Opinión

Cuarta dosis de vacuna anti-COVID

Las autoridades de la Ciudad de México han hecho público el anuncio de que a partir del 18 de abril se inicia una campaña masiva de vacunación anti-COVID con la vacuna de AstraZeneca. La campaña incluye que cualquier adulto a quien le haya faltado el refuerzo o tercera dosis de vacuna y que la dosis anterior la recibió al menos hace cuatro meses, puede presentarse para recibirla. Así mismo, los adultos mayores con comorbilidades pueden presentarse a recibir una cuarta dosis. Esto significa personas mayores de 60 años que tengan alguno de los factores de riesgo para desarrollar COVID grave, como: obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer o enfermedades inmunológicas y en mi opinión, los adultos mayores de 75 años probablemente deban acudir, aunque no tengan ninguna comorbilidad, por que, en este caso, la comorbilidad es la edad misma.

Se ha generado confusión en relación con la eficiencia de las vacunas para COVID porque hemos estado acostumbrados por años a que las vacunas que recibimos de niños sirven para evitar el desarrollo de la enfermedad: Sarampión, tosferina, poliomielitis, entre otras, son enfermedades que no le dan a quien se ha vacunado. Por este motivo, muchos estudios clínicos han etiquetado el desarrollo de COVID asintomático o leve en personas vacunadas como una falla de las vacunas. Durante la ola de ómicron atestiguamos centenas de casos de COVID leve en gente ya vacunada. COVID como si fuera una simple gripe. Sin embargo, la eficiencia de las vacunas anti-COVID está en que han resultado útiles para evitar las formas graves de COVID. Quien ha recibido vacunas anti-SARS-CoV-2 puede desarrollar COVID, pero con muy poca frecuencia presenta un cuadro grave de la enfermedad y esto parece tener relación con el número de dosis: quien recibió tres tiene menos riesgo que quien recibió dos, que a su vez tiene menos riesgo que quien recibió una o ninguna. Lo importante de las vacunas anti-COVID es que han resultado muy útiles para evitar cuadros clínicos graves, para prevenir que la gente llegue a terapia intensiva y para reducir el riesgo de muerte por la enfermedad. Afortunadamente ahorita estamos en el mejor momento de la pandemia, prácticamente sin pacientes internados por COVID. Es un buen momento para recibir una cuarta dosis porque no sabemos si se va a volver a incrementar la pandemia.

En quienes seguimos viendo cuadros graves, a pesar de haber recibido tres dosis de vacuna, es en pacientes que tienen reducida la función del sistema inmune. Enfermos con un trasplante de órgano, por lo que toman inmunosupresores. Pacientes con cáncer o con enfermedades inmunológicas. Individuos con obesidad importante. Este es el tipo de pacientes que en los últimos meses han ingresado a terapia intensiva por COVID grave y por esta razón soy de la opinión de que este tipo de pacientes, aunque no tengan más de 60 años, acudan a los centros de vacunación para recibir una cuarta dosis. Las autoridades del gobierno de la ciudad han declarado que este programa será basado en la confianza y ningún dato será verificado. Ni siquiera si el individuo vive o no en la CDMX.

Han sido 24 meses muy complicados para el sector salud. La ciencia hizo su trabajo y apagó la pandemia con vacunas desarrolladas en tiempo récord y los gobiernos hicieron el suyo montando, lo más rápido posible, campañas de vacunación masivas y gratuitas. Sin embargo, no olvidemos nunca la respuesta de los trabajadores de la salud durante el primer año de pandemia, en que miles arriesgaron su vida y algunos la perdieron, en pro de la salud de sus compatriotas.

Una dosis de la vacuna de Moderna contra la COVID-19

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Cuartoscuro