
A las 7:00 horas las puertas del Colegio Hispano Americano se abrieron para recibir a sus alumnos de primaria y secundaria. Los profesores se esmeraron en el reencuentro tras 17 meses sin verse y sin tener contacto directo. La entrada fue adornada con un arco de globos multicolores y la palabra: "Bienvenidos".
A las 7:40 los rostros de los maestros se iluminaron. Diego, de ocho años, fue el primer niño que arribó al colegio de la mano de su joven madre. Fue recibido con aplausos y muestras de cariño
Aun con cubrebocas, se pudo ver que los rostros de los maestros de primaria y secundaria expresaban alegría.
Diego y su madre saludaron a la directora Luz María Guzmán, la anfitriona principal. Diego y su madre se untaron gel, y luego la señora se dispuso a firmar una hoja en la que asentaba que su hijo va sano. Sin tos ni gripe ni ningún otro síntoma relacionado con el virus SARS-CoV-2.
Tras el cruce de algunas palabras después del saludo, Diego se perdió en los pasillos de la escuela para dirigirse a su salón de tercer año de primaria.
Al tiempo que pasaban los minutos ningún otro alumno llegaba a su primer día de clases de manera presencial. Los rostros de los maestros "se desinflaban".
La directora lo tenía claro: "Creo que hoy hubo un factor en contra. Durante la madrugada llovió fuerte, y el chipi chipi continuaba hasta hace un rato. Los padres no querrán sacar a sus hijos en una mañana fría. Esperaremos hasta las 11 de la mañana para arrancar las clases de manera formal con los alumnos que tengamos".
Luz María Guzmán indica que a Diego se le atenderá mientras llegan algunos otros compañeros, pero admite que no será el salón completo, de aproximadamente 25 alumnos.
A las 9 de la mañana, Crónica constató que madres de familia acudían al colegio a comprar material educativo o a pedir informes a los maestros y personal escolar que no se separaban de la entrada.
La directora admite que la matrícula descendió tanto de primaria como de secundaria. Factores como crisis económica o muertes a causa de COVID-19 impactaron directamente en la inscripción al colegio particular, ubicado en Santa María la Ribera.
El personal escolar también pide que se emitan reglas claras por parte de las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP). El miedo al contagió reina en este regreso a clases. Nadie querrá enfermar y propagar el virus. Los maestros se han preparado para atender a los alumnos de nivel básico. Señalan que podrán atender a quienes asistan al colegio o quienes deseen seguir la clase en línea.
"Estamos comprometidos con los alumnos. La escuela siempre se ha mantenido en condiciones de limpieza e infraestructura. No se abandonó el plantel, así que los padres pueden estar tranquilos y traer a sus hijos al colegio", dice nuevamente la directora, quien confesó que se entiende este proceso de readaptación, que no será fácil, pero que entre toda la comunidad, junta, con cooperación padres y maestros garantizarán el derecho de los niños a la educación.
Poco antes de las 8:00 horas en la escuela primaria Chihuahua, de la colonia Guerrero, solo un alumno, de aproximadamente seis años, arribó acompañado de su padre al plantel que tiene capacidad para 307 estudiantes.
El pequeñito fue recibido por autoridades escolares y por la diputada priista Cynthia López Castro, quien le obsequió una careta y cubrebocas, además de gel antibacterial que entregó al personal educativo
La legisladora federal acudió al plantel para promover el regreso a clases seguro.
Hizo un llamado a los padres de familia a que participen en la limpieza de las escuelas y el inmobiliario, como pupitres y bancas.
"Hay que apoyar y promover el regreso a clases por nuestras niñas y niños", dijo la diputada en un vídeo que compartió en sus redes sociales.
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