El gobierno impone la idea de que la candidata del oficialismo, la doctora Claudia Sheinbaum, es invencible y que tiene en los sondeos una ventaja irremontable. Algunas encuestas le dan, en efecto, una ventaja fuera de cualquier lógica. Lo que se quiere transmitir es la sensación de que las elecciones de junio del 2024 son un mero trámite porque ya está todo decidido.
Desde luego miente. El gobierno tiene muchos flancos vulnerables, lo que se requiere para aprovecharlos es que exista una oposición profesional, cohesionada, con algunas luces y con ganas de ganar. Esa sí, para que vean, no se ve por ningún lado. La oposición es la mejor aliada de Morena. Los líderes opositores son personajes políticos menores. Son mediocres, o tienen cola que les pisen o están empantanados en sus descomunales egos, como es el caso del MC.
El gobierno de López Obrador fracasó de manera estrepitosa en materia de seguridad, que es la primera responsabilidad del Estado, su razón de ser. En vastos territorios de la nación el poder real lo sustentan bandas de la delincuencia organizada. La población huye, busca refugio o se organiza en grupos de autodefensa. Para ocultar su fracaso el gobierno está ideando nuevas formas para contar a los desaparecidos para que parezcan menos. No solo eso, ya ubicó a las madres buscadoras en su elenco de enemigos políticos.
El gobierno ha entregado muy malas cuentas en salud, educación y promoción de la ciencia y la cultura. El manejo de la pandemia da material para demandas criminales, pero el doctor López Gatell, en el extremo del cinismo, ya se postuló para ser jefe de Gobierno de la CDMX.
No fue capaz de erradicar la corrupción y no cumplió su promesa de esclarecer el caso Ayotzinapa. Después de darle muchas vueltas, su versión sobre lo sucedido en Iguala es un virtual pirateo de la Verdad Histórica del sexenio de Peña Nieto. La 4T está al borde del rompimiento con los padres de los normalistas
Ha empoderado al Ejército vinculándolo con negocios que pueden dar lugar a una generación de generales ricos, es cierto, pero la institución tendrá que pagar pronto una factura muy alta. Ante esto, la pregunta pertinente es ¿ por qué un gobierno que se quedó tan corto con respecto a las metas que él mismo estableció puede volver a ganar?
El gobierno se sostiene sobre dos pilares: un intenso e infatigable trabajo de propaganda, cuyo eje son las conferencias mañaneras de López Obrador. Nada me cuesta reconocer la constancia infatigable del mandatario.
El otro pilar es la entrega de dinero a la población a través de una amplia gama de programas sociales, comenzando por el de apoyo a personas de la tercera edad. Los ciudadanos están dispuestos a perdonarle todo al gobierno con tal de seguir recibiendo el dinero.
Con esos pilares al gobierno le basta y le sobra para volver a ganar. La oposición no termina de asumir que puede ganar, con molestar a López Obrador se da por bien servida.
Al Frente Amplio le cayó del cielo una mujer competitiva, Xóchitl Gálvez. Tiene una personalidad que conecta con la gente. La han desperdiciado. Los partidos la lanzaron y, horas después, le hicieron un vacío. El activismo de Xóchitl no tiene estructura, no sigue un plan, reacciona algunas veces con ingenio y otras veces tropieza, como que no le ha caído el veinte de que va por la jefatura del Estado mexicano. Ni siquiera es cuidadosa con el material que sube a redes sociales, no elige con rigor ni sus fotos, ni sus videos. Las redes no son una herramienta alterna, son la arena de la competencia política contemporánea. Que Xóchitl se trepe a su bici para ganar simpatías hace mucho que no alcanza, que alguien se lo diga.
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