Escenario

‘Evil dead: El despertar’, un relato que mezcla perfectamente el terror, horror y humor

CORTE Y QUEDA. Este fin de semana llegó a las salas de cine nacionales la nueva entrega de la saga creada por Sam Raimi, esta vez bajo la dirección de Lee Cronin

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Fotograma de ‘Evil dead: El despertar’.

Fotograma de ‘Evil dead: El despertar’.

CORTESIA WARNER BROS.

En 1981 y con un vasto listado de cortometrajes detrás de él, el realizador Sam Raimi crearía una comedia de terror malsano hecha con bajo presupuesto que resultó ser el inicio de una saga memorable con The evil dead. 42 años después de ese sorpresivo éxito así como de tres cintas más que forman parte de la franquicia y una serie de televisión con tres temporadas que seguía los estragos creados por Ash y el Necronomicón, toca el turno a Lee Cronin de añadirle un capítulo más al terrorífico universo lleno de posesiones, demonios, gore y lo grotesco con Evil dead: El despertar.

Siguiendo lo logrado en su ópera prima, El bosque maldito (2019) así como el cortometraje de terror Ghost train (2013), Cronin no es ajeno al género de los sustos y las atmósferas tétricas. La toma inicial del filme captura de lleno la esencia de sus antecesoras, haciéndonos saber que el viaje será salvaje. Esa intro de unos 5 a 10 minutos basta para trasladarnos a un lugar que la saga jamás había explotado en la pantalla: la urbe, en específico un edificio derruido en el cual queda poca gente, a punto de ser derribado y donde solo quedan unos cuantos inquilinos, perfecto local desesperanzador para que el mal radique.

Ahí comienza el juego de Cronin, presentándonos un relato de una familia comandada por una madre soltera, Ellie (Alyssa Sutherland) con sus tres hijos, Bridget (Gabrielle Echols), Kassie (Nel Fisher) y Danny (Morgan Davies) que, durante una noche, recibirán la visita de la tía Beth (Lily Sullivan) que busca cierto confort debido a una noticia inesperada. Sin embargo, esta reunión familiar se irá al infierno cuando los jóvenes encuentren los vestigios de algo profano, una de las tres copias del Libro de los Muertos, invocando por accidente o mera necedad los demonios que trae dentro.

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Fotograma de 'The evil dead'.

La cinta de 1981 resultó ser revolucionaria por el poco presupuesto y el grandioso uso de efectos prácticos para crear una sensación perturbadora de horror. Cronin es consciente de las reglas de este universo. Por ello, es inevitable que al ver la locura de sangre desatada en este Despertar sea imposible no pensar en Raimi, que produce este filme al lado del héroe de la saga, Bruce Campbell. La diferencia es que el realizador irlandés lleva los pilares de la franquicia a un área donde la atmósfera claustrofóbica se aleja del bosque maldito o la cabaña. Es ese sentido de encierro sin salida el que comienza a darle forma a este terror que, cual demonio, comienza a poseer el relato.

Otro punto interesante es la visión y uso que tiene de los malvados entes diabólicos conocidos como ‘deadites’, una constante en toda la saga que ahora continúa con su esencia de parásito come carne (y devora almas, para el caso). En esta versión, Cronin explota las limitaciones que no sólo tienen los humanos poseídos por este mal sino que se deleita dando guiños a todo lo que puede ser usado en contra de las próximas víctimas de los mismos. Asimismo, no duda en explorar la casi única locación que tiene, mostrando todos los recovecos del departamento creando angustia en cada rincón, sombra o pasillo en el que la batalla se desatará, generando una sensación de angustia que captura a los fans de la franquicia así como a los novatos que tienen su primer acercamiento a la misma.

A pesar de la sencillez del relato, hay puntos muy interesantes dentro del guión, especialmente la figura de la madre como alguien que sobreprotege a sus queridos o incluso de las dudas sobre una maternidad no deseada que le dan una profundidad interesante a la maldad del demonio (Sutherland) como a la luchadora involuntaria (Sullivan) que buscará salvarse a sí misma y sus sobrinos de esta voraz hambre desatada por el Libro de la Muerte hecho de piel humana y escrito con la sangre de las víctimas de su perversidad. Es esa capa la que le da un extra al filme para poder explorar lo más cruel de la maternidad a partir de la monstruosidad y la compasión.

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Para contagiar esa sensación de miedo y humor malsano, se necesita un cast que te brinde esas emociones y Cronin lo logra a través de Alyssa Sutherland, que encuentra en ella el vehículo perfecto para la madre convertida en ‘deadite’. A base de efectos prácticos y una actuación verdaderamente atemorizante a través de sonrisas y expresiones realmente malévolas, es una gran villana para este Despertar. En contraparte está Sullivan, que vive un arco interesante de la ‘groupie’ desinteresada hacia alguien a quien le va creciendo esa vena maternal y protección con sus sobrinos, que también tienen un gran rol como secundarios, aguantando las infamias y la violencia que va en aumento constante durante la historia.

Esa es otra de las virtudes del guión del irlandés, pues en este Evil Dead no hay nadie a salvo, atreviéndose a cernir la amenaza no sólo sobre los adolescentes imprudentes, sino sobre la base social de la familia en la que hasta niños o jóvenes pueden ser víctimas de las atrocidades y violencia desmedida de estos entes malignos, algo que rara vez se ve aplicado en el terror. Esto, aunado al adecuado manejo de una atmósfera de encierro que no se gasta en ningún momento, hacen de la experiencia cinematográfica algo no nuevo ni revolucionario pero si refrescante para los amantes del género.

La musicalización de Stephen Mckeon, que vuelve a colaborar con Cronin, es adecuada y muy al estilo de lo que necesita esta franquicia, que, combinada con la fotografía de Dave Garbett (Sweet Tooth), viejo conocido de la franquicia al estar detrás de los colores detrás de Ash vs Evil Dead (2015-2018), forman un dúo clave para el juego perverso de Cronin. Pero son esos pequeños detalles prácticos para crear los momentos más locos, violentos y sangrientos en donde Cronin y su equipo destacan, pues dotan a esta quinta entrega de todo el sello de Raimi, ya sea a manera de homenajes involuntarios o de guiños que, para los bautizados con la maldad del Necromomicón hace poco más de cuatro décadas, resultan tan divertidos como brillantes.

‘Evil dead: El despertar’, un relato que mezcla perfectamente el terror, horror y humor Video

Es así que Evil Dead: El Despertar, originalmente pensada para lanzarse directamente en HBO Max, ofrece un relato que mezcla perfectamente el terror, horror y humor que es fundamental para la saga, demostrando que este universo de Raimi revivido hace 10 años con un remake del uruguayo Fede Álvarez, encuentra ahora en Cronin una visión retorcida, fresca y respetuosa de un mal que persiste, que evoluciona y que, ahora, se atreve a profundizar en otro tipo de miedos sin dejar de lado lo escatológico o gore, probando que aún hay vida después de Campbell y Sam. Y eso es muy ‘groovy’.