Cultura

Resguarda el MNH dos retratos de Benito Juárez que nunca se han expuesto

Uno es anónimo y el otro fue hecho por el artista Antonio Esnaurrizar en 1868. Se prestarán a Palacio Nacional las obras “Banquete ofrecido al general Antonio de León en Oaxaca”, “Ignacio Comonfort” y la litografía “Batalla de Calpulalpan” para la conmemoración del 150 aniversario luctuoso del Benemérito

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Los dos retratos de Juárez que resguarda el Museo Nacional de Historia.

Los dos retratos de Juárez que resguarda el Museo Nacional de Historia.

Adrián Contreras

La pintura “Banquete ofrecido al general Antonio de León en Oaxaca” (1844), el óleo “Ignacio Comonfort” (1918), de José Inés Tovilla; y la litografía “Batalla de Calpulalpan” (1860), de Casimiro Castro, son obras que pertenecen a la colección del Museo Nacional de Historia y que saldrán esta semana del Castillo de Chapultepec para exponerse en Palacio Nacional.

Estas obras serán parte del nuevo guion curatorial de la sala Recinto Homenaje a Benito Juárez, renovación que se realiza con motivo de los 150 años de fallecimiento del Benemérito de las Américas a conmemorarse el próximo lunes 18 de julio.

En un recorrido por el Museo Nacional de Historia, Amparo Gómez, responsable de la colección de documentos históricos del museo, mostró a Crónica los objetos personales que utilizó Juárez, así como los diferentes retratos y pinturas hechas en honor al mandatario.

El óleo “Ignacio Comonfort” (1918), de José Inés Tovilla.

El óleo “Ignacio Comonfort” (1918), de José Inés Tovilla.

Adrián Contreras

Una de esas joyas pictóricas son dos retratos miniatura de Benito Juárez que nunca se han expuesto. Uno es anónimo y el otro fue hecho por el artista Antonio Esnaurrizar en 1868, la técnica es acuarela sobre marfil, mide 12 por 9 centímetros y está enmarcado en madera tallada y estofada con una marialuisa de cartón y vidrio.

Otros cuadros, pero de gran formato, es el hecho por Jorge González Camarena, se titula “Benito Juárez”, fue pintado en 1968 y en palabras de Amparo Gómez es el retrato más contemporáneo del político oaxaqueño. Esta obra estuvo expuesta en la Sala Siglo XX del Museo Nacional de Historia y por el momento se encuentra en resguardo.

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La otra pintura es un óleo del ex presidente de medio cuerpo de tres cuartos de perfil hacia la derecha con la mirada al frente, hecho por el artista español Pelegrín Clavé en 1862.

OBJETOS DEL BENEMÉRITO

“Con motivo del 150 aniversario luctuoso de la muerte del presidente Juárez, en el Museo Nacional de Historia conservamos algunos de los objetos que fueron de uso personal de Don Benito y hemos decidido exponerlos”, comenta la historiadora Amparo Gómez.

La investigadora hace la acotación que algunas pertenencias del Benemérito de las Américas están repartidas en diversos recintos, algunas están en el Recinto Homenaje a Benito Juárez en Palacio Nacional y otras en el Museo Nacional de las Intervenciones, todas prestadas en comodato.

“En 1892, Benito, hijo del mandatario, cedió al Museo Nacional –que estaba en Moneda 13, en el Centro Histórico de la Ciudad de México– diez coronas que pertenecieron a su papá y suponemos que estuvieron allá. En 1895, el Museo Nacional y las autoridades culturales de ese momento decidieron abrir un salón exclusivo para exhibir todo lo referente a Juárez”, narra Amparo Gómez.

En ese salón el hijo y las hijas del expresidente entregaron: un traje que usaba Juárez, su sombrero, la banda presidencial, la cama donde murió, uno de los retratos donde aparece el oaxaqueño con su esposa Margarita Maza, la pluma con la que firmaba documentos, una máscara mortuoria, su pistola, medallas y un reloj de mano.

