De aquel día se cuentan muchas historias: que desde una semana antes comenzaron a reportar intensos olores a gasolina procedentes del drenaje, que las explosiones se originaron con la gasolina que derramó el poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial, y que durante semanas el hidrocarburo se habría dispersado por el colector del Sector Reforma.
En lo que todos coinciden en que el 22 de abril es una de las peores (si no es que la peor) efemérides registradas en la historia de la Ciudad. Ese día, hace 25 años, a las 10:05 horas se registró una explosión que causó la muerte de 225 personas.
Fue exactamente un miércoles de Pascua de 1992 cuando estallaron 15 kilómetros del colector que atravesaba el Oriente de la ciudad. Además de las pérdidas humanas, de acuerdo con cifras oficiales, la tragedia dejó lesionadas a más de mil 400 personas, más de 3 mil fincas dañadas (705 de éstas quedaron completamente destruidas) y millones de pesos en pérdidas económicas.
Varias calles del Barrio de Analco quedaron totalmente destrozadas como la Colonia Atlas, Las Conchas, Quinta Velarde, Ángel Guzmán y San Carlos.
De acuerdo con informes que quedaron documentados en distintos medios de comunicación, cinco días antes del estallido, vecinos de la zona de Analco y de Valle del Álamo reportaron a Bomberos de Guadalajara intensos olores a gasolina que procedían del drenaje, por lo que el cuerpo de rescate atendió el llamado tres días después, el 20 de abril, cuando los olores eran más insoportables debido a las altas temperaturas que se registraban en esa ocasión.
En un intento por controlar la situación, los Bomberos lanzaron descargas de agua en el drenaje. Pero eso no fue suficiente; la prueba está en que la madrugada del 22 de abril se reportó que la tapadera de una alcantarilla en la calle de Gante se había botado por la presión de los gases. Para las 10 horas sería demasiado tarde: se produjo la primera de 10 explosiones.
De acuerdo con peritajes realizados por la Procuraduría General de la República (PGR), la tragedia se materializó por una fuga de combustible del ducto Salamanca-Guadalajara. La gasolina habría permeado por el drenaje que estaba perforado.
En 2008 en el parque de San Sebastián de Analco, una de las zonas más afectadas por las explosiones, se construyó un monumento llamado “Estela contra el olvido” en memoria de las personas que murieron en esta tragedia.
(Fotos: Cuartoscuro)
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