Víctor García: “El terror ha sido un refugio para mí”
ENTREVISTA. El cineasta español estrenó este fin de semana el filme ‘Comunión con el diablo’, una apuesta que compite con los filmes de la temporada de premios de Hollywood
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El terror cinematográfico parece estar evolucionando continuamente en los últimos años, adaptándose a las necesidades de un público que va perdiendo capacidad de asombro y requiere de historias con elementos más directos en su forma de generar tensión. El cineasta español Víctor García ha estrenado su cinta Comunión con el diablo la cual intentará establecer una conexión con un público ávido de narrativas con mayor impacto.
Sara (Carla Campra) vive en un pequeño pueblo donde todo parece ser aburrido y austero. En medio de una salida nocturna juvenil, el encuentro con una niña en medio del bosque develará – paulatinamente – un pasado que toda la comunidad ha intentado dejar atrás, y desencadenará encuentros con un mundo espiritual que entregará más dudas que conclusiones.
El director oriundo de Barcelona, España, ha estado ligado al cine de género a lo largo de toda su carrera, teniendo la oportunidad de trabajar con figuras del tamaño de Sam Raimi, iniciando en el área de efectos especiales para después dar el salto a la dirección. García nos comparte la relevancia del terror tanto en un plano personal como profesional:
“Al elegir el camino de la ficción cinematográfica, el terror se ha convertido en un refugio para mí, a pesar de disfrutar de todo tipo de cine; sin embargo, las producciones de género siempre han tenido un extra. Cuando era joven, intentaba consumir muchas películas de terror, aunque por edad esto fuera complicado, pero era parte de esta magia de lo prohibido lo que me llenaba de curiosidad”, contó el director para Crónica Escenario.
Al ser un joven que buscaba constantemente acercarse al cine de género, sus inquietudes y dudas sobre las formas y métodos de realización dentro de estos terrenos crecieron día a día:
“La fascinación que tenía de pequeño por conocer cómo se hacían estas películas de terror, sus trucos, los maquillajes, entre otros elementos, me llevaron a iniciar mi carrera como técnico de efectos especiales, hasta que tuve la oportunidad de rodar mi primer corto, dando el salto a la dirección cinematográfica; a pesar de que sí he tenido la posibilidad de explorar diversas áreas en cuestión de géneros de cine, me parece que mi trabajo siempre estará ligado al terror”, platicó el realizador sobre sus orígenes y la repercusión de estos hasta su actualidad.
Por otro lado, la escena global del cine de terror siempre se ha visto envuelta en un constante debate sobre su propio reconocimiento, en donde existe un consumo masivo de estas cintas de género, pero que no parecen estar en el radar de los especialistas durante estos encuentros fílmicos con renombre, los cuales se olvidan – aparentemente – trabajos de esta naturaleza:
“A mí me sabe mal que se tengan que generar espacios específicos para que se le pueda reconocer al cine de terror y horror, aunque el tema de las modas no me parece tan relevante, yo valoro más el cine por lo que es y lo que me está contando; al entregar una historia, el argumento o discurso nunca debe chocar con el género cinematográfico elegido, porque en el momento que este último está por encima de la idea base, no estoy seguro si la persona está intentando entregar un producto con esencia propia o su objetivo es el de ganar premios” expresó el director sobre las raíces sobre las que deberían sustentarse el cine en general.
Comunión con el diablo (2023) ya está disponible en distintas salas de nuestro país, siendo un proyecto que tuvo un trayecto complejo como cualquier producción fílmica:
“Se están cumpliendo tres años de los primeros bocetos de esta historia, y desde entonces hemos permanecido en una especie de cápsula donde la cinta se ha proyectado en distintos lugares, pero en realidad aún no es del público, es como si aún fuera nuestra”, mencionó García acerca de su sentir previo al estreno.
“La génesis del proyecto viene de un encargo muy vago del estudio sobre una leyenda de la ‘niña de la comunión’ que se aparece esporádicamente en ciertos lugares de España, dándonos claves muy concretas las cuales tuvimos que desarrollar y profundizar poco a poco, con la oportunidad de generar algo desde nuestra parte creativa, y agregando temas e inquietudes que nos parecían relevantes”, concluyó el realizador.
Con claras referencias a The Ring (2002) o Anabelle (2014), el nuevo filme del español estará compitiendo en cuestión de taquilla con algunas de las películas que poseen nominaciones de la próxima entrega de los Premios Oscar.