Opinión

Claudia juega de local en Morena

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Lo que quiere el presidente López Obrador es que se expanda y consolide la idea de que la sucesión presidencial 2024 es un tema que compete únicamente a Morena. La verdadera competencia se dará al interior del partido, de hecho, ya se está dando, y lo que ocurra fuera será propio de los suburbios de la política, sin impacto en la lucha por el poder real. Sobra decir que AMLO lo está consiguiendo.

Él mismo impulsa el tema, él mismo conforma el elenco, reparte palmaditas y coscorrones. Es su forma de protagonizar el proceso sin que su nombre aparezca en la boleta. Yo sigo pensando que él quiere reelegirse o extender su mandato, pero los experimentos de BC y la SCJN no le salieron bien. No quitará el dedo del renglón, pero tal vez sí tenga que retirarse a su finca de Palenque, donde tendrá a tiro de piedra una estación del Tren Maya.

El presidente tiene un trío de aspirantes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. A ellos se ha sumado, sin el consentimiento presidencial, Ricardo Monreal, que se encamina a ser rival incómodo dentro y, acaso, fuera del partido. La favorita es Claudia, de eso nadie tiene la menor duda. Sería la primera mujer en la historia en alcanzar la Presidencia, además de ser una mujer progresista, innovadora, del Siglo XXI.

Claudia sabe que está cada vez más cerca, por eso intenta ser una calca de los dichos, aunque sean disparates, del presidente porque sabe que, más allá del parapeto de las encuestas, él dirá las últimas palabras. Tiene el problema de que es poco conocida y mal evaluada en varios estados, sobre todo del centro y norte de la República. Sí bien por su densidad electoral la CDMX, el Edomex, Veracruz y Puebla serán claves en la elección y en esos estados Claudia es fuerte, hay otros lugares donde la rechazan, como Jalisco y Nuevo León que son sumamente importantes y donde ni ella ni su partido son suficientemente relevantes.

Desde mi punto de vista, Claudia se quedará con la nominación porque es la única de los aspirantes con ascendencia dentro de Morena. Ella juega de local en Morena, mientras que los demás son visitantes. Al senador Monreal incluso lo ven como adversario. El evento con motivo de su tercer informe el próximo miércoles 8, se está preparando de manera muy cuidadosa para dejar en claro que ella es la preferida de la militancia de Morena. Será, puede usted apostarlo, un ensayo general de destape.

De modo que AMLO y Morena tomaron la iniciativa y no la soltarán. El objetivo último es que se consolide la idea de que quien sea el candidato presidencial de Morena será el próximo presidente de México. En el campo de la oposición el único partido que se mueve bien con la mira en el 2024 es Movimiento Ciudadano. El partido naranja de Dante Delgado tiene tres posibles abanderados: Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey; Samuel García, gobernador de NL y Enrique Alfaro, de Jalisco. Son tres personajes con potencial de crecimiento inmediato. Son tres casos distintos. Colosio es hijo de su padre, el sacrificado candidato presidencial del PRI baleado en Lomas Taurinas, y ha sabido conducirse como digno heredero. Samuel es el 50 por ciento de la pareja gubernamental de Nuevo León donde concretó una increíble hazaña: ganar la elección para gobernador arrancando en lejano cuarto lugar.

Alfaro tiene más empaque, experiencia y podría ser un candidato combativo. Gobernador una entidad como Jalisco no es nada fácil y sobreponerse al amago de la mafia local requiere muchas agallas. MC tiene, sin embargo, una frágil estructura terrestre que suele ser definitiva para movilizar al electorado. Para equilibrar tiene una eficiente presencia en redes sociales que hoy en día es la arena de la lucha política.

Los que están de capa caída con respecto a los prospectos para el 2024 son PAN, PRI y PRD. Para nadie es un secreto que el PAN vive una crisis soterrada y que la dirigencia de Marko Cortés está prendida de alfileres. Nadie al interior del partido lo toma en serio. Que cuatro gobernadores del PAN hayan asistido al festival en el Zócalo para celebrar la llegada al poder de Morena es una afrenta que los panistas no deberían dejar pasar. Carlos Joaquín, Maru Campos, Mauricio Vila, y Rosas Aispuru no creyeron necesario avisarle a Marko de su plan de ir a echarle a porras a AMLO porque les dio una paliza en el 2018.

Lo peor para el PAN sin embargo es que no tienen candidato para el 2024. El único que aparece en las encuestas es Ricardo Anaya que está fuera del país huyendo del largo brazo de la ley. Anaya tiene seguidores, pero sus posibilidades de crecimiento son mínimas. Se mencionan otros respetables panistas, pero sus números son bajísimos y posicionarlos sería un trabajo de Hércules.

Igual de mal está el PRI cuyo único cuadro visible es el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, que se ha conducido con prudencia excesiva, a pesar de tener recursos humanos y financieros para dar la competencia. ¿Cuál es su estrategia? Lo primero es que el PRI conserve la gubernatura en el 2023 y una vez con el triunfo asegurado arrancar una campaña nacional. Si el PRI pierde esa elección será un animal en peligro de extinción. Del Mazo es la única carta visible del PRI y está, por decisión propia, a bajo impacto. ¿Ahí se quedará?

Foto: Especial

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