Opinión

¡Goya, goya, cachun cachun…..UNIVERSIDAD!

La semana pasada la empresa Quacquarelli Symonds Limited (conocida como QS), publicó la versión número 20 del World University Ranking. Esta firma tiene 20 años generando una metodología robusta que refleje de manera confiable el desempeño de las universidades en el mundo. La compañía empezó a trabajar en la posibilidad de hacer este ranking mundial de universidades a finales del siglo pasado y durante tres o cuatro años visitaron múltiples universidades para analizar con detalle las necesidades y cómo podría hacerse el análisis. 

Finalmente, decidieron que se enfocarían en cuatro objetivos fundamentales de las universidades: la excelencia en investigación, la producción de graduados que encuentren empleos, el compromiso hacia la excelencia en la enseñanza y el interés en la internacionalización. Este año se agregó además el grado de sustentabilidad y la colaboración internacional en investigación. Les llevó algunos años para que los científicos y las autoridades de las universidades aceptaran las bondades de la metodología, pero, comentan que hoy en día, lo consideran como una evaluación justa, equilibrada, rigurosa y fiable. La primera lista de clasificación se publicó en 2004 y la semana pasada se liberó la número 20.

La UNAM en este año avanzó a la posición 93 y es la número 1 en México y en Hispanoamérica. Es la primera vez que entra entre las 100 mejores universidades del mundo, lo cual ha sido resultado del trabajo constante, ya que se ha logrado con un avance progresivo y certero. En el 2017 se localizaba en el lugar 128, el año pasado en el 104 y ahora en el 93. Nótese que se evaluaron 1,500 universidades en 104 locaciones diferentes en el mundo, a través de encuestas que involucraron a 240 mil académicos y empleadores.

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Especial

En los primeros diez lugares están el MIT, Cambridge, Oxford, Harvard, Stanford, Imperial College, Zurich, Singapore, London y Berkeley. Si el lector está interesado en la lista completa, puede verla aquí: www.topuniversities.com/university-rankings/world-university-rankings/2024

El resultado de las clasificaciones depende por supuesto de qué es lo que se mide. Una variable puede hacer que la balanza se incline para un lado o para otro. Por eso la empresa ha sido muy cuidadosa en que lo que se utiliza para medir sea realmente lo que va a reflejar que tan buena o no es una universidad.

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Hay una variable, sin embargo, que no está considerada en este análisis y que, si lo estuviera, haría que la UNAM avanzara muchos lugares y, en un descuido, llegara al primer lugar. Me refiero a la variable de cuantos recursos debe un estudiante invertir para poder estudiar. En la mayoría de las universidades de las listas, los estudiantes que asisten vienen de familias ricas, tienen una beca por alguna razón o se endeudan tremendamente para poder estudiar.

En la UNAM se puede estudiar desde primero de preparatoria hasta un doctorado, sin tener que pagar nada. No hay que ser rico para estudiar en la UNAM. No hay que tener beca. No hay que endeudarse. La UNAM es el sistema de capilaridad social mejor diseñado. Conozco muchas personas que en la infancia tenían limitaciones económicas y de adultos viven mejor, gracias a la carrera que estudiaron en la UNAM. Es un orgullo ser universitario y si de algo debiera de estar presumiendo nuestro gobierno todo el tiempo es de la Universidad Nacional Autónoma de México. En vez de proponer hacer nuevas universidades malas, deberíamos invertir en tener uno o varios planteles de la UNAM en todos los estados de la República.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM