Opinión

El tren que no es el tren

El cristalazo 

El pasado día seis, a un mes de distancia de los regalos de los Reyes Magos en el zapatito de la ingenuidad infantil, y 18 días antes de Santa Claus, el gobierno de la república nos entregó el aguinaldo de un trenecito de juguetería

El presidente de la República, acompañado de su esposa, su séquito y la favorita en la Corte, entre otras personas, recorrió un tramo nunca descrito del sistema ferroviario con el cual se conectará (a casi una hora de distancia; entre puentes, pasos elevados y demás obras de ingeniería), la ciudad de México con Tecámac donde su ubica el aeropuerto Felipe Ángeles ahora en construcción acelerada.

La mala calidad del video del recorrido, capturado de modo poco profesional porque Comunicación Social de la Presidencia delegó el asunto en el subsecretario de Infraestructura de la SCT, Jorge Nuño Lara, quien produjo un material con la calidad de una familia de vacaciones en Papantla, indujo a la suspicacia, porque el paisaje en construcción de pronto desaparecía tras una ventana toda blanca como describe José Saramago la ceguera. Una lechosa manta sobre los ojos.

Total, si durante años se dudó de la veracidad de las imágenes lunares del Apolo XI y se ha dicho cosa y media de la historia sideral aquella, cómo no se iba a dudar de los hechos ocurridos en los salitrosos terrenos de Tecámac, Tultitlán, Tultepec, Coacalco y Tonanitla.

Pero hasta ahora no se había presentado una explicación tan extensa como la del gobernador Alfredo del Mazo, quien hizo el recorrido sentado junto a la favorita del Palacio, la “delfina”, Claudia Sheinbaum, a quien por favor no confundamos con la otra Delfina, la “precisamente” secretaria de Educación Pública, quien aspira a suceder al actual gobernador contra quien ya compitió una vez por el dorado sillón de los “atlacomulquenses”, hoy bastante venidos a menos, por cierto.

El gobernador, quien invitó ayer a desayunar a integrantes de los medios de comunicación, expuso al final del jugo de mandarina, cómo fue su aventura en el tren que sì era tren, pero que no será el tren.

Así dijo:

“…Que por cierto, si era tren. Y si era de a deveras el tren y no era ningún simulador, y si eran las vías del tren en las que iba. Pues ahí estábamos acompañando el recorrido; también era la ventana, lo que pasaba en la ventana era cierto, nada más que el que estaba tomando el video que además era(es) el subsecretario de infraestructura de la SCT, pues seguramente le entró el sol por la ventana y le quemó la imagen, pero sí era cierto; hubiera estado complicado que no fuera así y lo digo porque me han llegado a preguntar a mí, incluso, algunas gentes cercanas, ¡oye!, porque te subiste ahí, y no me creen y me decían, no.

“Pues ¿cómo me subí?, porque era cierto, tú por ser respetuoso no quieres decir que no, y claro, no es así. Si era cierto, claro que no era el tren que va a ser, era un tren de Ferromex que se utiliza para recorrer las vías, entonces tiene en la parte de enfrente un vidrio para ver todo completo; unos asientos la verdad muy amplios, incluso dos mesas de juntas, entonces íbamos en ese que se usa para recorrer las vías.

“No quiere decir que ese va a ser el tren que va a estar ahí funcionando, pero bueno si era un tren y si eran las vías del tren que se está llevando a cabo”.

- ¿Entendido?

Como dijo Bartlett, chu,chu,chu…

Ahora solo queda explicar cómo se van a conectar las vías cuyo trazado deberá afectar terrenos ya ocupados durante años por vecinos, cuyo asiento causará problemas en el futuro, porque si el tren panorámico era de Ferromex, las vías son de Ferrovalle y CAF, una empresa española.

Foto: Especial

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