Opinión

2022, sucesión adelantadísima

Puede decirse que el 2022 fue el año de las corcholatas. Aunque el jueguito ese del destapador y las corcholatas empezó antes, en este año se perfilaron las tres opciones con las que el presidente llegará al momento de decisión, en septiembre del año próximo.

Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación; Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores

Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación; Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores

Cuartoscuro

Desde el principio del sexenio hubo dos opciones con posibilidades reales, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, el presidente nombró a media docena más, pero en realidad usó sus nombres sin la intención real de ponerlos a competir.

En el 2022 el tabasqueño Adán Augusto López se sumó al reducido elenco y termina diciembre como Plan B del presidente, solo después de Claudia que pinta para llevarse la carrera de punta a punta.

Se dirá con razón que Ricardo Monreal fue uno de los morenistas más mencionados del año. Ha reiterado que aparecerá en la boleta del 2024. Es posible que lo haga, pero no bajo las siglas de Morena donde ya se le considera uno de los candidatos de oposición.

El 2022 será recordado como el año de la sucesión adelantadísima.

El provocador Abbott

El gobernador de Texas, Greg Abbott está inmerso en la batalla por la nominación republicana para competir por la Casa Blanca y por eso busca atraer reflectores sin escrúpulo alguno.

Debe estar brindando de gusto porque el presidente mexicano, López Obrador, picó el anzuelo y ya se enredó en un intercambio de epítetos.

“El gobernador de Texas es inhumano y anticristiano”, soltó sin calcular las consecuencias el presidente mexicano.

Solo hay que esperar la respuesta de Abbot y dar lugar a un intercambio de insultos que crucen en ambos sentidos el Río Bravo.

López Obrador es el presidente de México, subirse al ring con un gobernador gringo no está al nivel de su investidura.

Parece broma, pero es anécdota

El 2022 termina con amagos de rebelión al interior del PRI.

El tricolor tuvo un año electoralmente malo. Cierra diciembre con solo dos gubernaturas, Edomex y Coahuila, que estarán en juego el año que entra.

Contra toda lógica, el presidente del partido que ha perdido diez gubernaturas en los últimos dos años no renunció para retirarse de la política, que a todas luces no es lo suyo, sino que maniobró para extender su mandato, con lo que puso furiosos a sus correligionarios y felices a sus contrincantes del oficialismo.

Parece broma macabra, pero es anécdota. Alito quiere recetarle al PRI más de los mismo y los priístas, incluso los más prominentes, no encuentran la forma de que se regrese a Campeche a disfrutar de la cercanía de Layda Sansores.

Si el PRI no corrige en el 2023 se transformará en una franquicia irrelevante, con Alito Moreno como dirigente perpetuo.

A cada capilla le llega su fiesta

La elección para gobernador del Estado de México será el domingo 4 de junio. Casi seis meses a partir de hoy. Se trata con la entidad con el padrón electoral más numeroso, con más de 12 millones de potenciales electores.

El miércoles 4 de enero en el Instituto Electoral del Edomex se llevará a cabo la sesión solemne para dar inicio formal al proceso. Ya están corriendo las invitaciones para que líderes de opinión y dirigentes de organizaciones de la sociedad civil sean testigos de ese momento.

Los partidos políticos ya hicieron sus primeros movimientos, pero ya llegó la hora de las definiciones. Terminó el tiempo en el que se valía titubear.

Se perfila una competencia intensa. Ojalá no desborde los cauces de la civilidad. La campaña, su desarrollo y resultado tendrán eco en lo que viene para el 2024

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