El biodiesel como alternativa energética en México
Comúnmente, se identifica a las energías solar, eólica y la bioenergía como las energías renovables más usadas a nivel mundial
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El biodiésel.
En años recientes, ha sido cada vez más evidente el uso desmesurado de los combustibles fósiles para cubrir la creciente demanda de combustibles a nivel mundial, lo que ha conducido a un impacto medioambiental negativo y preocupante por el aumento de los gases de efecto invernadero, el calentamiento del planeta y un alza en los precios de los mismos. Como alternativa a esta problemática, ha surgido la posibilidad de desarrollar e incorporar energías renovables en la matriz energética global, complementando los requerimientos energéticos de los países, y remplazando parcialmente la demanda sin afectar aún más el medio ambiente.
Comúnmente, se identifica a las energías solar, eólica y la bioenergía como las energías renovables más usadas a nivel mundial. En este último caso, figuran los biocombustibles que son obtenidos a partir de una mezcla de materiales orgánicos diversos los cuales se procesan para obtener los materiales combustibles, que pueden ser utilizados directamente o con modificaciones menores en los motores de combustión interna. Por ejemplo, el bioetanol que se produce a partir de azúcares y materiales celulósicos se ha usado en algunos países como sustituto de la gasolina; en el caso del biodiesel, este se puede generar a partir de aceites vegetales y puede usarse en mezclas con el diésel de origen fósil. Hablando acerca del biodiesel, este se produce a partir de la transformación química de los aceites vegetales en presencia de un alcohol (metanol) y un compuesto químico adicional que funciona como catalizador (acelerador) de la reacción. Los aceites vegetales empleados pueden ser los comestibles que generalmente encuentras en la cocina, tales como el aceite de soya, de canola, de girasol, etc., aunque también pueden ser aceites no comestibles e incluso aceites y grasas residuales, es decir el aceite de cocina usado que usualmente es considerado ya un residuo en la cadena de producción.
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El biodiesel presenta diversidad de ventajas como son su baja toxicidad, alta biodegradabilidad y su baja emisión de contaminantes atmosféricos comparada con la generada por los combustibles minerales. Para fines prácticos, el biodiesel se suele usar en mezclas con diésel fósil en diversas proporciones como son al 5% (B5) o 10 % (B10) aunque se pueden utilizar mezclas mayores. A la fecha, la incorporación de estos biocombustibles a la sociedad en general se ha realizado en mayor medida en países de Europa, América del Norte y algunos países de Latinoamérica, donde inclusive se cuenta con instalaciones para su venta directa.
En el caso particular de México, existe escasez de aceites vegetales no comestibles que pudieran usarse como materia prima del biodiesel, lo que ha conducido preferentemente a su producción mediante el aprovechamiento de las grasas y aceites residuales. Sin embargo, asimismo existen limitadas cantidades de esta materia prima, además de su alto costo, ya que estos residuos son usados para otros procesos industriales, tales como la fabricación de jabones. En consecuencia, no se han generado las condiciones para su producción masiva y los precios en el mercado no son tan atractivos considerando de manera comparativa el precio del combustible fósil. Adicionalmente, en nuestro país no existe alguna normativa que obligue el uso de biocombustibles o bien que mantenga incentivos para su producción, por lo que el mercado del biodiesel ha sido oscilante y se ha visto limitado en su crecimiento.
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Finalmente, para lograr que el biodiesel se convierta en una alternativa energética real en México, se necesita mayor disponibilidad de aceites como materia prima, así como que este producto tenga un precio que sea competitivo con el del diésel de petróleo y que las legislaciones vigentes impulsen su desarrollo para poder escalar los procesos, con el fin de que el futuro de dicho biocombustible en la industria logre ser más prometedor y se asegure una competitividad justa dentro del mercado.
Samantha Esther Ramírez Campos
Estudiante de Maestría PICyT
Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica SC
Dr. Francisco J. Rodríguez Valadez
Investigador
Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica SC
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