“Los 22 países del bloque iberoamericano de la UNESCO están del lado de la diversidadcultural, con sus legislaciones, con sus políticas de preservación y difusión del patrimonio, con programas que inciden en el reconocimiento de nuestra riqueza cultural; ante esta realidad los museos tienen mucho que decir. No es gratuito que las autoridades mexicanas hayan elegido atinadamente que México sea el anfitrión de este encuentro de profesionales, que se lleva a cabo en el contexto de la reunión global Mundiacult”.

Estas palabras fueron expresadas durante la apertura del Décimo Encuentro Iberoamericano de Museos por Enrique Vargas Flores, Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano, oficina de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) con sede en Madrid. España.

La inauguración de este encuentro de relevancia internacional estuvo encabezada por el antropólogo Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien, a nombre de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, dijo que discutir la idea de nación en el siglo XXI, pasa por replantear la idea de los museos, los cuales debieran promover la pluriculturalidad dentro y fuera de los territorios, sentido de las naciones, pero también de acometer las tareas comunes.

En el evento llevado a cabo en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Enrique Vargas, participó en representación de la Secretaria General Iberoamericana, destacando “el compromiso de las autoridades culturales mexicanas en todo el sistema de programas de cooperación iberoamericanos.

“México es el único país iberoamericano que participa en los trece programas impulsados por la SEGIB. Es un compromiso siempre solvente y propositivo de las autoridades mexicanas”, añadió.

“La realización de este Décimo Encuentro Iberoamericano de Museos: el museo urgente: acción para un mundo sostenible, se lleva a cabo en el contexto de Mundiacult, del cual ya México fue país sede hace cuarenta años, cuando se acordó una nueva definición de Cultura, que incorporó una visión antropológica de la misma. 193 países adscritos a la Unesco, a través de sus ministros de cultura, decidieron volver a reunirse en México. De esos 193 países 22 conformamos el bloqué iberoamericano, que influyen, que determinan muchas acciones a nivel global, y que sabemos defender, entender y expresar nuestra diversidad cultural”.

El encuentro museístico se anticipa a la Conferencia Mundial de la Unesco sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible Mondiacult 2022, que iniciará este miércoles 29 de septiembre en nuestro país.

El Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano, Enrique Vargas afirmó que “por supuesto, los museos son recintos donde se alberga nuestra diversidad. Y deben ser vistos no nada más como infraestructura, que en sí misma habla del momento en que se construyeron, se renovaron, de su entorno histórico. Pero de los museos también debemos considerar la trascendencia de su tarea, reconocer la labor imprescindible de los profesionales que en ellos investigan, exponen, y reflexionan”.

“Creo que es importante, añadió Vargas Flores, que la voz de los 22 países iberoamericanos se haga valer en el mundo. Porque es en estos foros donde precisamente se llega a propuestas concretas, que son resultado de muchas reflexiones, de la entendida y real horizontalidad en la que se debe trabajar. En esta labor los museos tienen mucho que aportar al resto del sector cultural, dando oportunidad al acceso igualitario a la población”.

Finalmente, el presidente del Consejo Intergubernamental del Programa Ibermuseos, Alan Trampe, recordó que hace 50 años, se llevó a cabo la Mesa Redonda de Santiago de Chile, para re conceptualizar la idea de museo, e implantar planes para su actualización y situar su aportación social.

“A partir de entonces, los pasos para constituir un frente en pro de los espacios museísticos de la región han sido constantes. Lo que originalmente fue una iniciativa, promovida por Brasil, España y Colombia, ha derivado en más de una veintena de naciones que suscriben los principios de la Declaración de la Ciudad de Salvador”.