Escenario

Marwán en el Metropólitan: Alzar la voz por la poesía, el amor y Gaza con ‘Canciones para una urgencia’

COBERTURA. La noche de este sábado el cantautor madrileño se presentó en la Ciudad de México con Ale Zéguer y Leonel García como invitados especiales

música

Marwan en el Teatro Metropólitan.

Marwan en el Teatro Metropólitan.

OCESA/José Jorge Carreón

Dos décadas de trayectoria se dicen fáciles, pero para el madrileño Marwán, trovador que busca seguir el camino de sus ídolos cantautores que hablan desde el alma, como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat o Mikel Erentxun, por decir algunos, es una celebración que ameritaba un recital especial, de aquellos donde la poesía y la música se conjuntaron. Y justo eso sucedió en el Teatro Metropólitan la noche del sábado.

Ante un ambiente calmo, lleno de almas que han sufrido desamor y lecciones de vida al lado del artista y escritor de padre palestino y madre española, Marwán solamente necesitó de su presencia, su lírica y sus fieles músicos de compañía, además de unos globos blancos, para conquistar el escenario con la fuerza de sus canciones y festejar a su manera con sus Canciones para una urgencia.

Después de un acto abridor y de tres llamadas para el público, rodeado de declaraciones de amor a todo pulmón por uno que otro asistente así como de chiflidos y gritos que clamaban por la presencia del galante poeta, una luz roja sirvió de acompañante para que las batería, la guitarra y el teclado escoltaran a Marwán, quien se hincaba en el escenario con su traje azul a cuadros lanzando besos al aire en agradecimiento a todos los presentes.

Así lució el Metropólitan.

Así lució el Metropólitan.

OCESA/José Jorge Carreón

“Como hacer que vuelvas” fue la canción que este juglar hispanopalestino escogió para abrir la noche, aprovechando cada momento que tenía para hablar directo con su gente. Esa conexión innegable y poética que sólo un poeta tiene para contar sus historias se sentía entre las sombras que rondaban las paredes del recinto. “¿Cómo está mi gente de México? ¿Qué es esta locura? Hace 10 años, cuando cantábamos para treinta personas, jamás pensamos que algún día pasaría esto”, afirmaba emocionado.

Entre los gritos de “guapo” y los “te amo” que siempre se escuchaban en las pausas que hacía este bardo entre sus temas para romper el silencio o acompañar sus anécdotas, Marwán no dejaba de cantarle al desamor y los corazones partidos mientras “Te podría decir” y “Animales” seguían este recital mágico en el que, en palabras del madrileño y su particular sentido del humor, “en México son inmunes al desaliento y si toco 17 canciones seguidas de ello no pasa nada mientras que en España toco tres y las tías andan ya suicidándose”.

El español pudo explorar diversas facetas de su personalidad como cantautor, mostrando que no hay necesidad de pantallas ni parafernalia cuando la música y el carisma lo tiene el trovador nato. Así, entre pasos de baile que derritieron a sus fanáticas, “El viejo boxeador” sonaba con las palmas en alto del público, que aprendía una lección sobre el éxito y el luchar por los sueños a su manera para ser como los viejos campeones, continuando la buena vibra con “La Reina del Jäger”. “Últimamente hago más esto de cantar y bailar, pensaba que este rollo no gustaba”, decía sobre su acto mientras la gente en el recinto de la calle Independencia le daba el visto bueno haciendo corazones con sus manos.

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Después de mostrar un poco de su lado bailarín y rockstar, Marwán optaba ahora por el rap con “Necesito un país”. “Tengo dentro un rapero frustrado, lo que si no tengo es un reggaetonero frustrado, eso jamás lo van a ver en mí”, bromeaba nuevamente el poeta que seguía repasando gran parte de sus Canciones para una urgencia, recordando sus éxitos y recordando cómo a veces caemos con cierto tipo de personas donde el amor no funciona y la culpa siempre es del maltratador.

“Pero un día me pregunté porque siempre tenía sueños con mujeres complicadas”, expresó el bardo español para dar paso a “Sueños sencillos”, llegando al alma de todos aquellos que no saben cómo lidiar con la decepción, la culpa y aquellos amores donde tuvieron todo y lo perdieron.

