Opinión

De cara al día de las y los maestros

De cara al día de las y los maestros

De cara al día de las y los maestros

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Con mi gratitud a todas y todos mis maestros, especialmente al Dr. Mario Luis Fuentes. Hago también mención especial de mi hermana Patricia, quien cumple 30 años de docencia.

La etapa del confinamiento continúa y ahora toca el turno a una conmemoración más, que deberá llevarse a cabo a la distancia. Se trata del Día de las y los Maestros, fecha que en México se conmemora cada 15 de mayo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay 1.19 millones de personas mayores de 20 años que forman parte del personal docente de educación básica de nuestro país. El 50.4% de ellas y ellos imparte enseñanza en educación primaria; el 25.9% lo hace en secundaria y el 23.7% enseña en el nivel de preescolar.

Llama poderosamente la atención que en México 71 de cada 100 personas que están frente a grupo son mujeres. En el preescolar la proporción es aún mayor, pues en ese nivel constituyen el 94.2%; en primaria representan el 66.8% del total, mientras que en secundaria son el 56.8%.

Asimismo, el INEGI subraya que del total de las personas que laboran como docentes de educación básica en el país, el 80% lo hace en las escuelas de educación pública, mientras que el 20% lo hace en el sector privado. 98.7% de este personal docente es asalariado, del cual el 95.6% cuentan con contrato escrito de trabajo.

También es importante destacar que, por segmentos de edad, las mujeres son mayoría entre los grupos más jóvenes. En efecto, en el grupo de 60 años y más se encuentra el 5.2% de los hombres docentes, frente a un 3.4% de las mujeres; entre los 50 y los 59 años de edad se ubica el 22.8% de los hombres y el 16.5% de las mujeres; en el grupo de 40 a 49 años hay paridad, pues en el segmento está el 27.2% de los hombres y el 27.4% de las mujeres; estas proporciones cambian en el grupo de 30 a 39 años, en el que está el 31.3% de las mujeres frente al 29.1% de los hombres; mientras que la diferencia más relevante se encuentra en el grupo de 20 a 29 años, donde está el 21.3% de las mujeres frente al 15.7% del total de los hombres dedicados a la docencia.

Los datos que da a conocer el INEGI son fundamentales, pues perfilan cuáles son las capacidades de resiliencia de nuestro sistema educativo frente a la epidemia de COVID-19; así como los niveles de incertidumbre respecto del futuro cercano y el de mediano plazo.

Sin duda alguna, si un sector enfrenta un reto mayor, en términos de creatividad, reconversión y adaptación de sus actividades es precisamente el de las y los maestros: ¿cómo pasar, prácticamente de un mes a otro, de la modalidad presencial —considerando también al modelo de las telesecundarias— a una a distancia y virtual? Este es un escenario que nadie se habría imaginado hace seis meses, y frente al cual se encuentran dificultades, no sólo relativas al modelo y los métodos pedagógicos, sino también técnicos y de recursos, tanto del sistema educativo, como del alumnado y sus familias.

Dado que la llamada “normalidad” no va a regresar pronto, lo urgente es pensar rápidamente cuáles son las opciones para el retorno de las niñas y los niños a las escuelas, considerando desde luego las características sociodemográficas de ellas y ellos, pero también de las y los docentes.

Al mismo tiempo, habrá qué innovar en el uso de las nuevas tecnologías, para combinar la enseñanza digital y virtual, con sesiones presenciales, que quizá serán de menor duración, lo cual va a alterar los procesos de convivencia y relación de las y los niños entre sí, y de éstos con sus profesoras y profesores, así como con el personal auxiliar y directivo.

Estamos en “nuevos tiempos”; con nuevos escenarios, imposibles de ser anticipados por nadie; y nuevos retos que, por el bien del país, deberán superarse con éxito, desde ya.

Investigador del PUED-UNAM

www.mexicosocial.org