Opinión

Hablando de mujeres y política

La historia de la participación formal de las mujeres en la política es muy reciente. Las madres y abuelas de muchos de nosotros no tuvieron, ni siquiera, derecho al voto. Todo lo relacionado al espacio público era exclusivo de los varones y las mujeres tenían reservado el espacio doméstico.

Mujeres en la política

Mujeres en la política

Esto a pesar de la participación activa de mujeres en los movimientos sociales e incluso en la Revolución Mexicana. Podían agarrarse a balazos con los huertistas, por decir algo, pero no pudieron votar por Madero, Carranza, Obregón, Calles, Cárdenas, Ávila Camacho, Alemán y Ruiz Cortínez. Más nos vale recordar que la primera elección presidencial en la que se recibió voto femenino en México fue la de López Mateos para el sexenio 58-64. México llegó tardísimo a ese momento. De no creerse.

Que en el año 2024 una mujer será presidenta del país, Claudia o Xóchitl, supone un cambio vertiginoso, profundo, que los mexicanos de esta generación tenemos la gran oportunidad de testificar, aquilatar y que generaría estupor en nuestros abuelos. El fenómeno del empoderamiento femenino es uno de las rasgos que distinguirán a esta generación en la historia del país.

La lucha de las mujeres por ejercer a plenitud sus derechos políticos tuvo condiciones favorables al final de la Revolución, cuando se externaron en eventos oficiales las demandas del voto femenino. A pesar de eso ninguna mujer formó parte del Congreso Constituyente de 1917 y el voto femenino, hay que decirlo, ni siquiera fue motivo de discusión.

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Dicen las crónicas que Hermila Galindo, periodista, docente, diplomática, que llegó a ser secretaria particular de Venustiano Carranza, fue una de las primeras voces femeninas que exigieron igualdad de derechos políticos. Tocó a Yucatán el honor de ser sede el Primer Congreso Feminista de la Historia en 1916. La convocatoria decía: Se convoca a todas las mujeres honradas de Yucatán y foráneas, que posean cuando menos educación primaria, al Primer Congreso Feminista de Yucatán…Acudieron 617 mujeres a disertar sobre las mejores opciones de librarse del yugo de las tradiciones, entre las que destacó la demanda de poder votar y ser votadas

Esas demandas fueron escuchadas, pero no cumplidas. Años después, la primera diputada federal electa fue Aurora Jiménez, por Baja California. Las primeras senadoras fueron María Lavalle Urbina, por Campeche, y Alicia Arellano Tapia por Sonora que llegaron a la Cámara Alta en 1964. La escritora Griselda Álvarez fue la primera gobernadora por Colima en 1979. Rosa Luz Alegría fue la primera mujer en ocupar una secretaría de Estado, fue secretaria de Turismo en 1980.

Sí, leyó usted bien, fue hasta 1980 que una mujer entró al gabinete presidencial. Hoy menudean. Son secretarias de Estado Luisa María Alcalde, María Luisa Albores, Alejandra Frausto, Alicia Bárcena, Leticia Ramírez, Rosa Icela Rodríguez, Ariadna Montiel, Raquel Buenrostro. Claro que la cereza del pastel es que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez tienen la oportunidad real de ser la primera mujer que ocupa la Presidencia de la República, lo que, quisiéramos pensar, supondrá una oportunidad dorada para atender las causas de las mujeres de nuestros días que pasaron de pedir derechos políticos básicos a poder ejercerlos en un entorno de respeto, sin violencia de género, lo que todavía es una asignatura pendiente.

Uno de los puntos centrales de la agenda feminista en el quehacer político es la violencia política contra las mujeres en razón de género que se define así “Es toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, labor o actividad, el libre desarrollo de la función pública, la toma de decisiones, la libertad de organización, así como el acceso y ejercicio a las prerrogativas, tratándose de precandidaturas, candidaturas, funciones o cargos públicos del mismo tipo.”