
Fundación Vinte es la primera fundación empresarial en México y América Latina que procura el tejido social a partir de un modelo de gestión basado en la colaboración con aliados que patrocinan o apoyan proyectos de desarrollo humano, salud y bienestar; impacto ambiental y rescate de espacios públicos, afirma su presidente Carlos Cadena Ortíz.
Las fundaciones empresariales en México son relativamente nuevas. Según un reporte del Centro de Investigación y Estudios sobre la Sociedad Civil (CIESC), la mayoría de estas se crearon en después de 1991 ante una creciente conciencia sobre la importancia de las empresas para solucionar los principales desafíos que enfrenta la sociedad y la responsabilidad que éstas comparten con el Estado y la comunidad. Actualmente éstas integran al llamado “sector 2½”, que articula la esfera de los negocios con la solidaridad y representa “un pequeño, pero muy influyente grupo por sus aportes para el país”.
Es en ese contexto en el que, en 2020, surge Fundación Vinte, la Asociación Civil creada por Grupo Vinte para amplificar su propósito de impacto en la reconstrucción del tejido social y la construcción de comunidad, convirtiéndose en “la primera fundación empresarial en México y América Latina que, a través de alianzas, articula un ecosistema para desarrollar a las personas e integrarlas al espacio público en comunidad”, afirma Carlos Cadena.
“Grupo Vinte nació hace 22 años como una desarrolladora de vivienda sustentable con un propósito muy claro”, narra el presidente de la Fundación Vinte, “aspirar a que todos tengamos una vida como debería ser la vida, donde las personas se interesen el uno por el otro y por el medio ambiente, desarrollando su máximo potencial. Pero hace 5 años decidimos trascender las fronteras de nuestros conjuntos habitacionales para llevar ese propósito a la sociedad en general. Fue así como creamos la Fundación Vinte con un modelo de integración comunitaria congruente con este propósito”, narra Carlos Cadena Ortíz.
Si construir comunidad es sinónimo de colaboración y acción colectiva, la operación de la Fundación Vinte debía basarse en gestión de alianzas con gobierno, sociedad y otras fundaciones empresariales y de la sociedad civil, a través de un modelo relacionamiento y coinversión en el que cada aliado entrega acciones en línea con su propuesta de valor en 4 áreas de intervención: rescate de espacios públicos, actividades ambientales, de salud y bienestar; y formación humana.
“Desarrollamos una metodología para realizar diagnósticos situacionales de la población vulnerable y a partir de ellos, desarrollar planes de impacto social a los que, dependiendo del proyecto, se pueden sumar los aliados a través de dos formatos: donaciones en especie, que hoy constituyen el 96% de los recursos; y/o patrocinios”, explica Carlos Alberto Cadena Ortíz de Montellano, socio fundador de Grupo Vinte y Presidente de la Fundación Vinte.
Actualmente, son 56 aliados que, directamente o a través de sus Fundaciones trabajan en alguno de los 29 programas activos de Fundación Vinte, y, gracias a quienes, en junio de 2025, se logró impactar a 100,000 personas en comunidades de alta marginación en 13 estados de la República Mexicana: Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro, Nuevo León, Quintana Roo, Baja California, Ciudad de México, Morelos, Coahuila, Guanajuato, Jalisco y Veracruz.
“El Gobierno, por ejemplo, hace posible los permisos o la donación de los espacios que rescatamos, como los predios para habilitar campos deportivos en comunidades como Progreso, El Pedregal y San José Acoculco, en Hidalgo”, afirma Carlos Alberto Cadena. “Mientras que las fundaciones aliadas donan materiales como pintura, en el caso de Berel o The Home Depot; espacios, como Save The Children con la que abrimos una Ludoteca en Playa del Carmen; o prevención y detección de enfermedades a través de estudios de laboratorios gratuitos como los que ofrece Salud Digna a través de Fundación Vinte”.

Carlos Cadena con la Fundación Vinte: Transparencia y resultados, pilar para construir alianzas
Que fundaciones internacionales como Save The Children, u otras empresariales como Dondé, Grupo Salinas, Grupo Andrade, Orlegi Sports, Salud Digna, Proyecto Duq, Capitanes, Berel, The Home Depot o Tecnológico de Monterrey, por mencionar algunas, se sumen, “no solamente depende de la capacidad que hemos demostrado para ayudar a los aliados a cumplir con sus objetivos de responsabilidad social, de voluntariado o de medición de impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en gran medida es por la transparencia con la que nos manejamos”, afirma Carlos Cadena.
“Reconstruir el tejido social requiere confianza, misma que construimos con nuestros aliados desde el momento en el que administrativamente nos ligamos con toda transparencia, la misma que ofrecemos al entregar un menú de proyectos claros, reportes antes, durante y después de concluido el proyecto; y evidentemente el manejo de los recursos”, comenta el presidente de Fundación Vinte.
Esa confianza, validada por certificaciones nacionales e internacionales como la del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI); el de Accesibilidad Institucionalidad y Transparencia (AIT); Corporativa de Fundaciones (FORTA); y Octubre Urbano, le han permitido a Fundación Vinte crecer 100% en el último año.
“En nuestro caso”, señala Juan Alberto Roldán, Subdirector de Alianzas Estratégicas en Save the Children, “aliarnos con Fundación Vinte contribuye al logro de nuestros objetivos en materia de voluntariado corporativo, pero también fortaleció nuestra presencia en Quintana Roo con una Ludoteca y estamos beneficiando a niñas y niños que puedan mejorar sus conocimientos en derechos y deberes en la sociedad; además de brindar a través de este espacio, oportunidades para fortalecer sus habilidades socioemocionales y su salud mental”.
Además de la transparencia, Fundación Vinte tiene una propuesta de valor que suma a sus aliados: su conocimiento sobre la construcción de comunidad y capacidad de acercar a los aliados a la sociedad; su habilidad de gestión con los gobiernos municipales para articular proyectos de alto impacto como el rescate de un espacio público; su presencia en 13 estados de México; su metodología de análisis, intervención, medición de impacto y articulación con los líderes de las comunidades; así como su conocimiento e impacto propio en 8 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU:
- ODS1 Fin de la pobreza
- ODS3 Salud y bienestar
- ODS5 Igualdad de género
- ODS4 Educación de calidad
- ODS11 Ciudades y comunidades sostenibles
- ODS15 Vida de ecosistemas terrestres
- ODS16 Paz, justicia e instituciones sólidas
- ODS17 Alianzas para lograr los objetivos
En la experiencia de Orlegi Sports, realizaron su primer voluntariado institucional con Fundación Vinte “y nos permitió conocer a nuestros propios compañeros, detectar talento, habilidades. Esperamos realizar más acciones de impacto social y ambiental positivo en las diferentes ciudades donde Orlegi Sports y sus equipos de fútbol tienen presencia”, señala Mariana Alvídrez, Gerente Corporativa de Responsabilidad Social de la marca.
Fundación Vinte tiene una ambiciosa meta de impactar a 500 mil personas en 2027 y a un millón de personas en 2030. “Lo vamos a lograr en conjunto con los aliados, con quienes estamos generando un dividendo social muy importante: construir comunidad que en términos tangibles significa, abrir oportunidades en donde no las hay, oportunidades para entregarle herramientas a los ciudadanos para desarrollarse y espacios para conectar con persona, su entorno y las personas que le rodean”, concluye Carlos Cadena, presidente de Fundación Vinte.