Opinión

¡Ni una menos, ni una más!

Desde que inicié este espacio, he buscado llamar la atención sobre las fallas cometidas por las autoridades de cualquier nivel en su manejo de los problemas del país. Por ello, en esta ocasión celebro poder darles una buena noticia: una suma de esfuerzos para contener uno de los más graves y dolorosos problemas del país: el feminicidio.

Casi está de sobra mencionar que a diario muere un promedio de 10 mujeres, cuyos crímenes son dolosos. En muchos casos la última muerte es el eslabón de una larga cadena de agresiones; en otros casos, un desconocido es, casi incomprensiblemente, el agresor. El resultado es el mismo.

Al de por sí grave problema del feminicidio se agrega otro, de fallas en la procuración de la justicia al momento de armar los expedientes para que el presunto criminal sea procesado.

En vista de lo anterior y en el marco del Foro para la Prevención de la Violencia Contra la Mujer y el Feminicidio, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, presentó al Congreso una iniciativa de ley de gran trascendencia.

Se trata de la Ley General para Prevenir, Investigar, Sancionar y Reparar el Feminicidio, la cual fue recibida con beneplácito por todas las fuerzas políticas. La senadora Gabriela López Gómez (MORENA), presidenta de la Comisión Especial encargada de dar seguimiento a casos de feminicidios de niñas y adolescentes, puso el dedo en la llaga al señalar que de 2015 a 2022 se registraron más de seis mil víctimas de feminicidio en el país, un fenómeno que especialmente se concentra en siete entidades. Por su parte, la diputada Yolanda de la Torre (PRI), representante de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, planteó la necesidad de dar prisión preventiva oficiosa a la tentativa de feminicidio.

La iniciativa Zaldívar se aprecia muy redonda, si me permiten la expresión, pues de entrada propone que en todo el país exista la misma definición del crimen y, en consecuencia, sea tratado de igual manera. Este es el primer paso para que la agresión a una mujer tenga la misma gravedad en Chiapas que en Nuevo León. La vida de una mujer debe valer e importar lo mismo en todo el territorio nacional…

Así pues, la propuesta de ley indica que se debe considerar como feminicidio si en el asesinato se encuentra uno -aunque sea solo uno- de los siguientes supuestos: que ocurra dentro de una relación familiar o sentimental, que existan antecedentes de acoso o de cualquier tipo violencia, si la víctima es menor de edad y que haya signos de violencia sexual, entre otros. Resulta relevante que el homicida no pueda alegar atenuantes como cuestiones de honor o preceptos religiosos, como tampoco “usos y costumbres”.

El espacio no me da para entrar en más detalle, pero quiero resaltar cómo esta propuesta cierra la pinza: incluye sanciones para los funcionarios cuya conducta sea negligente, u omisa en el tratamiento de los casos.

No es la primera vez que el ministro Zaldívar muestra preocupación por los temas de género. En el mes de mayo visitó penales femeniles y la SCJN produjo la serie documental “Caníbal, indignación total”, como una forma de sensibilizar a la sociedad.

“Es necesario tomar acciones (para) cortar de tajo el fenómeno del feminicidio,” indica la propuesta, “rompiendo la cadena de impunidad y que las familias no tengan que lamentar otra víctima más. Es indispensable que la acción legislativa sea la base de una acción estatal que impida que la cifra de las mujeres víctimas de este flagelo siga creciendo. Ni una menos, ni una más.”

Es de esperar que el Congreso de la Unión, sin regateos, siga adelante con esta iniciativa en beneficio de millones de mujeres de todas las edades.

Protesta feminista

Protesta feminista

Cuartoscuro

Enhorabuena.

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