Miguel Bosé y las memorias de ‘Tacones lejanos’ con Almodóvar
COBERTURA. El cantante es uno de los invitados de honor del Festival Internacional de Cine de Morelia
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Miguel Bosé en el FICM.
El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) continuó con su gala de grandes invitados este lunes por la noche cuando el artista español Miguel Bosé hizo acto de presencia ante el público que llenó el Teatro Matamoros para tener una plática muy interesante junto a Alejandro Ramírez, presidente del evento fílmico, y la directora y cinefotógrafa Victoria Clay, acerca de Tacones lejanos (1991) y de su carrera en el cine después de pasar por la danza y el teatro.
“Llegó un director amigo de mi madre, italiano, que hacía western y estaba a punto de empezar una película en Egipto sobre alemanes y la Segunda Guerra Mundial, con un elenco impresionante y me dijo: ¿te apetece hacer un papel en el cine?’ Y como buen adolescente, dije que sí a todo, hasta que, de repente, encontré mi lugar”, recordó el intérprete de “Amante bandido”.
“Mi papel consistía en tirarme de un paracaídas, lo recogía, me volteaba hacia un superior alemán joven que me hacía una pregunta en el idioma y yo le contestaba. Me pegaban un tiro, me mataban y ahí se acababa todo. Y me dije: ¿esto es cine y encima te pagan? Quiero hacer más. A partir de ahí, acepté otras pequeñas cosas, viajé a Roma e hice otras cuantas cintas justo antes de comenzar a cantar y pensaba que me iba a quedar ahí, tenía una novia estupenda, me quería casar y muchos otros errores más que al final no cometí”, ironizó un poco Bosé.
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El artista español también ofreció detalles acerca de su doble papel en la popular cinta del cineasta manchego, Pedro Almodóvar. “Cuando él escribe tiene todos los personajes en la cabeza, los tonos de cómo tiene que ser dicho y hay que saber escapar. Pero a un director siempre hay que aprender a sorprenderle, pues cuando le pillas a contrapié de algo que no se espera, le va a parecer siempre mejor o más creativo, porque no se lo esperaba”, afirmó Bosé, quien también agradeció los consejos de su amiga, una de las más reconocidas ‘chicas Almodóvar’, Victoria Abril. “Ella me dijo que no debía hacerle mucho caso a sus indicaciones, porque Pedro es un buen director pero es un muy mal actor”, añadió un bromista Miguel.
Asimismo, el artista habló de cómo no existía otra persona para hacer de Letal en ese entonces que no fuera él. “En España no había una sola persona capaz de hacer ese papel y que se impregnara en la mente de todo el mundo. Pedro lo sabía pero jamás lo admitiría. Así que hice las pruebas y me quedé con el papel. No me considero actor, pero soy muy aplicado. Cuando me pongo a hacer las cosas las hago seriamente, intento hacerlas muy bien. Eso si, se van a dar cuenta de que sigo conservando esas espléndidas piernas”, manifestó.
Pero la labor no fue tan sencilla, especialmente cuando comenzaron las pruebas de maquillaje y vestuario. “Ahí empezó la agonía pues eran horas de maquillaje, estiramiento de piel y prótesis pesadas, todo eso era una necesidad en la caracterización de Letal. Debía ser todo muy subido, luego la peluca, las pestañas, me afeitaban desde las seis de la mañana, y a las cuatro de la tarde la barba me empezaba a salir, por lo cual había que quitar el maquillaje y rasurar”, comentó.
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“Los ricitos estos que te hacen, con una malla que estaba enganchada con horquillas, te la giraban para que estirase la piel. Era tanto el proceso que una vez me la habían estirado tanto que me estaba sangrando una de las puntas, la cabeza no la sentía. Por eso ahora cuando me dicen ‘eres un descerebrado’, ya sé lo que se siente”, añadió provocando la risa de los asistentes.
Miguel Bosé aprovechó para elogiar también la escritura de Pedro Almodóvar pues fue el guión de Tacones lejanos lo que lo atrapó. “Siempre le insisto y le digo que lo que tiene que hacer es escribir libros. Porque los guiones suyos llevan mucha información, para hacer los diálogos y los encabezados, hay una cantidad enorme de información, de colores, de formas”, expresó.
“Es muy descriptivo. Pero eso sí, no permite ni media coma de cambio, ¡jamás!: ‘la frase es la frase, la coma es la coma, la pausa es la pausa, y si yo creo que tienes que decir una cosa, te lo voy a decir; no lo cambias tú’. Es decir que, con él, no había posibilidad para la improvisación”, señaló el exitoso artista español.
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A un nivel más personal, Bosé declaró que, definitivamente, ser padre ha cambiado la perspectiva de su vida. “Creía que había nacido para la música, luego para la biología marina, pues otra de mis grandes pasiones es bucear. Pero ahora sé que nací para ser papá, ellos lo saben, en eso no se puede mentir. Pero la verdad es que estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado la vida, de poder vivir las cosas, entenderlas, asimilarlas y poder progresar”, comentó.
Finalmente, ante la pregunta de un seguidor de qué le diría el Bosé de ahora a su versión de 23 años, el español fue tajante. “No tires la toalla, la vida del artista es muy complicada pero he aprendido que hay tres cosas que tienes que hacer en la vida para poder lograr lo que quieres. La primera es trabajar, la segunda es trabajar y la tercera es trabajar. Ni se te ocurra tirar la toalla”, concluyó.
Al terminar el conversatorio de casi media hora en la que recibió el afecto del público, así como una piñata de regalo, Miguel develó su asiento con su nombre que formará parte de la legendaria sala 4 alrededor de todos los invitados especiales y homenajeados en la historia del festival, no sin antes grabar un video con todos los asistentes como “un recuerdo de este bello momento” y hacer una faena con la manta que tapaba el asiento al más puro estilo de su padre, el torero Dominguín.
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