El Colegio Nacional celebra a Pablo Rudomin por sus 90 años
Este lunes, sus compañeros colegiados y colegas investigadores, alumnos y amigos hablarán de su trayectoria académica
festejo
El Colegio Nacional celebrará los 90 años de vida del neurofisiólogo Pablo Rudomin, uno de los científicos mexicanos de mayor reconocimiento internacional. La ceremonia, coordinada por el físico y colegiado Alejandro Frank, se realizará el próximo lunes 17 de junio a las 17 h, en el Aula Mayor de la institución (Donceles 104, Centro Histórico, CDMX).
En la ceremonia participarán sus amigos y compañeros de El Colegio Nacional: José Sarukhán, Christopher Domínguez Michael y Juan Villoro; así como amigos y colaboradores con los que Rudomin ha trabajado: Silvio Glusman, Mateo Valero, Ulises Cortés, Lorne Mendell, Elzbieta Jankowska, Jorge Quevedo, Elías Manjarrez, Ismael Jiménez Estrada, José Pablo René Asomoza Palacio, Guillermo Fernández de la Garza, Juan Eibenschutz, Ricardo Ríos, Diódoro Guerra, Jorge Aceves.
Rudomin es reconocido por su trabajo pionero en la comprensión del sistema nervioso, particularmente en las conexiones neuronales y su modulación en el ámbito del dolor y la nocicepción. Uno de sus aportes más importantes es sobre cómo perdura el dolor tras una intervención o malestar en el cuerpo.
A lo largo de su carrera, Rudomin ha analizado cómo el tallo cerebral y la médula ósea reaccionan al proceso inflamatorio cuando se utilizan la lidocaína, un anestésico local utilizado para tratar el dolor, a menudo asociado con la quimioterapia. El impacto de esta investigación es relevante para entender el dolor y su tratamiento.
Derivada de su labor en los laboratorios, en seis décadas de carrera científica, Rudomin ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes (1979), el Premio Príncipe de Asturias (1987), el Premio Luis Elizondo (1989), la Presea Lázaro Cárdenas del IPN (1996) y el Krieg Achievement Award, entre otros.
Además de su destacada labor científica, Rudomin, quien ingresó a El Colegio Nacional el 25 de febrero de 1993, ha sido un mentor inspirador para generaciones de investigadores, y un indiscutible impulsor del desarrollo de la neurociencia en América Latina y en todo el mundo.
Pablo Rudomin y la neurociencia
Rudomin nació el 15 de junio de 1934. Años después, tras graduarse como biólogo en 1956, trabajó en el Departamento de Fisiología del Instituto Nacional de Cardiología, donde el doctor Arturo Rosenblueth (ex miembro de El Colegio Nacional) fue su jefe. Colaboró en esta institución durante varios años hasta que, gracias a un periodo sabático, viajó a los Estados Unidos durante el periodo del McCartismo, época de la Guerra Fría marcada por la persecución política y una fuerte propaganda anticomunista.
“En esa época, a mi esposa –la pintora de origen francés Flora Goldberg, que llegó a México en 1942 escapando del nazismo–, no le otorgaron la visa debido a que era alumna de Diego Rivera. A todos los tenían marcados de rojitos. Por lo tanto, tuvimos que irnos a Italia. Llegamos en 1961, cuando se fundó el Cinvestav, Rosenblueth fue el primer director. Él me invitó a unirme a la institución como estudiante y me encomendó la tarea de coordinar a otros como yo. Me dijo que tenía cuatro años para obtener mi doctorado”, recuerda.
Rudomin se graduó como doctor en Ciencias en 1965 y, desde entonces, ha mantenido una fructífera carrera académica y docente de más de seis décadas. Sus casi 90 años no han sido impedimento para continuar indagando en los misterios del sistema nervioso. “Empecé mi doctorado en 1961 y, hoy en día, sigo investigando. Llevo 60 años de trabajo continuo en el Cinvestav”, dice con satisfacción y alegría.
Rudomin ha publicado más de 120 artículos de investigación en revistas especializadas. Su labor académica y de investigación fue reconocida, entre otros galardones, con el Premio Príncipe de Asturias (hoy Princesa de Asturias) y seis años más tarde fue elegido miembro de El Colegio Nacional, con la lección inaugural titulada “Mecanismos de control de la información sensorial en la médula espinal de los vertebrados”.
A pesar de su destacada trayectoria académica y su labor como miembro de El Colegio Nacional, Rudomin recuerda con afecto cuando asistía como oyente, durante su etapa de estudiante, a las conferencias que se llevaban a cabo en dicha institución. “Comencé a estudiar fisiología con el doctor Ramón Álvarez-Buylla en la Escuela de Ciencias Biológicas. En esa época, Rosenblueth comenzaba a dar sus conferencias en El Colegio Nacional. Asistía a todas sus conferencias para escucharlo; era maravilloso. Fue así como me di cuenta de que existía una institución de alto nivel que transmitía información a los estudiantes y al público en general”, relata.