Cultura

Muere Milan Kundera, el autor que narró los pliegues de la condición humana

Su novela “La insoportable levedad del ser” muestra las hendiduras por donde se anidan el amor, la ironía, la esperanza y desesperanza, el goce y dolor… Fue candidateado en varias ocasiones al Nobel de Literatura

luto en las letras

El autor checo radicó en Francia desde 1975 tras la censura de su literatura a causa de la ocupación soviética en su país (1968).

El autor checo radicó en Francia desde 1975 tras la censura de su literatura a causa de la ocupación soviética en su país (1968).

Milan Kundera (Brno, 1929- París, 2023), el incansable interrogante de la condición humana, el escritor de la ironía y autor de “La insoportable levedad del ser”, falleció a los 94 años de edad.

"Lamentablemente puedo confirmar que el señor Milan Kundera falleció tras una prolongada enfermedad", declaró Anna Mrazova, portavoz de la Biblioteca Milan Kundera, en la ciudad checa de Brno.

Este autor checo radicó en Francia desde 1975 tras la censura de su literatura a causa de la ocupación soviética en su país (1968). Kundera, considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, nació el 1 de abril de 1929 en Brno, al sureste de la República Checa, donde residió hasta que el gobierno comunista le retiró la nacionalidad y tuvo que salir de su país.

Las primeras obras que Kundera escribió, aún con nacionalidad checa, fueron: "La broma" y "El libro de los amores ridículos", de 1969, novelas que repasan las aspiraciones políticas de la generación del golpe de Praga que, en 1948, permitió la llegada de los comunistas al poder.

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Esas obras despertaron la censura de su gobierno hacia su obra y el autor relató ese episodio en “El libro de la risa y el olvido”, diciendo que lo único divertido del asunto era su existencia, la de un hombre borrado de la historia, de los manuales de literatura y de la guía de teléfonos.

Adoptó la nacionalidad francesa en 1981 y no volvió a recuperar su nacionalidad checa hasta 2019. Kundera fue traducido a más de 50 lenguas y regresó regularmente a la República Checa, a su ciudad natal, pero la mayoría de veces de incógnito.

En 1984 publicaría la novela que lo posicionó en el mundo literario: "La insoportable levedad del ser", un retrato sarcástico de la condición humana y una obra donde reflexiona sobre la subjetividad, al amor, al juego, a la risa, a la ironía, siendo ésta última el sello literario de Kundera.

El escritor recibió el Premio Jerusalén de 1985, el Premio Austriaco de Literatura Europea en 1987 y el Premio Herder de 2000. En 2021, recibió la Orden al Mérito de manos del presidente de Eslovenia, y fue candidato al Premio Nobel de Literatura en varias ocasiones.

RETORNO

En el 2014, tras un largo silencio creativo, regresó al mundo editorial con “La fiesta de la insignificancia”, novela que concentra los temas que siempre le apasionaron: erotismo, crítica al poder, maternidad y desentrañar el sinsentido de la vida.

Kundera buscó ser un escritor invisible pese a las polémicas y señalamientos que le rodearon: ser colaborador del régimen comunista y delator de un espía.

El autor de “La vida está en otra parte”, antes de ser escritor se ganaba la vida como pianista de jazz, instrumento que su padre musicólogo le enseñó a tocar y a quien se debe la aparición de Beethoven, en varias de sus novelas. También dio clases de historia de cine, tras concluir sus estudios en la Facultad de Cine de Praga.

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La obra de Kundera se distribuye en México gracias al sello Tusquets que a través de redes sociales lamentó el fallecimiento de una de las principales plumas de su catálogo.

"Desde Tusquets Editores lamentamos profundamente el fallecimiento de Milan Kundera, uno de los narradores más importantes del siglo XX. Un lúcido pensador que reivindicó la cultura centroeuropea y la lucha por la memoria", comentó la editorial.

Por su parte, Rima Abdul Malak, ministra de cultura de Francia, expresó la libertad que encontró el autor en ese país.

"Milan Kundera había elegido Francia para no dejar nunca de ser libre. A lo largo de muchas páginas nos ayudó a descubrir quiénes somos, a encontrar un camino entre lo absurdo del mundo. Con él muere una de las más grandes voces de la literatura europea", escribió en Twitter.

