Opinión
Lecciones de paz de AMLO al mundo
Fran Ruiz

Lecciones de paz de AMLO al mundo

Que el presidente de una nación anuncie al mundo que tiene un plan de paz para acabar con una guerra que sucede en otro continente, sin que nadie le haya dado vela en este entierro, resulta de una candidez y una ingenuidad que podrían causar entre sonrojo y ternura.

Que dicho presidente pretenda dar lecciones de paz al mundo y dedique sus pensamientos a cómo podría yo resolver la guerra entre rusos y ucranianos, cuando su gobierno encadena un número récord de homicidios, feminicidios y periodistas asesinados, y que permanezca impasible, relajado y sonriente en sus mañaneras, es un insulto a los mexicanos, una bofetada a cada uno de los ciudadanos que debería de defender y una puñalada a las miles de víctimas de una violencia insoportable en México.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, feliz en su mañanera

El presidente Andrés Manuel López Obrador, feliz en su mañanera

EFE

Sin ir más lejos, el martes de la semana pasada, cuatro días antes de lanzar su propuesta de paz mundial, el presidente Andrés Manuel López Obrador desdeñaba el enésimo episodio de balacera en el país, que tuvo aterrorizada la víspera a la población de Orizaba (Veracruz), con quema incluida de trailer y gasolinera.

“No fue tan grave —declaró tranquilamente— fue más un asunto de propaganda porque fue una transmisión en vivo y nuestros adversarios se dan gusto”.

Problema zanjado. En vez de atacar la causa del problema ataca al que lo denuncia, como cuando, ante el drama de las mujeres asesinadas impunemente en México, en vez de dar un golpe en la mesa y proponer una batería de medidas para frenar la sangría, decidió atacar a las que exigen a gritos que no las maten: “Las feministas son un invento del neoliberalismo”.

Pero López Obrador no duerme tranquilo. Al presidente más injerencista le preocupa mucho la guerra en el otro lado del mundo y está muy ofendido porque los ucranianos han rechazado su tregua de cinco años, que es lo mismo que decir que el presidente Putin (a quien por lo visto AMLO no tiene nada que reprochar) se quede con lo que han invadido… y aquí no ha pasado nada, ni crímenes de lesa humanidad ni nada.

El mandatario mexicano se permitió también el lujo de recriminar a la ONU porque, según dijo, permanece “inactiva y como borrada” (no como su gobierno a la hora de atajar la violencia del país, entregándolo a los militares).

Está por ver si todavía el canciller Ebrard se va a atrever a lanzar el plan de paz de AMLO en la Asamblea General de la ONU, que se inaugura en días, o tendrá la decencia de proponer otro plan, este para anunciar al mundo cómo el gobierno que representa va a pacificar México.

Me temo que lo último no va a ocurrir y lo primero sí. Ahora bien, que no se indigne cuando le recuerde el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que él también tiene otros datos que reprocharle: 127,162 muertos en 44 meses de gobierno morenista, y sigue sumando .