mejor ha sido lavarse las manos en el caso de la tragedia de las mujeres iraníes?

Hablemos claro: AMLO es un injerencista nato. La diferencia es que cuando el “verdugo” es un aliado del bando antiimperialista se muestra en exceso suave —como cuando propuso un plan de paz para Ucrania, que en la práctica era una claudicación de Kiev ante los rusos— y cuando la “víctima” es uno de los suyos, como el destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, descarga toda su furia.

Esta es la hipocresía de la 4T en política exterior.