
Los españoles que desembarcaron con Hernán Cortés en Veracruz hace 500 años permanecieron en dicha entidad durante más de cien días y en el mes de mayo de 1519 crearon el cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz.
Desde ese lugar, Cortés recibió los primeros regalos de oro y planeó su estrategia para adentrarse al centro del país; mientras tanto, en Tenochtitlan, los mexicas empezaron a temer las noticias sobre los hombres extraños que estaban instalados en las costas.
Crónica presenta una cronología de mayo de 1519 acompañada de un mapa informativo en Google Maps, recreado a partir de tres obras: Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo; Hernán Cortés, de José Luis Martínez; y La conquista de México, de Hugh Thomas.
Cuando Cortés desembarcó en Veracruz, se estableció en San Juan de Ulúa, ahí llegaron los primeros mensajeros enviados por el gobernante mexica Moctezuma para saber quiénes eran esos hombres que se habían instalado en la costa ya que según las predicciones podrían ser un dios perdido que regresaba.
Estos mensajeros que llegaron con regalos de oro y de arte plumario, también pintaron a manera de informe todo lo que observaron, datos que le comunicaron a Moctezuma.
“Moctezuma recibió el informe de Teudile (un mensajero) quien acompañado de sus artistas dibujaron los caballos, espadas, armas de fuego y los barcos”, escribió Hugh Tomas.
Además, añade el autor, el tlatoani se espantó mucho al oír el relato, de cómo estallaba el cañón, cómo ensordecía a los indios, cual pestilente era el humo que salía y cómo, al dar una bala de cañón contra un cerro, éste se resquebrajaba.
“Moctezuma vaciló. Pensó en huir. Se decidió por Cincalco, a la Casa de Cintli la de la mazorca de maíz divinizada), una cueva en la ladera de Chapultepec. El pueblo se contagió del pánico de Moctezuma. Había miedo, terror, recelo. La gente andaba cabizbaja y se saludaban llorando”, detalla.
¿Qué pensó Moctezuma sobre esos hombres altos y de barba que llegaron a Veracruz? Hugh Thomas indica cuatro posibilidades en su libro La conquista de México:
“(1) Un nuevo grupo de invasores que habían cruzado el mar del levante con objeto de robar y conquistar. (2) Embajadores de un gran señor de un lugar lejano, que venían en son de paz con objeto de comerciar, observar y predicar. (3) Eran enviados del cielo, unos teules, hombres inmortales. (4) Señores, e incluso, dioses largamente perdidos que regresaban; acaso el sanguinario Huitzilopochtli, o el generalmente humano Quetzalcóatl, o incluso el voluble Tezcatlipoca”.
Moctezuma envió a sus mensajeros durante todo el mes de mayo para evitar el deseo de Hernán Cortés: que el español avanzara hasta México-Tenochtitlan. No obstante, el conquistador insistía en encontrarse con Moctezuma.
José Luis Martínez en el libro Hernán Cortés, escribió: “Como si el señor de México ya sospechara que aquel capitán ávido de oro y que tenía armas terribles pudiera no ser la deidad esperada, el mensaje que enviaba Cortés, lleno de circunloquios a la manera indígena, le decía que todo le daría pero que no podrían encontrarse y que se fueran”.
El historiador también menciona que en mayo sucedió la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz, específicamente entre el 15 y 25 de mayo.
“En la Carta del cabildo se consigna la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz y la designación de su primer cabildo. A estas sumarias noticias de los hechos sigue la argumentación jurídica, para intentar justificar la desobediencia y cierra la carta un esbozo muy interesante de la geografía y la etnología de la tierra, de lo que hasta entonces se había visto o imaginado: las características del territorio, la naturaleza y las grandes cordilleras y ríos, la creencia de que abundaba el oro, la gente, los vestidos, la comida, las casas, los templos, los ritos de autopenitencia, los sacrificios y la sodomía”.
Y, agrega, además de la primera idea providencialista: Dios ha permitido que se descubran estas partes en nombre de los reyes de España para atraer “a estas gentes tan bárbaras” a la fe cristiana.
El cronista español Bernal Díaz del Castillo escribió sobre la fundación del primer cabildo: “Ordenamos de hacer y fundar y poblar una villa que se nombró la Villa Rica de la Vera Cruz, porque llegamos el jueves de la cena y desembarcamos en viernes santo de la cruz, y rica por aquel caballero que se llegó a Cortés y le dijo que mirase las tierras ricas”.
Más adelante señala que, fundada la villa, se hicieron los nombramientos administrativos.
“Hicimos alcaldes y regidores, y fueron los primeros alcaldes Alonso Hernández Puertocarreño y Francisco de Montejo, y a este Montejo, porque no estaba muy bien con Cortés le mandó nombrar por alcalde; y diré cómo se puso una picota en la plaza y fuera de la villa una horca, y señalamos por capitán para las entradas a Pedro de Alvarado”.
Y prosigue: “como maestre campo a Cristóbal de Olid, y alguacil mayor a Juan de Escalante, y tesorero Gonzalo Mejía, y contador Alonso de Ávila, y alférez a fulano Corral, porque el Villarroel, que había sido alférez no sé qué enojo había hecho a Cortés, sobre una india de Cuba y se le quitó el cargo”.
Díaz del Castillo también puntualiza en que Cortés al nombrarse capitán y mayor de justicia ocasionó enojo entre los españoles ya que algunos pensaban que era un cargo para Diego de Velázquez. En realidad, esos inconformes no querían estar bajo el mando de Cortés a lo que el conquistador les externó que podían irse libremente a Cuba.
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