La congregación católica mexicana Legionarios de Cristo, del padre michoacano Marcial Maciel Degollado, ha perdido con la derrota del Partido Popular (PP) en las elecciones del 14 de marzo un fiel aliado en el poder, lo que supone un frenazo en su expansión en España, donde logró hacer sombra al Opus Dei en las más altas instancias del país.
Bajo los ocho años de gobierno de José María Aznar, los nuevos movimientos eclesiásticos, como Camino Neocatecumenal o Comunión y Liberación, gozaron de un espectacular auge, con más de medio millón de fieles sólo en España y presencia en los cinco continentes, un auténtico “ejército” bendecido por el papa Juan Pablo II para neutralizar movimientos “herejes”, como la Teología de la Liberación; o “rebeldes”, como la Compañía de Jesús, de nuevo en la senda vaticana.
Al igual que el Opus Dei, los Legionarios de Cristo prefieren “pescar” entre las élites políticas y empresariales en vez de entre las masas. De manera silenciosa pero imparable, los Legionarios se colaron en el Congreso y llegó a superar a la orden del canonizado José María Escrivá de Balaguer en número de adeptos entre los ministros de Aznar.
SEGUIDORES. Entre los seguidores del padre Maciel se encuentran el ahora ex ministro del Interior, Angel Acebes, y el ex de Justicia, José María Michavila, quien “traicionó” su compromiso con el Opus Dei para pasarse al bando de los Legionarios. El último “opusiano” que quedaba en el anterior gobierno era el ministro de Defensa Federico Trillo, aunque el Opus cuenta aún con una multitud de adeptos en todas las capas del PP.
La congregación mexicana rondó también el Palacio de la Moncloa, en torno a Ana Botella, esposa del ex presidente Aznar, como cuenta el periodista de la agencia EFE José Martínez de Velasco, en su libro Los Legionarios de Cristo. El nuevo Ejército del Papa, en el que profundiza sobre la personalidad del padre Maciel y su estratégica expansión en España, con la vista puesta en El Vaticano.
Según Martínez de Velasco, el fundador de los Legionarios es un hombre de “notoria ambición, dotado de una personalidad fría y calculadora, que fomenta el culto al personalismo y está más preocupado en difundir entre los pobres una catequesis ultraconservadora que la defensa de una auténtica justicia social”.
Denuncia. El periodista subraya que las ocho acusaciones contra Marcial Maciel por supuestos abusos sexuales a seminaristas no le han impedido al líder religioso mexicano codearse con líderes empresariales y políticos españoles, y de mantener excelentes relaciones con el papa Juan Pablo II.
De entre los empresarios destaca Íñigo de Oriol, presidente de la compañía eléctrica Iberdrola, que ha realizado fuertes inversiones en México, y la mujer más rica de España, la empresaria Alicia Koplowitz.
Pero es en el campo de la educación donde la orden despliega todo su poder y prepara a las futuras generaciones de legionarios. Para ello cuenta con un campus universitario en Madrid, la Universidad Francisco Vitoria. La orden posee también dos seminarios —en Salamanca y Valencia— y siete colegios, todos en zonas lujosas de Madrid, Barcelona y Valencia.
El último de estos centros ha reavivado una polémica entre laicistas y religiosos en España. Los dueños del colegio Virgen del Bosque, ubicado en Villaviciosa de Odón, una ciudad residencial de lujo en la periferia de Madrid, vendieron el centro a los Legionarios de Cristo cuando el curso ya había empezado y sin que lo supieran los padres de los 635 alumnos, que había previamente pagado por que sus hijos reciban una educación laica.
Haciendo oídos sordos a las protestas de los padres, el nuevo director del centro, Manuel Galiot, dijo que la primera medida que tomará será montar una capilla, contratar un sacerdote para que los alumnos puedan confesarse durante el recreo y separar a los niños y las niñas en salones diferentes “y ojalá que luego se casen entre ellos porque seguro habrá menos divorcios”.
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