
Tal parece que Singapur es una nación adelantada a su tiempo con una visión bastante futurista en cuanto a la venta de autos de lujo. Y es que, como si pareciera salida de un cómic o una película de ficción, este país se ha convertido en el primero en tener una vending machine de autos de lujo.
Esa imagen de empujar un botón y que aparezca un Ferrari o un Lamborghini no es ciencia ficción… ¡está sucediendo!, y la idea es tan exclusiva como cautivadora para empresarios, coleccionistas o simplemente quienes tienen una cuenta bancaria robusta y un gusto muy costoso.

¿Cómo funciona esta máquina expendedora?
La máquina se encuentra en un centro comercial de lujo en Singapur. Basta con acercar tu tarjeta, elegir entre varios modelos exóticos y, tras un breve proceso, un elevador mecánico levanta el auto desde dentro del depósito y lo entrega listo para una prueba. Es decir: no estás rentando un juguete, estás recibiendo un súper deportivo real.
A diferencia de un simple punto de renta, el concepto tiene un dejo de galería tecnológica: los autos no están a simple vista, sino guardados en unos cubículos verticales, como si fueran latas grandes, y cada unidad sólo sale cuando tú la pides.

En la selección de vehículos hay verdaderas joyas: Ferrari, Lamborghini y otros súper deportivos forman parte del inventario. El servicio está diseñado para ofrecer experiencias de lujo, ya sea para quienes quieren probar un auto de ensueño o para los entusiastas que disfrutan de manejar algo distinto.
Para algunos, esta máquina es solo un espectáculo mercantil: un “gadget de ricos” con fines de marketing. Lo cierto es que se trata de una invención diseñada especialmente para magnates y millonarios.