Opinión

Un sistema de justicia para blancos, otro para negros

Era agosto de 2020 y en Kenosha, Wisconsin, había disturbios ocasionados por la muerte con siete tiros de un hombre negro a manos de un policía blanco. Grupos paramilitares derechistas hicieron un llamado a la población civil para que ayudaran a resguardar los comercios. En Antioch, un pueblo del vecino estado de Illinois, Kyle Rittenhouse entonces de 17 años, tomó su rifle, un AR-15, y ni tardo ni perezoso decidió que tenía que ir a poner orden.

Ya en Kenosha dio muerte a dos hombres e hirió a un tercero. El viernes pasado un jurado integrado por 11 blancos y uno solo negro, a pesar de que la población del país es 26.6 por ciento negra, lo declaró inocente. Se le dejó libre de todo cargo porque, dijeron, actuó en defensa propia. Tanto el asesino como los asesinados eran blancos. Hasta ahí no se puede hablar de racismo.

El problema de la raza empieza con el tratamiento que las autoridades le dieron al joven matón. Minutos antes de que diera muerte a dos manifestantes, en un video se ve a la policía dándole amigablemente una botella de agua a Rittenhouse a pesar de que portaba una arma sin tener la edad para llevarla. Tras disparar se fue a su casa, donde su mamá lo persuadió de entregarse a la justicia la mañana siguiente. Cuando lo hizo, los detectives interrumpieron el interrogatorio porque no estaban seguros de que el adolescente entendiera cuáles eran sus derechos.

Un joven negro o hispano en las mismas circunstancias casi seguro no hubiera corrido con la misma suerte. No importa qué digan las leyes, en la práctica y la vida diaria, los afroamericanos no tienen los mismos derechos que sus compatriotas blancos. Un negro de la misma edad que Rittenhouse jamás hubiera podido ir a una manifestación con un rifle colgado en la espalada. De haberlo hecho de ninguna manera podría pasar enfrente de la policía. Tampoco hubiera podido decidir cuándo entregarse o no a la justicia.

Para los afroamericanos, el resultado del juicio a Rittenhouse, para quien los derechistas amantes de las armas reunieron dos millones de dólares para su defensa, fue la confirmación de que aquí hay dos sistemas de justicia: uno para blancos, otros para negros y minorías.

Existe la idea de que los negros son más temidos y esto se manifiesta en el sistema criminal, donde los hombres negros, aún sin estar armados, resultan muertos por la policía tres veces más que los blancos. Igual, los jueces dictan sentencias de cárcel tres veces más largas a los negros que a los blancos por el mismo delito.

Jacob Blake, el negro cuya muerte ocasionó las protestas que llevaron a Rittenhouse a Kenosha, fue baleado porque el policía le vio un cuchillo y temió por su vida. El asesino cara de bebé, a pesar de su máquina exterminadora, no fue visto como amenaza porque es blanco.

Kyle Rittenhouse, durante el juicio en su contra por asesinar a dos personas a tiros en una protesta en Kenosha, Wisconsin, en agosto de 2020.

Kyle Rittenhouse, durante el juicio en su contra por asesinar a dos personas a tiros en una protesta en Kenosha, Wisconsin, en agosto de 2020.

Sean Krajacic / The Journal Times / Pool