Opinión

¿Pro Bowl?, mejor hablemos de los nuevos coaches

Fue semana del Pro Bowl, y aunque desde hace años es un evento que cada vez despierta menos interés, considero obligado dar un punto de vista sobre el nuevo formato que instituyó la NFL a partir de este año al suplir el tradicional juego en que era notoria la apatía de los jugadores que evitaban el contacto, por el llamado “tochito bandera” o pomposamente llamado Flag Football, que al caso es lo mismo.

Para quienes lo vieron, quizá estén o no de acuerdo conmigo que resulta más entretenido un tochito callejero que lo que presenciamos ayer con estrellas que, al igual como lo hacían en el Pro Bowl tradicional, pareciera que sólo salieron a cumplir con su presencia.

"Resulta más entretenido un tochito callejero que lo que presenciamos ayer en el ProBowl"

Especial

Porque debo admitirlo, esperaba con curiosidad y cierta emoción el ver a jugadores que son sumamente veloces y elusivos en un juego sin contacto en donde se lucieran con sus movimientos en enfrentamientos entre ofensivos y defensivos al más puro estilo tochero o callejero, como se le quiera llamar, pero lo que vimos fue unos atletas que simplemente cumplieron con el compromiso y ya.

Quizá lo rescatable sean las competencias de habilidad y hasta los relevos, en donde se notaba una mejor disposición de los jugadores, por lo que no me extrañaría que en un futuro muy cercano sean dichas competencias las que se queden como evento de Pro Bowl, dejando ya a un lado de una vez por todas el juego.

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Y es que si somos sinceros, los jugadores llegan a febrero quizá hartos de alinearse para jugar equipo contra equipo, y quizá más ahora que se juega un partido más que antes, al ser 17 juegos en 18 semanas, y no 16 en 17 como hasta hace un año.

La NFL es una organización con lideres inteligentes y seguramente se habrán dado cuenta de lo anterior, por lo que pensar que el llamado Flag Football persistirá como el evento estelar del Pro Bowl tal vez sea una gaviota que no hizo verano.

El carrusel de los coaches

VOLVIÓ DEL RETIRO. Pasando a temas de verdad interesantes, sin duda destacan los movimientos y contrataciones de coaches ante la gran cantidad de vacantes para el 2023. Y tal vez el movimiento más importante sea el regreso de Sean Payton a dirigir un equipo. Retirado de los Santos de Nueva Orleans hace un año, Payton era quizá el entrenador más codiciado del mercado una vez que decidiera regresar.

Ahora los Broncos de Denver pueden presumir que se llevaron la joya más deseada. Payton es de sobra una de las mentes ofensivas más brillantes de la NFL, y aunado al quarterback Russell Wilson, pueden esperarse cosas destacadas de ambos. No en vano, el mismo coach señaló que ansía comenzar a trabajar con Wilson, sin duda alguna la razón más poderosa para aceptar regresar a dirigir.

UNA BRILLANTE ELECCIÓN. Otro movimiento que llamó la atención fue la contratación de Frank Reich, ex coach de Indianápolis, por parte de las Panteras de Carolina. Reich es uno de los mejores entrenadores jóvenes que desafortunadamente tuvo una mala parte final con los Potros debido a la falta de un quarterback de calidad. Cuando contó con el retirado Andrew Luck y el veterano Philip Rivers, Reich montó ofensivas competitivas, sin embargo en los últimos dos años con un cartucho muy quemado como Carson Wentz y un veterano ya muy gastado como Matt Ryan, terminó por minar el trabajo de Reich en Indianápolis.

Ahora en Carolina, tal y como lo señaló en su presentación, la prioridad es dar estabilidad a la posición de quarterback, y dados los nombres que ya se manejan en el mercado como Derek Carr, Jimmy Garroppolo o hasta Aaron Rodgers, uno de ellos bien podría ser la pieza que requiere Reich para levantar a las Panteras.

CUESTIÓN DE VALORES. Finalmente, los Texanos de Houston, uno de los equipos más inestables por su manera de tomar decisiones, firmaron a DeMeco Ryans, ex coordinador defensivo de San Francisco. Ryans fue un linebacker muy exitoso en Houston como jugador, y esa es precisamente la apuesta de la gerencia de los Texanos: llevar a un ex jugador estrella del equipo para que brinde valores a un grupo de jugadores con poca identidad.

Al igual que Reich en Carolina, Ryans deberá comenzar por firmar a un quarterback de calidad para cimentar su proyecto, y aunque es un entrenador de perfil netamente defensivo, mucho de su éxito tendrá que ver con la elección del coordinador que llevará las riendas del ataque, y talentos jóvenes ofensivos hay muchos en la NFL, sólo será cuestión de encontrar el que se ajuste al tipo de ataque que busque Ryans en los Texanos.