‘Los Indestructibles 4’: Desfile de escenas de acción de los que saben
CORTE Y QUEDA. La cuarta entrega de la saga es dirigida por Scott Waugh y no intenta reinventar ni ser profunda solo cumple su propósito de entretener
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Fotograma de 'Los Indestructibles 4'.
La franquicia de Los Indestructibles ha vuelto con su cuarta entrega, y si esperaban una dosis de acción desenfrenada, puede que esta cinta tenga justo lo necesario para entretener. Dirigida por Scott Waugh (Need for speed, Proyecto Extracción), regresa parte del elenco original con Sylvester Stallone, Jason Statham, Dolph Lundgren y Randy Couture que se mantienen en el grupo, mientras que el rapero 50 Cent y Megan Fox se unen a la tropa.
La trama, como en cintas anteriores de la franquicia, no intenta reinventar la rueda, y eso es precisamente lo que los fanáticos de la serie esperan y aprecian. El veterano mercenario Barney Ross, interpretado nuevamente por Stallone, lidera a su equipo de endurecidos guerreros en otra misión cargada de acción donde se enfrentarán a un nuevo desafío que pone a prueba su ingenio, experiencia y, por supuesto, su fuerza bruta.
El filme es un desfile de escenas de acción espectaculares que van desde tiroteos intensos bastante sangrientos hasta peleas cuerpo a cuerpo coreografiadas de manera bastante deficiente. La dirección de Waugh no hace buen trabajo pues comete sendos errores en el montaje con la finalidad de mantener a los espectadores al borde de sus asientos durante todo el metraje, falla en hacer lucir a sus protagonistas expertos en el cuerpo a cuerpo. Las secuencias de acción si están hábilmente coreografiadas pero no se sienten auténticas, lo que causa problemas en su ritmo, generando un verdadero caos el caos y la violencia de la trama.
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El elenco de estrellas tampoco brilla en sus respectivos papeles. Sylvester Stallone, como siempre, encarna a la perfección el papel de Barney Ross pero su carisma y presencia en pantalla no bastan para mantener vigente a este líder de la banda. Ahora, el ancla de la franquicia cae en manos de Jason Statham, que aporta su estilo característico y su destreza en las peleas en el rol de Lee Christmas, lo que resulta en algunas de las secuencias de acción más memorables de la película.
Dolph Lundgren y 50 Cent también tienen la oportunidad de destacar en esta entrega, pero ambos ofrecen actuaciones muy lejano a ser sólidas, especialmente el trapero qué parece solamente tener una expresión para todo. Entre las nuevas adquisiciones de la franquicia, Megan Fox, aunque no es la primera cara que asociarías con una película de acción, sorprende gratamente con su actuación y se integra bien en el equipo de mercenarios.
La trama, si se le puede llamar así, sirve principalmente como un pretexto para las secuencias de acción y las interacciones entre los personajes. Es simple y directa, lo que permite que la película se centre en lo que hace mejor: la acción. Sin embargo, esto también significa que la película carece de profundidad en cuanto al relato o los arcos de los personajes. Ni qué decir de los villanos, que son genéricos y carecen de desarrollo, sintiéndose superficiales y hasta un tanto burdos, sin algún sentido de amenaza.
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La película también se beneficia de su sentido del humor. A lo largo de la misma, se lanzan chistes y bromas que alivian la tensión de las escenas de acción y agregan un toque de diversión al conjunto. Estos momentos cómicos, en su mayoría proporcionados por personajes como Statham y Lundgren, son bienvenidos y añaden un equilibrio a la película, aunque hay otras líneas que son de pena ajena y se sienten completamente fuera de lugar.
En cuanto a la producción, cuenta con una impresionante cantidad de explosiones, persecuciones de alta velocidad y peleas intensas. Los efectos especiales y las secuencias de acción se sienten un tanto inferiores a comparación de las anteriores y su ejecución deja mucho que desear para una cinta que costó 100 mdd, desaprovechando su presupuesto para ofrecer momentos visualmente impactantes que satisfarán a los fanáticos de las películas de acción, olvidando un poco esa vena de efectos prácticos qué ha ido perdiendo la franquicia.
A pesar de sus claras limitaciones, Los Indestructibles 4 cumple su promesa de entregar tremendas dosis de testosterona y machismo ininterrumpidos que podrá ganarse a los fans de la franquicia y considerarla emocionante. La película sabe exactamente lo que es y lo que ofrece al público, y no pretende ser algo más.
En ese sentido, es una experiencia cinematográfica divertida para los amantes del género de acción, a pesar de que los héroes ya no pueden con el peso de serlo. Si buscas una película con una trama profunda y personajes complejos, esta no es la elección adecuada. Pero si anhelas una dosis de golpes, sangre, sudor y exceso de explosiones, tiroteos y peleas épicas, esta película te llevará a un viaje lleno de adrenalina que no querrás que termine. La franquicia de Los Indestructibles sigue entregando la diversión y la emoción que sus seguidores esperan, pero a qué costo.
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