Las actividades referentes a la metalurgia y la manufactura han sido parte importante del desarrollo de las sociedades desde sus orígenes. Por esto han experimentado diversos cambios que les permitieron evolucionar a lo largo de la historia. Una de las técnicas más importantes para esta disciplina es la soldadura, pues ayuda a la construcción de estructuras resistentes a las condiciones ambientales y el paso del tiempo, tales como estructuras industriales, puentes o maquinaria que impulsan el crecimiento y desarrollo de las ciudades.

Actualmente existen diversos y modernos procesos de soldadura, pero para llegar a ellos tuvieron que pasar por un constante desarrollo, lo que, por supuesto, incluye el avance de las herramientas y maquinaria hasta llegar a algunas tan sofisticadas como las soldadoras MIG.

A continuación, hablamos un poco acerca de este proceso de evolución.

Al inicio la soldadura comenzó como una serie de técnicas para unir metales, este era un proceso arduo y complicado que pocos artesanos eran capaces de realizar adecuadamente. Fue hasta la Revolución Industrial que este proceso fue potenciado y explotado satisfactoriamente, iniciando por la soldadura por arco, que consistía en unir los metales a través de la fusión en el que se genera un arco eléctrico que produce un calor tan intenso que permite la fundición de los metales. Posteriormente se hace presente la soldadura por gas, la cual demostró tener diversas aplicaciones en diferentes materiales y aleaciones. La soldadura por gas combina el oxigeno de la atmosfera con gases como el hidrógeno y el monóxido de carbono que permite generar una flama neutra que ayuda al manejo correcto de los materiales. Otro de los métodos de soldadura más eficaces hasta la fecha es la soldadura por resistencia, un proceso que consiste en el paso de corriente eléctrica a través de piezas metálicas por un breve periodo hasta crear la presión necesaria para la unión de los materiales. Con el paso del tiempo la soldadura se volvió esencial para la metalurgia y la manufactura, era tal su contribución a los procesos industriales y de construcción que su proceso de evolución no ha cesado. Actualmente la técnica de soldadura que destaca por sobre las demás es la soldadura MIG.

¿Qué es la soldadura MIG?

La soldadura MIG (por sus siglas en ingles Metal Inert Gas) se desarrolló en los años 40 y desde su llegada ha cambiado el modo de llevar a cabo los procesos de metalurgia y manufactura. La soldadura MIG utiliza un electrodo consumible y un gas que protege la soldadura de la contaminación proveniente de la atmósfera, lo que favorece la velocidad de la soldadura, evita salpicaduras y la calidad de unión es superior a otro tipo de técnicas.

Ventajas de la soldadura MIG

La soldadura MIG se caracteriza principalmente por su versatilidad, dado que, puede utilizarse en una amplia gama de materiales, por lo que es una excelente opción para aplicaciones industriales. Además, se puede automatizar con facilidad, así que su uso para producción en masa es lo ideal, aunque también es fácil de utilizar para principiantes.

Asimismo, la soldadura MIG se ha utilizado en los últimos años para la creación de diversas estructuras solidas y duraderas, desde edificios hasta vehículos garantizando la calidad del producto final. Del mismo modo, así como la tecnología avanza rápidamente la soldadura MIG también continúa evolucionando, introduciendo nuevas fuentes de alimentación avanzadas, sistemas de control automatizados y alambres de soldadura que ayudan a optimizar los procesos de soldadura.

En conclusión, la soldadura es una de las actividades que ha impulsado las prácticas de metalurgia y manufactura y la soldadura MIG, representa un gran paso en la evolución de esta técnica, pues ofrece una solución versátil e innovadora en la unión de metales y por su capacidad de adaptación a las demandas del mercado seguirá siendo una de las principales opciones para el rubro.