BIBLIOTECA EN BRNO

En julio de 2020, la Biblioteca de Moravia, ubicada en Brno, República Checa, informó que Kundera les había donado su archivo y que estarían próximos a visitar la casa del autor para trasladar parte de su legado de París a Brno.

En esa ocasión, Kundera expresó: "creo que los libros pertenecen a una biblioteca, por lo que es lógico que los coloque en la Biblioteca de Moravia”.

El archivo del autor incluye escritos personales, así como artículos sobre él, reseñas recopiladas a lo largo de los años por sus editores en la República Checa y en el extranjero, varios recortes de periódicos, fotografías autorizadas e incluso dibujos hechos por Kundera.

Las autoridades de dicha biblioteca comentaron, en 2020, que el escritor estaba trabajando la novela "La ignorancia" para su edición checa con la traductora Anna Kareninová.

Fue en octubre de 2022, después de años de retrasos debido a la pandemia de Covid-19, cuando concluyó el traslado de la biblioteca y archivo personal de Kundera.

De acuerdo con Radio Praga, fue en el pasado mes de abril cuando la Biblioteca Moravia abrió el Archivo Milan Kundera con motivo de su cumpleaños número 94.

Para dicho medio de comunicación, Tomáš Kubíček, director de la biblioteca, comentó: "La gente lo recordará, ante todo, al comenzar a leer sus libros nuevamente. Kundera debe ser recordado como uno de los grandes autores europeos que ejemplificó el desarrollo de la novela europea. Y no sólo recreando el pasado, sino mostrando que la novela aún tiene muchas posibilidades creativas por delante”, dijo.

DESPEDIDA

En México, diversos autores se unieron a las condolencias y expresaron la genialidad de las obras de Kundera.

"Ha muerto Milan Kundera, escritor con enorme influencia en la novela contemporánea y cuya obra marcó a una generación. Un grande se ha ido. A quienes no conocen su trabajo, recomiendo que lo lean, señaló Guillermo Arriaga en su cuenta de Twitter.

El escritor Yuri Herrera destacó: "Leíamos a Kundera como quienes se dan besos de tres, riendo, esperando el siguiente, una especie de culto gozoso. Y eso que Kundera hacía como casi nadie: agarrarte de las solapas y sacudirte con verdades sobre la muerte, el sexo, la traición, las cosas más duras, sin dejar de divertirse".

Julián Herbet recordó que "En el prólogo a 'La vida está en otra parte', Carlos Fuentes narra una visita que él, García Márquez y Cortázar hicieron a Kundera en Praga. Lo primero que hizo el checo fue llevarlos a unos baños de vapor y meterlos a nadar en un río congelado".

En anteriores ensayos sobre la importancia de la obra de Kundera, Leonardo Valencia situó la narrativa de este autor (en Letras Libres diciembre 2005) en la historia de un siglo XX marcado por la revolución comunista, la disolución de las naciones de Europa Oriental y la caída del muro de Berlín.

Y el primer ministro checo Petr Fiala, escribió en su cuenta de Twitter: “Milan Kundera era un escritor capaz de llegar a generaciones de lectores en todos los continentes con su obra y adquirió fama mundial”. Envió condolencias a la esposa de Kundera, Věra, que resguardaba a su marido de las intrusiones del mundo. No estaba claro si su esposa estaba con él.

TEMOR POR FUTURO DE LA LITERATURA

En junio de 2012, en un discurso en la Biblioteca Nacional francesa, Kundera dijo que temía por el futuro de la literatura.

“Me parece que el tiempo, cuya marcha continúa, implacable, empieza a poner en peligro los libros. Debido a esta angustia, desde hace varios años he incluido en todos mis contratos una cláusula que estipula que se deben publicar en la forma tradicional de un libro, que se los lea solamente en papel y no en una pantalla”, dijo. “La gente que camina por la calle ya no tiene contacto con quienes los rodean, ni siquiera ven las casas que pasan, tienen cables colgando de las orejas. Gesticulan, no miran a nadie, nadie los mira. Me pregunto, ¿siguen leyendo libros? Es posible, pero, ¿por cuánto tiempo más?”