Opinión

Tratamiento farmacológico para la obesidad

El sobrepeso y obesidad es un problema mundial que va creciendo en forma alarmante. En nuestro país ha permeado prácticamente en toda la población adulta. De acuerdo con los resultados recientemente de la encuesta nacional de salud 2022 (ENSANUT), por parte del Instituto Nacional de Salud Pública, el 75 % de los adultos en nuestro país tiene sobre peso u obesidad y si se agrega el dato de adiposidad abdominal, esto sube al 80 %. Ocho de cada 10 adultos tiene este problema. Basta con ver pasar gente en el parque, la playa o en un centro comercial para constatarlo. Un porcentaje alto de esta población tiene asociado diabetes mellitus, hipertensión arterial o dislipidemia que, junto con la obesidad misma, representan factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular.

Obesidad.

Obesidad.

Especial

La obesidad se ha incrementado por diversos factores que tienen que ver con la vida moderna. La dieta de hoy está constituida en muchos hogares por alimentos ultraprocesados. El consumo de bebidas hechas con base de jarabe de maíz ha aumentado en forma considerable. La actividad física se ha reducido. Antes la gente se entretenía más con deportes al aire libre, días de campo o actividades diversas que requerían esfuerzo físico. Hoy, el entretenimiento más utilizado por los adultos es la televisión y hacia el futuro viene la realidad virtual y la invención de robots que nos van a hacer todavía más sedentarios. Se han intentado campañas para tratar de que la gente consuma menos calorías y haga ejercicio y se han subido los impuestos a los refrescos azucarados, con resultados marginales o dudosos.

Llegó el momento de dejar de ver a la obesidad únicamente como un fenómeno social y pasar a verla como una enfermedad, que la padece un alto porcentaje de la población y que seguramente obedece a diversas causas. Vista como enfermedad, entonces un remedio son los tratamientos quirúrgicos o médicos. Los primeros ya se llevan a cabo con un éxito razonable, pero no para todos. Justamente, porque la obesidad debe tener diversas causas, en unos pacientes la cirugía bariátrica resuelve el problema, pero otros no.

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En el terreno farmacológico hay buenas noticias en el horizonte. Se han desarrollado medicamentos agonistas de un péptido parecido al glucagón, GLP-1, que estimulan el metabolismo intermedio y la pérdida de grasa. La liraglutida y la semaglutida han demostrado su utilidad y están en este momento en ensayos clínicos de fase 3. En esta semana, el New England Journal of Medicine publica dos artículos de estudios fase 2 con medicamentos parecidos, pero de nueva generación: el retatrutide y el orfolgripon. El primero se administró de manera subcutánea, una vez por semana, en individuos con obesidad (IMC >30) y a las 48 semanas, con dosis de 12 mg, se obtuvo reducción del 15 % del peso en el 83 % de los que la recibieron, contra el 2 % de los del grupo placebo. Lo mejor es que el estudio no incluía ninguna restricción dietética. Los resultados con el otro medicamento en un estudio similar fueron igual de prometedores.

Estamos en el principio de la era del tratamiento farmacológico de la obesidad. Desafortunadamente, como sucede usualmente con los medicamentos nuevos bajo patentes vigentes, probablemente sean caros. Sin embargo, dada la cantidad de potenciales consumidores, quizá los precios puedan bajar, al existir un mercado extenso que permita reducir los precios por ganancia de volumen.

La obesidad es un problema complejo que requiere de investigación y recursos para desarrollar soluciones reales. La farmacología puede ser uno de ellos.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM