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Tras seis años de impunidad, José Juan 'N' fue sentenciado el tercer y último implicado en el secuestro, violación, tortura y asesinato en el año 2015 de Fátima Quintana, una menor que en ese entonces 12 años de edad. Era sólo una niña y sufrió uno de los feminicidios más atroces.
Un juez del Tribunal de Enjuiciamiento del Poder Judicial del Estado de México, con competencia ampliada en el Distrito Judicial de Lerma, impuso pena de prisión vitalicia a José Juan 'N'.
Además de la prisión preventiva, el juez fijó multas y la suspensión de sus derechos civiles y políticos.
“JJ ‘N’ era la única persona que no había sido condenada, después de seis años de haber truncado la vida de Fátima, quien a sus 12 años de edad fue brutalmente torturada y asesinada por sus tres vecinos al regresar de la escuela”, enfatizó el Observatorio Ciudadano Nacional del Femicidio (OCNF), a través de un comunicado.
El 5 de febrero del año 2015, en el municipio de Lerma, Estado de México, Fátima caminaba rumbo a su casa, cuando fue interceptada por sus vecinos, a tan sólo 200 metros de su casa.
En una hora con 20 minutos, aproximadamente, su cuerpo padeció y soportó los actos más indescriptibles cometidos por otro ser humano.
La pequeña luchó hasta final. De acuerdo con la madre, se sabe que durante el ataque, la menor logró voltear el mismo cuchillo con el que fue atacada e hirió a uno de sus agresores, lo que hizo que se enfurecieran aún más.
La niña fue amagada y llevada a un domicilio que fue escenario de la tortura que sufrió en el poblado de La Lupita Casas Viejas. Fue abusada sexualmente, golpeada en la cara y cuerpo por José Juan y otros dos sujetos -uno de ellos, menor de edad- hasta perder la vida.
A Fátima le fracturaron tobillos y muñecas. su cuerpo presentaba heridas de 30 centímetros en el pecho, y otras de 10 centímetros en la entrepierna, pero ella seguía luchando por sobrevivir. Fue entonces cuando los atacantes tomaron tres rocas de entre 60 y 30 kilos.
Los atacantes ocultaron el cuerpo de la pequeña entre la hojarasca y una llanta de automóvil en el bosque.
Al no llegar a casa, familiares y vecinos realizaron la búsqueda por todos los lugares posibles, El cuerpo fue encontrado por la propia madre, Lorena Gutiérez, quien estaba acompañada de Daniel, su hijo menor.
–¡Mamacita, saca a Fátima de ahí porque se está ahogando!- exclamó el pequeño Daniel, en ese entonces de 11 años de edad.
A unos cien metros de donde fue localizada Fátima, la sudadera fue descubierta manchada completamente de sangre en la casa de uno de los vecinos. Se trataba de la vivienda de los hermanos Luis Ángel y José Misael, a quienes posteriormente se les acusó del feminicidio ante las autoridades.
Al momento de descubrirse el delito, los tres implicados fueron retenidos por habitantes del lugar con la intención de ser linchados, pero la familia de la menor que fueran entregados a las autoridades, confiando en que se haría justicia. No tardaría mucho en arrepentirse porque de los tres detenidos, dos quedaron libres al poco tiempo, entre ellos José Juan, el sujeto que fue identificado como el principal agresor.
Dañaron a toda una familia
Sin embargo, a la muerte de la pequeña Fátima se sumó la violencia institucional, la cual había dejado en libertad a José Juan 'N'. Esa violencia alcanzó a toda la familia.
Pese a las pruebas, entre ellas, el cuchillo, la sudadera. los restos de sangre, las autoridades argumentaban que los documentos se perdieron, las vueltas sin lograr ningún avance llegaron a parecer eternas.
Pese a que se sabía que había dos tipos de sangre en ela escena, la fiscalía de feminicidios alegó que no había reactivos para hacer más pruebas químicas.
José Juan, el mayor de los tres agresores, fue defendido por los dueños del exclusivo colegio Sierra Nevada, lugar donde trabajaba como jardinero. Incluso contó con una defensa privada que logró sacarlo inmediatamente de haberse cometido el crimen.
Al poco tiempo de la muerte de Fátima, se sumó la de Daniel, su hermano menor, quien sufrió negligencia médica luego de que en cuatro hospitales de Nuevo León -lugar en el que la familia tuvo que exiliarse ante las amenazas recibidas por denunciar el feminicidio- se negaran a internarlo.
Daniel enfermó al poco tiempo del hallazgo de su hermana y la familia no encontró en ningún médico la solución. Comenzó con unos dolores en el estómago que cada vez se volvieron más y más insoportables. A su corta edad, Daniel hablaba de morir, y es que el asesinato de su hermana lo cambió por completo. De ser un pequeño alegre, la tristeza lo fue consumiendo poco a poco hasta morir.
La audiencia
A la audiencia fijada en el Poder Judicial de los Juzgados de Lerma se dieron cita familiares y organizaciones civiles para exigir justicia.
Me siento bien. Fátima, al final, obtuvo justicia. Se sentenció al feminicida a prisión vitalicia. Mis hijos, yo sé que nadie me los va a devolver, ni esta prisión vitalicia me va a devolver a mis hijos, pero por lo menos, este es un aliciente para todas las madres que luchamos, que caminamos día a día, que tenemos años por caminar y por lograr este acceso perfecto a la verdad y a la justicia”, manifestó su madre ante medios este martes.
En este caso también ya han sido sentenciados Luis Ángel 'N' a 73 años y cuatro meses de prisión, así como José Misael 'N', a quien se le dictó cinco años de internamiento en el Centro de Adolescentes "Quinta del Bosque" -´por ser menor de edad en el momento en que se cometió el delito-
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