Él es tapatío. José de aproximadamente 40 años de edad y carácter tímido, quien trabaja en una compañía fabricante de PVC en los Estados Unidos, decidió visitar a su familia aquí en La Perla Tapatía y desde luego con la firme intensión, también, de comer su fruto preferido, los guamúchiles, ese exquisito manjar que se da en los tiempos de altas temperaturas aquí, en Jalisco, precisamente en los meses de mayo y junio.“Me gustan porque son buenos y tenía 20 años que no los volvía a probar debido a que estaba en California (Estados Unidos) y ahorita volví a buscarlos”, explica con una sonrisa de niño pequeño (de esos párvulos que con su mirada y alegría contagian a los que pasan a su lado) y con sus familiares a acompañándolo, deciden comprar un kilo de este maravilloso fruto.Algunas personas como en el Norte del país los acompañan con chile, limón y sal (gusto típico del mexicano), mientras, que aquí en Jalisco, la gente simplemente les quita la cáscara, explica Claudia, una vendedora de guamúchiles y quien desde las 7 de la mañana recibe a la clientela para vender desde medio kilo hasta dos kilos.En la experiencia popular se dice que este fruto produce un aire de tranquilidad, un momento espontáneo que sale de muy adentro de cada persona que lo engulle y transforma en paz interior, pero aún así, no se resisten a comerlo, por lo que en esta época son completamente demandados por los tapatíos y uno que otro visitante, nacional o extranjero, que busca conocer este fruto que se hace competencia junto con la pitaya en esta época de calor.“Bendito Dios que nos dio la oportunidad de comer guamúchiles”, dice José, quien gozoso se retira de alguno de los mercados que hay en la Zona Metropolitana de Guadalajara para convivir con su familia, y poder degustar un buen plato de guamúchiles, esto, después de un viaje de poco más de 2 mil kilómetros en ruta y 20 años de estar lejos de su tierra natal, Jalisco.mac
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