Opinión

No señor Presidente…¡No se confunda!

CUARTOSCURO

CUARTOSCURO

unknown

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador cerró el mes pasado con un muy desafortunado discurso que para peor ni venía al caso, abriéndose innecesariamente un frente más de batalla donde por falta de tiempo y recursos no encontrará respuesta al nivel ameritado. Y es que para quienes no estén al tanto, les cuento que durante su acostumbrada “conferencia mañanera”, esta vez desde Campeche, el 29 de octubre dijo –planteándola como situación sine discussione- que una de las “cosas” que sus odiados “neoliberales” habían promovido en el mundo para saquear a sus anchas y distraer de los problemas reales, había sido la creación e impulso de “nuevos” derechos, entre ellos… ¡hágaseme el canijo favor!... el ecologismo y, ¡cataplúm!, LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES, ( “a” y no “de”, por favor), metiéndose con ello en terreno pantanoso puesto que si alguna actividad ha contribuido de forma totalmente desintere$ada al bienestar ge-ne-ral de la Nación (verían si no cuando dejáramos de actuar durante un solo mes) quitándole o como menos restándole grandes problemas sanitarios, éticos y morales a los gobiernos de toda índole, ha sido históricamente el orgánico Sector Protector conformado mayoritariamente por personas que agremiadas o de forma independiente trabajamos arduamente y sin descanso, ni línea, pero especialmente sin fondos económicos y apoyo adecuado (menos internacional), retirando de las calles y ahora hasta de domicilios, criaturas desechas física, mental y emocionalmente y que por lo mismo, pasan a ser consideradas un riesgo para la Salud Pública y/o tomadas como ensayo de laboratorio para escalar hacia una violencia mayor. Aparte, no rescatamos a esos seres para matarlos o botarlos en otro sitio, sino para recuperarlos, rehabilitarlos y buscarles hogar seguro, debiendo cubrir para ello todo un protocolo que nos obliga a sacar recursos de las piedras, así que, le pido con todo respeto al Presidente que no se confunda. Que recuerde que personalmente me reconoció este rudo trabajo cuando andaba de candidato a la Jefatura de Gobierno en CDMX, mostrándome incluso interés y hasta empatía hacia la prevención del maltrato y abandono particularmente de los perros, tema que le era harto demandado en toda la capital, especialmente en las Unidades Habitacionales. Por ello, en cuanto asumió ordenó a su entonces Secretaria de Salud, Asa Cristina Laurell, recibirme no sólo para hablar de los programas de esterilización, vacunación y desparasitación de los animales de compañía, sino para que me abriera de capa los archivos de la materia dado a que habían “desaparecido” varios de los 25 consultorios móviles para el propósito. Pero también está que durante su última campaña por la Presidencia de la República, vía la coalición Juntos haremos historia, el primero de mayo del 2018 AMLO estampó su firma en una carta-compromiso ¡por los “Derechos de los animales”! ¿Debemos suponer, entonces, que para ese tiempo era “neoliberal”? En fin, en-tien-da-se de una vez por todas que esto de proteger a los animales es una labor movida exclusivamente por la estatura moral que incluye compasión, armonía, respeto y amor por la vida más condición del alma.

Archivo

Especial

Curioso, pero… la cacería de un elefante le costó la Corona a Juan Carlos I de España y, a Lozoya, comer patito Hunan le valió la cárcel. Síganle…