Como buena velada de fiesta, la gala tendría ciertas sorpresas para los oyentes de esta poderosa poesía, como “La pareja interminable”, tema que no había cantado en esta gira, provocando los coros de acompañamiento de todos los presentes en el teatro que después recibirían a la primera invitada de la noche, una compositora y cantante mexicana, Ale Zéguer, que recordó cuando lo vio actuar por primera vez en el extinto Plaza Condesa, siendo un momento inspirador para ella. Así, “Carita de tonto” fue la elegida para el dueto con este trovador moderno que siempre habla de lo que ha vivido. 

Una de las mejores fotos de la velada.

Una de las mejores fotos de la velada.

OCESA/José Jorge Carreón

“Una de las cosas que me ha hecho más feliz fue cuando en el 2013 y pocos meses después, en el 2014, había una canción dedicada a Madrid y acá en México todos lo cantaban a lo bestia. Fue en el Lunario y quiero que la cantes mucho ahora”, rememoraba un nostálgico Marwán antes de cantar “Puede ser que la conozcas” junto a “Renglones torcidos”, que provocó que la gente siguiera el ritmo con las manos en alto y las luces de los celulares acompañando aquellos sueños nunca cumplidos a los que Marwán hace alusión en su poesía sobre amores peligrosos.

Ciudad de México, sois el más amoroso y cálido público de todo el mundo”, afirmó emocionado el cantautor con todo y un breve momento de humor negro donde corrigió la pronunciación de su nombre antes de “La ecuación”, donde el amor y las matemáticas se conjuntaban en un problema que no tiene una buena solución. El español pidió entonces su celular y presentó un mensaje de audio por parte de Rozalén, compañera del oficio de las letras que no pudo estar ahí para acompañarlo en “Las cosas que no pude responder” pero que prometió que pronto esperaba hacerlo ante el público mexicano.

Pero las sorpresas del trovador seguían, ahora cantando con otro invitado que enloqueció a todos, Leonel García, ex miembro de Sin Bandera, que en voz de Marwán “es una de las personas más talentosas que conozco y de una bondad brutal, no tengo palabras para decir lo feliz que estoy de estar con él esta noche” y así dieron paso a “La vida cuesta”, poema sobre aquellas cosas que nos pasan en la vida que no siempre salen bien especialmente en los asuntos de amores pasados para continuar con “Conviene saber”, tema que en su disco de aniversario canta con su compañero filólogo, el rapero Sharif, provocando que el Metropolitan se pusiera por completo de pie para rendirle pleitesía al anfitrión que saldría del escenario en una pequeña despedida antes del final.

Momento en que canta con Leonel García.

Momento en que canta con Leonel García.

OCESA/José Jorge Carreón

Después de esa pequeña pausa, Marwán salió solo al escenario con su guitarra en mano y usando una bufanda con la bandera palestina ante un par de gritos de Viva Palestina Libre. “Mi padre es refugiado palestino. No quiero dar un discurso político pero mi familia fue expulsada de Israel en 1948 y él nació en una tienda de campaña en un campamento de refugiados. Mi familia era como las de ahora en la Franja de Gaza donde ahora mismo ocurre un genocidio en el que han matado cerca de 14 mil niños indirectos y casi ningún gobierno dice nada”, aseveró mientras la emotiva “Nana urgente para Palestina” cimbró los corazones de los presentes.

Mientras el adiós se acercaba, el hispanopalestino invocó a sus “Ángeles” con su guitarra en medio del escenario para después llamar a su último invitado de esta noche mágica de trova, Miguel Inzunza, a quien conoce por lo menos desde hace 17 años. “Son pocas personas a las que admiro tanto en la música”, expresó Marwán mientras a dueto entonaban “Mi paracaídas”.

Ofreciendo momentos álgidos, emotivos y llenos de ese sentimiento característico de Marwán, la despedida de sus Canciones para una urgencia llegó con “Un día de estos” y “5 gramos de resentimiento”, donde el madrileño, su banda y el público se convirtieron en una sola voz que al unísono demostraba que la poesía y las emociones son lo único que basta para salvarnos de una emergencia donde las canciones y la música, efectivamente, son el mejor remedio para expresarse.