Dichos objetos ahora se exhiben en tres vitrinas de la Sala 8 del Museo Nacional de Historia donde también se observa el mural “La Reforma y la caída del Imperio”, de José Clemente Orozco.

En una vitrina se exhibe la pistola, que hasta el momento se desconoce si Juárez la utilizó, y un cuchillo con elementos masónicos (la escuadra y el compás).

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“Tenemos noticias de que el presidente fue masón, que perteneció al Rito Nacional Mexicano y que su ingreso como miembro de la masonería sucedió el 15 de enero de 1847 en uno de los salones de Palacio Nacional”, detalla la investigadora.

En la segunda vitrina se muestra el traje negro con una camisa y la banda presidencial que vistió Juárez, la máscara mortuoria que fue hecha en bronce el 18 de julio de 1872 (la segunda que se mandó a hacer en yeso se exhibe en el Museo Nacional de las Intervenciones), la pluma con la que posiblemente escribió la frase “el respeto al derecho ajeno es la paz” y un cucharón con el que se puso la primera piedra del Hemiciclo a Juárez.

La tercera vitrina tiene tres coronas, medallas y el reloj de mano fabricado en oro de 18 quilates en Inglaterra.

Gómez destaca la corona laminada en oro con incrustaciones de esmeraldas, diamantes y rubíes que forman los colores de la Bandera Nacional. Esa corona le fue entregada a Juárez cuando entró triunfante a la capital después del fusilamiento de Maximiliano en Querétaro.

: La pintura “Banquete ofrecido al general Antonio de León en Oaxaca” (1844).

La pintura “Banquete ofrecido al general Antonio de León en Oaxaca” (1844).

Adrián Contreras

“Juárez llegó a la capital en 1867 y fue recibido en el Castillo de Chapultepec por el general Porfirio Díaz, aquí se quedó a dormir dos noches y tenemos entendido que aquí redactó el famoso discurso que leyó en Palacio Nacional, donde pronunció su famosa frase del respeto al derecho ajeno…”, señala.

La investigadora también destaca un medallón que le entregó la comunidad mexicana residente en California y Nevada, Estados Unidos, como un reconocimiento a la lucha contra el ejército francés. “Vemos que aparece el presidente enarbolando la Bandera Nacional y con su pie derecho está pateando la corona de Maximiliano”.

Amparo Gómez añade un dato inédito sobre otra pintura que se exhibe cerca de las coronas: un retrato de Benito Juárez con Margarita Maza, el cual fue donado al gobierno mexicano por el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.

El carruaje que usó Benito Juárez.

El carruaje que usó Benito Juárez.

Adrián Contreras

TRANSPORTE DE JUÁREZ

En la sala del alcázar, el Museo Nacional de Historia colocó el carruaje del mandatario mexicano, se trata de una calesa marca Henry Binder, fabricada en el siglo XIX en metal, madera, vidrio y piel.

“Fue usada por Benito Juárez en su peregrinar por varios estados del país durante la Intervención Francesa y el Segundo Imperio Mexicano, 1862 a 1867. Al triunfo de la República contra el gobierno de Maximiliano, el presidente entró a la Ciudad de México el 15 de julio de 1867 a bordo de este carruaje”, explica Amparo Gómez.

En las puertas de este transporte se aprecia el escudo republicano y, en la parte posterior, una cabeza de león en dorado y plateado.

“Hay otra calesa en el Museo Nacional de las Intervenciones. Juárez entró sin Margarita, ella venía de Nueva York para encontrarse con Benito en la capital, ella viajó acompañada de sus hijas, de su yerno (esposo de Soledad), de una nieta y de los restos de uno de sus hijos que murió en el exilio”, platica la experta.

Cuando Benito Juárez llegó triunfante a la Ciudad de México, en 1867, se hospedó en el Castillo de Chapultepec e hizo un recorrido por los salones del inmueble. “De ahí salió con sus principales colaboradores que aparecen en un cuadro pintado por González Orozco: Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias, Ignacio Mejía, Mariano Escobedo, Vicente Riva Palacio y Porfirio Díaz”.