
La Secretaría de Cultura de Jalisco reconoció al escritor Emiliano Alvar Rodríguez Cassigoli con el Premio Nacional de Ensayo Joven José Luis Martínez 2025 por su obra Datos Sensibles, un texto que explora las huellas íntimas del exilio chileno y las prácticas de vigilancia del Estado mexicano durante la Guerra Fría.
La ceremonia se llevó a cabo en el Edificio Arroniz y fue encabezada por Allen Vladimir Gómez Ruiz, Director de Desarrollo Cultural y Artístico, en representación de Gerardo Ascencio Rubio, titular de la Secretaría de Cultura, así como por Ruth Escamilla Monroy, Jefa de Lengua y Literatura.
Escamilla Monroy recordó que el certamen, convocado desde 2018 por el Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Cultura de Jalisco, impulsa la creación entre escritores de 18 a 34 años y honra la trayectoria del ensayista jalisciense José Luis Martínez.
El premio incluye la publicación del libro en la colección Tierra Adentro y un estímulo económico de 70 mil pesos. El jurado —integrado por Lobsang Castañeda, Irmgard Emmelhainz y Tanya Huntington— destacó la obra por su destreza narrativa, sentido del humor y madurez formal.
Datos Sensibles parte del expediente de espionaje del abuelo del autor, un exiliado chileno vigilado por la Dirección Federal de Seguridad. La obra reconstruye una historia familiar marcada por el desplazamiento y propone una estructura textual que refleja esa tensión mediante tachaduras, notas y marcas que resguardan información personal y dialogan con el trauma heredado.
Entre los invitados especiales asistieron el académico Alfredo Villanueva Mercado, también exiliado chileno y profesor jubilado de la Universidad de Guadalajara; el escritor José Israel Carranza, asesor del autor durante su beca del FONCA; además de ensayistas, investigadores, editores y directores de bibliotecas locales.
Al recibir el reconocimiento, Rodríguez Cassigoli expresó sentirse honrado y señaló que el premio representa una oportunidad vital para quienes inician su carrera literaria en un contexto adverso para la creación. Relató que el origen de su libro surgió de la desclasificación de archivos de la antigua DFS, donde apareció el nombre de su abuelo, a quien nunca conoció.
“El ensayo fue una vía para reconstruir su figura a través de los ojos del hombre que lo espió y para reflexionar sobre la cercanía secreta entre literatura y vigilancia: dos oficios que observan, registran y buscan sentido”, compartió.
La Secretaría de Cultura subrayó que este reconocimiento reafirma su compromiso con la promoción de nuevas voces y con la difusión de proyectos literarios que recuperan memoria, identidad y reflexión crítica, alentando la formación y continuidad de jóvenes creadores.