¿Qué han hecho los Delfines?
Los Delfines de Miami son de verdad, al menos eso es lo que podemos señalar hasta esta semana tres, y no tanto por llegar invictos al momento, sino por su triunfo sobre los favoritos Bills de Buffalo. Quizá es prematuro señalar que de ahora en adelante los Delfines se mantendrán como una aplanadora en su División y Conferencia, pero lo que más llama la atención aquí es la manera en que el nuevo staff de coacheo ha logrado revertir la cultura del equipo a una actitud ganadora, y si tenemos que elegir un nombre sería el de Mike McDaniel, el debutante entrenador del que se tenían sería dudas sobre su desempeño al no haber tenido experiencia alguna con algún cargo de alta responsabilidad en un staff.
Su empleo anterior, coordinador ofensivo de los 49ers de San Francisco hasta hace un año, sin embargo su función se limitaba a apoyar a Kyle Shanahan (coach de los 49ers) en el plan ofensivo, no ha mandar jugadas o tomar decisiones, algo que es responsabilidad absoluta de Shanahan en San Francisco.
Y decimos que existían dudas porque la realidad es que McDaniel no era ni siquiera la primera opción de la oficina de Miami para ocupar el puesto vacante de coach.
MCDANIEL, UN PLAN B
Durante la temporada baja se supo que Stephen Ross, el polémico dueño de los Delfines, tenía otros planes para el puesto de coach, ya que su primera opción era hacerse de los servicios de Sean Payton, quien llevaba las riendas de los Santos de Nueva Orleans y de Tom Brady como su mariscal de campo.
Trascendió que la directiva de Miami, en contra de las reglas, contactó a Payton y a Brady aún cuando ambos estaban bajo contrato en sus respectivos equipos. La osadía la costó muy caro al equipo, ya que la NFL le quitó el derecho a selecciones colegiales al equipo, además de una fuerte multa y suspensión a Ross de actividades dentro de la Liga.
Ante tal escenario, la gerencia de los Delfines tuvo que enfocarse en un plan B y en ese apareció McDaniel, teniendo como mejor carta de presentación haber trabajado con Shanahan y más aún haber sido hombre de su entera confianza.
Asimismo, la elección de McDaniel fue pensada desde el punto de vista como mentor del joven Tua Tagovailoa, el mariscal de campo que llegó con gran cartel de la Universidad de Alabama como su primera selección colegial en 2020.
Tua Tagovailoa
Para ser sinceros, hasta su segunda temporada (2021) el chico no mostraba grandes cosas y no pocos pensaban que su elección había sido una equivocación, por lo que llevarle un mentor ofensivo era la única manera de buscar su desarrollo.
Al momento, pareciera que McDaniel ha logrado hacer la química suficiente con el joven Tua, quien a cada juego ha demostrado mayor confianza en su manera de jugar. Enfrentar a defensivas del calibre de Nueva Inglaterra, Baltimore y Buffalo ha sido un referente del potencial que aún tiene que desarrollar Tagovailoa; y la verdad es que dichas unidades defensivas no son poca cosa si tomamos en cuenta a sus entrenadores en jefe: Bill Belichick, John Harbaugh y Sean McDermoth, los tres de clara tenencia defensiva.
Aun así, bien valdría la pena destacar otro aspecto que ha llevado al éxito a estos sorpresivos y ofensivos Delfines: el atrevimiento.
SIN MIEDO
En la victoria del domingo ante Buffalo, McDaniel mostró precisamente eso: atrevimiento de retar a un rival que intimida, y la ofensiva de Miami respondió igual. Sin duda, es el sello de este joven entrenador, que aunque a simple vista no tiene la imagen de esos coaches de mirada penetrante y regio carácter, lo suple con su audacia.
Esta será una semana corta para el equipo de Miami, ya que el próximo jueves, o sea, pasado mañana, visitará a los Bengalíes en Cincinnati, otra buena prueba para McDaniel a la hora de elaborar un plan de juego en sólo cuatro días.
Las semanas corren, y aunque al momento Tua y compañía siguen sorprendiendo a sus rivales y a la misma NFL, veremos cuánto tiempo les toma a las defensivas rivales descifrar el esquema de los Delfines; en la NFL los ajustes sueles ser muy rápidos y efectivos, por lo que los Delfines de McDaniel deben sacar el máximo provecho de este “momentum” antes de que los “enemigos” encuentren el antídoto para frenarlos.