En su Informe Anual 2021, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México (Unicef), destacó los grandes desafíos que tiene por delante el país, en materia de derechos de la infancia y adolescencia, ante el impacto que ocasionó en estos sectores de la población la pandemia por COVID-19.

En este sentido, en el documento se hace especial énfasis en la importancia de garantizar un regreso a clases seguro, ante la proximidad del siguiente ciclo escolar que se realizará en los últimos días del mes en curso, ello, a fin de reducir los impactos negativos de la COVID-19 en la educación.

La Unicef recordó que México fue uno de los países en donde las escuelas permanecieron completamente cerradas durante un largo período de 18 meses, con lo que, la mayor preocupación ha sido el probable aumento en las brechas de aprendizaje de las y los infantes, así como el riesgo de rezago o abandono escolar.

De manera particular, preocupan grupos de niñas y niños en mayor situación de vulnerabilidad, como quienes pertenecen a una comunidad indígena o viven en hogares en situación de pobreza y con recursos limitados para continuar la educación a distancia.

Al respecto, Fernando Carrera Castro, representante de Unicef México resaltó que otro de los temas preocupantes en relación a la infancia de nuestro país, es la violencia que se ejerce contra niñas, niños y adolescentes, así como mujeres, la cual ha ido en aumento a lo largo de los años.

Mencionó que tan sólo datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018 revelan que 52.8 por ciento de este sector de la población ha vivido algún tipo de disciplina violenta en sus hogares con actos como nalgadas, manazos o pellizcos.

Aunado a esto, se agregó que por el confinamiento adoptado por la pandemia del virus del SARS-CoV-2, se registró un incremento considerable los casos de violencia doméstica a nivel nacional, ya que con base en datos del Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal (CNPJE) 2021, la violencia familiar se incrementó en un 5.3 por ciento de 2019 a 2020 y alcanzó los 220,609 casos registrados, “y en México -dijo-, hay demasiada violencia contra la infancia, tanto por sus propios familiares, como pero también por el crimen que secuestra a los menores para iniciarlos en la delincuencia o explotación sexual.

Carrera Castro, mencionó que "México enfrenta un momento clave en su desarrollo y si algo muestra este informe es que la expansión económica a nivel nacional en 2021 estuvo acompañada, lamentablemente, de un aumento en la vulnerabilidad de la infancia y adolescencia en el contexto de la pandemia por el tema de la pandemia registrada por la COVID-19".

Asimismo, indicó que “un reto de esta naturaleza puede, y debe, ser enfrentado como una oportunidad. Una oportunidad de asegurar que el capital más valioso para cualquier país, sus niños, niñas y adolescentes, sea potenciado al máximo. Es un tema de derechos en el presente y de visión hacia el futuro”.

Respecto al tema migratorio, destacó que durante el 2021, se registró un récord en el número de menores de edad que migraron hacia Estados Unidos, así como en los desplazados internos de infantes que buscaron llegar a la frontera con el país vecino del norte, situación que obliga a atender este problema de los infantes que están desplazándose muchas de las veces solos por territorio nacional, con la intención de llegar hacia el vecino país del norte.

Otro punto fundamental para la infancia en nuestro país es el relacionado con la nutrición de los menores de edad, y es que datos de la ENSANUT 2020, las y los niños menores de 5 años registran prevalencias de desnutrición crónica en un 13.9 por ciento de ellos, así como anemia en 32.5 por ciento de niños de 1 a 4 años las cuales representan enfermedades que provocan daños irreversibles.

En contraparte, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es otro tema preocupante, ya que las cifras en nuestro país de niñas, niños y adolescentes con esta condición, se encuentran entre las más altas del mundo con un 38.5 por ciento niñas y niños de 6 a 11 años y un 43.8 por ciento adolescentes de 12 a 19 años en esta situación.