Cultura

Alberto Kalach: “Proyecto Chapultepec le pareció un juguete divertido a Gabriel Orozco”

Presenta su libro “Taller de Arquitectura X”, el cual recupera sus planes para proteger la naturaleza el crecimiento urbano  como en la Ciudad de México

conferencia

El arquitecto Alberto Kalach.

El arquitecto Alberto Kalach.

TEC DE MONTERREY

Democratizar Chapultepec no significa que el presidente se salga de Los Pinos, expresó el arquitecto mexicano Alberto Kalach previo a la presentación del libro “Alberto Kalach. Taller de Arquitectura X”, realizada la noche del jueves en el Antiguo Colegio de San Ildefonso donde también criticó los trabajos que el artista Gabriel Orozco dirige para conectar las secciones del Bosque de Chapultepec.

“Respecto a Chapultepec uno de mis principales propósitos era integrarlo a la población, es decir, que fuera de fácil acceso y que además fuera permeable dentro del propio Chapultepec, esto es, unir la primera sección con la segunda sección, la segunda con la tercera sección y todo el cuerpo de Chapultepec con los barrios circundantes”, detalló.

Sin embargo, el proyecto le pareció un juguete divertido al artista Gabriel Orozco, expresó Kalach.

“Agarró el proyecto, pensó que era un juguete y aunque han hecho cositas, han derribado miles de árboles en la tercera sección para sembrar unas varitas así de pequeñas, espero que crezcan porque las plantaron en temporada que no llueve, pero los propósitos principales no están logrados, ni siquiera se han intentado hacer”, aseveró.

-¿Qué ha propuesto?

-Nosotros propusimos desde hace 15 años sacar a los Pinos de Chapultepec para poder integrar la primera con la segunda sección, sin embargo, se salió el presidente, una persona, y siguen habiendo 50 hectáreas de militares ahí y no sólo eso sino que ahora tenemos a los militares dentro de todos los aeropuertos, trenes, aduanas.

“La idea de democratizar el espacio no se logró y la de idea de conectarlo a los barrios, principalmente, los que dan al sureste de Chapultepec, a los barrios más pobres, tampoco se logró porque para lograr eso, una de las principales acciones era desviar el transporte de carga que va por Constituyentes, hacer de Constituyentes una avenida pacífica y que todos los habitantes de las colonias Daniel Garza, América pudieran cruzar caminando”, respondió.

Quedó en un juego de vanidades, añadió Kalach. “Que si se hace el museo en el jardín botánico…todo se desvirtuó y un poco así es en este país las cosas”.

El libro editado por Aquine recupera los proyectos de murallas que Kalach propone para proteger la naturaleza del crecimiento urbano en ciudades como la Ciudad de México, por ejemplo, en Xochimilco, Milpa Alta y Chapultepec.

“La idea de la muralla es muy antigua, en el origen de las ciudades está la muralla. Tenía un propósito defensivo evidentemente y aquí también lo tiene, pero al revés: para defender a la naturaleza de la expansión urbana” indicó.

El libro.

El libro.

Esas murallas podrían ayudar a evitar el crecimiento de las ciudades y obligar que las ciudades crezcan hacia dentro, en la infinidad de los lotes baldíos que hay por todos lados, agregó el arquitecto.

“Y evitar la expansión de la marcha urbana, depurando más áreas naturales y agrícolas, deforestando, erosionando y haciendo la vida urbana más costosa porque conforme la ciudad se extiende hay que extender la infraestructura, el agua, la electricidad, el transporte”, dijo.

-¿Cómo ha cambiado el desarrollo de la vivienda social?

-El tema de la vivienda social es relativamente nuevo, si acaso habrá iniciado de manera masiva con la Revolución Industrial en Europa entonces estos modelos de viviendas emergentes para cientos y miles de obreros les falta mucho por estudiarse.

“En México hubo un desarrollo importante en los 40, 50, 60 del siglo pasado, después se abandonó el diseño de la vivienda social. Hace seis años el Infonavit lo retomó con el taller que dirigía el arquitecto Carlos Zedillo y ahora, otra vez está abandonado porque ya dijo el propio presidente que los arquitectos no sirven para nada ni los ingenieros, ni los médicos, ni los periodistas...”

Vivienda social

El arquitecto encargado del proyecto de construcción de la Biblioteca Vasconcelos mencionó sobre la vivienda social que en el gremio existe un gran interés en desarrollarla.

“Eso lo dejó bien claro Carlos Zedillo que contrató a más de 200 firmas de arquitectos para diseñar vivienda social, creo que más de mil talleres de arquitectura hicieron más de 200 diferentes proyectos y lo que se requiere es eso, alguien que valore una institución pública, que el gobierno valore la importancia de pensar arquitectura, ingeniería, ciencia, medicina; se requieren autoridades más preparadas y más sensibles”, indicó.