
En todas las civilizaciones, los grupos gobernantes intentan utilizar a la arqueología y la historia para exaltar héroes y valores que se ajusten a su visión. Es en estos momentos cuando los académicos se deben sujetar con más fuerza a los datos comprobados y no caer en extremismos por presiones exaltadas.
Así lo expresó ayer el arqueólogo y Premio Crónica, Eduardo Matos Moctezuma, al impartir la plática “La función política e ideológica de la arqueología”, donde aseguró que diferentes historiadores y arqueólogos que en el año 2021 criticaron la manipulación que hizo el Gobierno de la Ciudad de México para celebrar, equivocadamente, los 500 años de la fundación de Tenochtitlan, ya se preparan ante nuevos escenarios en los que seguramente se intentará manipular los datos por conveniencia política.
El arqueólogo, que es el único mexicano al que la Universidad de Harvard ha dedicado una cátedra con su nombre, dijo que hay académicos que ya se están preparando para lo que puede ocurrir en los próximos dos años porque, dijo, “seremos fusilados por la espalda” los integrantes de la comisión interdisciplinaria que en los años 70s demostró científicamente que no pertenecen al último emperador mexica, Cuauhtémoc, los restos óseos encontrados en 1949, en Ixcateopan, Guerrero. Este viejo tema seguramente revivirá, explicó el investigador, pues en 2025 se conmemorarán 500 años del juicio y ahorcamiento del último Tlatoani.
Aquella confusión
Las reflexiones en voz alta de Eduardo Matos Moctezuma fueron compartidas como parte de la última sesión de 2023, del Seminario Patrimonio Cultural. Antropología, Historia, Legislación, que organizan investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Ahí narró Matos Moctezuma el supuesto hallazgo de la tumba, en Ixcateopan, en 1949; así como el gran revuelo social, político y mediático que generó. Esta excavación tuvo muchos errores y el hallazgo generó muchas dudas, pero ni la Secretaría de Educación Púbica de aquellos años ni el gobierno estatal de Guerrero quisieron desmentir el descubrimiento, atados a una corriente política e ideológica que exaltaba las raíces indígenas del nacionalismo mexicano.
“Ahora vemos venir otro momento. Si se armó un alboroto y se quiso cambiar la fecha de 1325 a 1321, de la fundación de Tenochtitlan, pues ahora viene 2025 con otra efeméride y ya hay manifestaciones donde dicen cosas como: ‘Estas gentes que niegan que hayan sido encontrados los restos de Cuauthémoc”. Ya se vienen escuchando y seguramente va a llegar el momento en que van a tener una presencia avasalladora”, dijo el investigador que en 1976 formó parte de una comisión interdisciplinaria, creada por órdenes de la Presidencia de la República, para revisar por segunda vez si los restos hallados en 1949 en Ixcateopan, eran o no de Cuauhtémoc. “Desafortunadamente, en aquella excavación que se hizo en el atrio de la iglesia de Ixcateopan, hubo una nula técnica de arqueología. Y el dictamen de arqueólogos, historiadores, antropólogos físicos y médicos forenses concluyó que: 1) Los restos óseos encontrados no eran de una sola persona sino de 8 individuos de diferentes etnias y correspondían a diferentes formas de enterramiento; 2) la única osamenta correspondía a una mujer y no fueron enterrados en 1529, como afirmaba un documento que originó la búsqueda; 3) que el entierro no pudo haberse realizado en 1529 en el atrio de ese templo actual, pues había sido construido hasta 1550; 4) que la tradición oral sobre esa tumba data de 1949 y no de antes; 5) que todos los documentos que dieron origen a la investigación, presuntamente firmados por Motolinía, son apócrifos y posteriores al año 1917, y 6) que la placa de bronce que estaba sobre los huesos y que supuestamente contenía el nombre de Cuauhtémoc, no corresponde al siglo XVI sino más reciente. Con todo lo anterior el dictamen estableció que no hay bases científicas para afirmar que los huesos hallados en la Iglesia de Santa María Asunción, de Ixcateopan, Guerrero, sean de Cuauhtémoc”, apuntó.
Revisan milenios de convivencia de historia, arqueología e ideología
La mesa de reflexión en la que participó Eduardo Matos Moctezuma fue auspiciada y moderada por los Doctores en Historia Bolfy Cottom, investigador y fundador del Seminario Patrimonio Cultural, y Delia Salazar, Directora de Estudios Históricos del INAH. Ahí, Matos Moctezuma, quien fue el primer Director del Proyecto arqueológico del Templo mayor, en la Ciudad de México, presentó ejemplos que muestran que desde mil 1500 años antes de Cristo, los gobernantes en Egipto, China, Mesoamérica y el actual México han usado el manejo de la historia y de los restos arqueológicos para crear héroes, reforzar valores o ideologías.
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