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Panamá, punto crítico en ruta migratoria, se alinea al Plan México-EU

 El Flujo migratorio iniciado en la selva del Darién involucra a 400 mil personas; es probable que una cuarta parte sean menores de 18 años

Un migrante venezolano carga a su hija Victoria de un año y medio luego de atravesar la selva del Darién

Un migrante venezolano carga a su hija Victoria de un año y medio luego de atravesar la selva del Darién

EFE

El candidato que encabeza las intenciones del voto en las elecciones presidenciales de Panamá, José Raúl Mulino, está convencido de cerrar las fronteras para evitar el libre tránsito de migrantes. Su plan, comenta, es deportar a los migrantes que transitan irregularmente e impedir que el Darién, la peligrosa selva centroamericana, deje se ser el punto de partida de cientos de miles de personas que intentan llegar a los Estados Unidos.

Mulino fue ministro de seguridad de Panamá, por lo que conoce bien el asunto migratorio en el Darién. Su posición, no permisionista respecto al tránsito al ingreso y salida de migrantes por territorio panameño, encaja bien con los planes que México y Estados Unidos elaboraron, inicialmente por su cuenta, aunque recientemente involucraron a Guatemala, y que básicamente intenta evitar que las masas de migrantes se acumulen en México y luego en la frontera sur estadunidenses. El objetivo es que esa la ola migratoria sea detenida a partir de la regulación y una vigilancia efectiva de los migrantes en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.

Como en otros temas del pasado, los Estados Unidos estarían dispuestos a desembolsas cantidades importantes de dólares (al menos el gobierno demócrata de Biden) e inyectarlos en Centroamérica a efecto de crear fuentes de empleo que retengan a la población local e incluso a los propios migrantes.

Pero el primer paso es restringir el paso libre de las personas en situación de movilidad y en eso el candidato puntero de las presidenciales panameñas está de acuerdo. Su política resultaría un golpe para las intenciones de miles de haitianos y venezolanos que, a raíz de la pésima situación que viven sus respectivos países, contemplan el tránsito terrestre como una opción. Se calcula que 400 mil personas transitaron sin documentarse por el Darién en 2023, llegando al medio millón quienes intentaron o lograron transitar por México.

José Raúl Mulino ha prometido la deportación aérea como fórmula para evitar la acumulación de migrantes retenidos, además de que está llamando a Costa Rica a que se sume a este esfuerzo.