Cultura

“Montaje”, una mirada al gusto por la experimentación de Germán Cueto

La exposición, con 70 esculturas, también revela la amistad que tuvo con Mathias Goeritz. Se exhibe en el Eco >>

Una exposición de esculturas en un museo.
La muestra reúne, principalmente, obras de los años 50 y 60 del siglo XX, momento en que Cueto y Goeritz fueron muy cercanos. La muestra reúne, principalmente, obras de los años 50 y 60 del siglo XX, momento en que Cueto y Goeritz fueron muy cercanos. (La Crónica de Hoy)

Cerca de 70 esculturas y objetos que el artista Germán Cueto (Ciudad de México, 1893-1975) creó en los años 50 del siglo pasado y que demuestran su fascinación por la experimentación y su amistad con el creador Mathias Goeritz (Polonia, 1915- Ciudad de México, 1990), se reúnen en la exposición “Montaje”, en el Museo Experimental el Eco.

La muestra ubicada en la calle James Sullivan 43, colonia San Rafael, de la alcaldía Cuauhtémoc, CDMX, estará abierta hasta el 2 de abril y de acuerdo con el curador David Miranda, las obras llegaron exprofeso de Fomento Cultural del Norte Potosino, A.C.

“Ahí está una colección que ha logrado resguardar más de mil 400 obras de Germán Cueto, en esta ocasión se hace una curaduría para reflejar diferentes núcleos y posibilidades de producción del artista mexicano, además de recordar que el Eco se inauguró en 1953 por Daniel Mont y Mathias Goeritz, la apertura involucró a Carlos Mérida, Cueto y Goeritz como expositores de uno de los espacios de vanguardia de aquella época”, dijo.

El curador destacó que algunas piezas que por primera vez se exhiben son proyectos de mural y de esmalte.

“No se sabe bien qué eran, pensamos que eran proyectos escenográficos y se mantuvieron resguardados muchos años en la familia de Cueto como ejercicios de composición y de experimentación material. Cueto fue muy arriesgado en una serie de exploraciones que en aquel momento no estaban tan instauradas en el país”, comentó.

Al respecto, el curador Daniel Garza Usabiaga expresó que la muestra reúne, principalmente, obras de los años 50 y 60 del siglo XX, momento en que Cueto y Goeritz fueron muy cercanos.

“En 1953 Goeritz terminó de construir el Eco, era el director y le encargó un proyecto a Cueto para que fuera parte de las obras de arte que se exhibían de manera permanente en el museo. Cueto hizo unas pinturas-relieves que colocó en la escalera que dirigen al segundo piso, a la galería de Daniel Mont. Sin embargo, Mont muere y a Goeritz lo corren de la dirección del Eco, entonces esas piezas nunca las pueden ver, las quitaron”, narró.

Quince años después se vuelven a juntar Goeritz y Cueto, ya que Goeritz invitó a su amigo artista a formar parte de la Ruta de la Amistad, en donde Cueto realizó la escultura que hoy está enfrente del Estadio Olímpico Universitario: El Corredor.

“Por esos vínculos y proyectos que compartieron, la exposición reúne obra de los años 50 y 60, y un poco de los 70. También colocamos en la sala de archivo información la escultura de El Corredor”, indicó.

¿La diversidad de materiales habla de su inquietud plástica?

Cueto y Goeritz coinciden en la cuestión de experimentación plástica y de materiales. Cueto es en verdad el escultor más moderno en ese sentido, en lo que tiene que ver con la experimentación de materiales porque obviamente sí talla madera y piedras, es decir, las prácticas más convencionales pero también utiliza varilla, alambre, papel estaño, es alguien que se mete a la química y desarrolla sus propias pastas y polímeros.

Cueto usó el concreto, mosaicos, vidrios y justo después de su participación en El Eco se fue a Escandinavia a varias residencias, a fábricas y talleres, ahí aprendió la técnica de esmalte y regresó a México a enseñarla, en la exposición mostramos parte de ese trabajo.

Garza Usabiaga explicó que la muestra se titula “Montaje” por la importancia del mundo y la dimensión de lo escénico en el trabajo de Cueto. “El artista estuvo muy interesado en el teatro, hizo escenografías, títeres y las máscaras que es lo distintivo de su producción. En la exposición hay varias obras que se refieren a ese mundo de lo escénico con la caras sonrientes y tristes representativas del teatro”.

¿Las obras expuestas fueron pensadas para exhibirse o eran ensayos?

Es difícil determinarlo en la obra de Cueto. Hay piezas que se observan como obra artística terminada para ser expuesta, hay otras que podrían ser un estudio o apunte de una obra más grande, pero la calidad del apunte o estudio y la originalidad de la pieza es tan buena que entra en la categoría de obra artística.

¿Se pueden identificar temas en estas obras?

Se tendría que hacer un trabajo más exhaustivo. Una lista parcial podría ser las máscaras, animales, retratos, abstracción, el deporte y el interés en teatro y danza. Todo tiene que ver con el movimiento físico y es importante para Cueto cómo representar el movimiento en la escultura.

CONTINUIDAD DE EXPERIMENTACIÓN

En la planta alta del Museo Experimental el Eco, sala Daniel Mont, el artista Allan Villavicencio exhibe “No hay un centro, solo dar la vuelta”, tres piezas de gran formato que no están pegadas al muro y que revelan inquietudes por sistemas clásicos como el paisaje, el horizonte y la luminiscencia de la superficie.

“Desde hace varios años ha sustentado su práctica en la experimentación material y en tratar de confrontar los ejes clásicos de lo que se entiende como lo pictórico, Allan trabaja a partir de un concepto visual que es la idea de vórtice que le ayuda a romper con el plano pictórico y lo convierte en una arista de la arquitectura que envuelve la exposición”, comentó el curador David Miranda.

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