Los mexicanos que dejamos el suelo patrio, la tierra bendita que nos vio nacer, cargamos en nuestro equipaje con una nostalgia que estará siempre presente. Desde los deportistas de alto rendimiento que son llevados a competir en otros países, hasta los exitosos trabajadores jornaleros en california, sienten que México los acompaña dentro.

Y esto es aún más cierto cuanto más nos alejamos del terruño, así que lejanos países como Chile, Argentina u otros en el cono sur del Continente Americano. Así, lejos, escuchar un mariachi permite que este sentimiento aflore. No por nada dejó de ser una música regional para ser parte de la identidad de todo mexicano… Y aún más, porque está echando raíces en países como los enunciados previamente.

El mariachi León Imperial de Chile, por ejemplo, es una de las formaciones en el extranjero con mayor solidez, lo que le ha permitido una continuidad nada menos que de tres lustros.

La presencia mexicana se hace patente en el cono sur y enriquece a los que reciben y acogen a los inmigrados. Los chilenos tienen conocimiento de la música mexicana, no les resulta desconocida y mucho menos ahora, en la era de la globalización y el streaming, que hace más accesible la música de cada rincón del planeta.

Pero los chilenos también saben que el mariachi es alegría y tiene una incomparable capacidad para que una celebración o festejo se torne inolvidable. Muy en especial, en Chile se está recurriendo a la contratación de grupos completos de mariachis para amenizar festejos de bodas o cumpleaños. Lo mismo que reconciliaciones o declaratorias amorosas.

Lucidores por su atuendo y vibrantes por la conjunción de guitarras, trompetas y violines, la alegría está garantizada también en reuniones institucionales de empresas y aniversarios de negocios. En cualquier ocasión de festejo, los chilenos saben que el mariachi debe aparecer.

Esta de la música de mariachi le ha permitido trascender fronteras y lograr algo que resulta muy significativo: formar parte de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sancionada por la UNESCO, lo que le permitirá difundirse aún más.

“México Lindo y Querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”, reza una de las canciones que inmortalizó Jorge Negrete y que expresan con toda claridad ese arraigo a la tierra.

La música de mariachi ha anidado tan profundo en Chile que muchos chilenos entenderán perfectamente lo que siente un mexicano con estas estrofas. Por ello, en sus momentos más apreciados, aquellos que lo ameritan, querrá escuchar a un buen mariachi.