Opinión

4T: Entre el caos y el voluntarismo

Vi con interés que usted y Marko Cortés, presidente de Acción Nacional criticaron que la 4T ya se hubiera zumbado el 75 por ciento del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y de las Entidades Federativas; es decir, en tan solo cuatro años se gastaron 277 mil millones de pesos que los gobierno neoliberales ahorraron en 20 años y dejaron en las arcas públicas. La cifra erogada es escandalosa y ni siquiera sabemos en qué se gastaron.

Jesús Zambrano y Marko Cortés

Jesús Zambrano y Marko Cortés

Cuartoscuro

Y este no es el único caso de desorden en la gestión pública cuatroteísta. Mire, don Jesús:

El presupuesto para el programa de Pensiones para Adultos Mayores tendrá un incremento del 27 por ciento para 2023, a fin de cubrir a 10.5 millones de beneficiarios. Es encomiable la protección a los viejitos; lamentablemente adolece de una falla: cualquiera puede acceder al beneficio sin importar su condición económica. Conclusión: no hay equidad en este programa.

Siguiendo con los programas sociales, seguramente sabe que los apoyos se dispersan a través del Banco del Bienestar (antes BANSEFI), Telecom y la banca privada. Pues bien, como BANSEFI tenía muy pocas sucursales, la 4T decidió ampliar la red a través de mini-oficinas.

A continuación, el inquilino de Palacio prometió que para fines de 2022 habría dos mil 267 sucursales para que, con las 433 existentes, totalizaran dos mil 700. La construcción y equipamiento de las mini-sucursales fue encargada a… ¡Adivinó usted!, el Ejército. Los militares siempre cumplen, pero todavía no aprenden a hacer magia y apenas llevan la mitad.

La ventaja de tal plan de expansión del BB es que cada vez veremos menos Servidores de la Nación repartiendo los apoyos entre la gente necesitada, pues de hecho, el Banco será el que opere los programas que están a cargo de la Secretaría del Bienestar.

No me queda claro si dicha Secretaría transferirá al Banco algo más que el padrón de beneficiarios; me refiero al personal que mal que bien ya tiene experiencia. Supongo que la Secretaría del Bienestar prevalecerá solo como un ente normativo o vaya usted a saber a qué se dedicará.

El caso de Telecom es intrigante, pues se transformará en la Financiera del Bienestar. Así que, además de hacer giros y recibir remesas, también se encargará del operar el Programa de Microcréditos y recuperar los ya otorgados, función que hasta ahora está en la Secretaría de Economía.

Entiendo que oficinas de Telecom hay en casi todos lo pueblitos y eso es una ventaja frente a la Secretaría de Economía. Sin embargo, no es lo mismo manejar giros que gestionar microfinanzas y tampoco queda claro si el personal de la SE querrá mudarse a poblaciones muy pequeñas.

Para mí este desorden de la gestión gubernamental tiene dos cerezas.

La primera es el caso de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Tal vez previendo que no tendría nada mejor que hacer cuando le quitaran la Guardia Nacional, en Palacio tuvieron la brillante idea de encargarle levantar un censo de los servicios que el ISSSTE contrata a terceros, como análisis de laboratorio, imagenología, etc. ¿Qué puede saber la Seguridad Pública de los requerimientos de una institución de salud? Nada y un poco menos.

La segunda cereza: ¿Recuerda que los militares terminaron el AIFA en tiempo récord? Con toda opacidad, pero lo lograron. Pero los que “planearon” el aeropuerto olvidaron poner una estación de abastecimiento de combustible para aviones.

Todo lo que aquí le comento ya se veía venir, desde que la compra de medicamentos se pasó a la Secretaría de Hacienda, luego a la ONU y al INSABI, y ahora cada quien compra lo que puede. O cuando despareció el Seguro Popular para crear de un día para otro el INSABI y que, ante el fracaso, el servicio se endilgó al IMSS-Bienestar. O la refinería que ya cuesta el triple porque no se cotizó la compra de los equipos…

Todo esto me lleva a concluir que el inquilino de Palacio cree que su palabra tiene poder bíblico. Como cuando Dios dijo: “Hágase la luz” y la luz se hizo.

Lástima que la realidad sea tan distinta… Lástima para las finanzas públicas…

Y más lástima es la que vamos a dar los mexicanos cuando acabe este sexenio.

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Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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