
¿Me pregunto, se acabaron las eras de las dinastías? Parece ser que sí. Y aunque quizá se deba al sistema imperante actualmente de agencia libre y negociaciones que permiten cambios de jugadores aun a media temporada, parece ser que estamos en una tendencia o moda de las famosas ventanas de oportunidad para llegar al Super Bowl.
Antes, con las dinastías, uno podía pensar en la hegemonía de un equipo por años, pero de un tiempo a esta parte se habla mucho de las ventanas, es decir, de esos equipos que viven un momento de inercia ganadora o que por caprichos del destino y buenas decisiones de entrenadores y gerentes generales deben aprovechar una gran camada de jugadores que se unieron en cierto momento al escuadrón.
Ejemplos sobran y quizá los más representativos sean esos Halcones Marinos de Seattle que disputaron dos Super Bowl de manera consecutiva, llevándose sólo la edición 48 o aquellos Broncos de Denver que ganaron el Super Bowl 50.
Pero ¿qué sucedió después, porque ambos no han vuelto a ese plano protagónico? La respuesta es sencilla, los astros se alinearon en cierto momento. Con Seattle sin duda la unidad defensiva de elite que tuvieron y principalmente el núcleo de su defensiva profunda, esa llamada la “Legión del Boom”, y en Denver lo que es más extraordinario aún: por un jugador, en este caso el efecto Peyton Manning, que le dio a los Broncos por lo menos tres años de grandes satisfacciones y dos apariciones en el Super Domingo (ediciones 48 y 50).
Sin embargo, ¿qué pasó con esos equipos y algunos otros que de una u otra manera se mantiene bajo el efecto de uno varios jugadores como Tampa Bay con Tom Brady, Pittsburgh con Ben Roethlisber que a pesar de lo golpeado que está los mantiene de un hilo siempre en la pelea o Green Bay y el efectivo y hasta milagroso Aaron Rodegers.
INCOGNITAS
No obstante, diríamos que actualmente esas ventanas de oportunidad han pasado a ser simples y pequeñas escotillas, tan pequeñas que apenas y muestran una luz de esperanza para tener la posibilidad de luchar por un título.
Hoy día, esas ventanitas apenas y duran uno o dos años, y después adiós, a esperar no se sabe cuánto.
El caso lo tenemos con Filadelfia. Ganó el Super Bowl 52 ¿y después? Nada. Fue una escotilla que se abrió apenas para que pasará una sola versión de un equipo que, de acuerdo con la lógica, prometía algunas campañas más de protagonismo y ya ven, hasta el coach Doug Pederson salió por la puerta trasera.
Asimismo, qué agregar al caso de San Francisco, que después de perder la edición 54 y estar entre la lista de contendientes en los años subsecuentes no puede encontrar el ritmo que lo llevó al estrellato en 2019.
Ahora lo vemos más claramente con Kansas City, que parece fuera de momento para volver a ser el conjunto con la mejor ofensiva. ¿Acaso se acabó la magia del coach Andy Reid y el mariscal Patrick Mahomes?
No lo creemos, simplemente no han podido consolidar una línea ofensiva tan sólida como hace un par de años.
Quizá sea eso, o la falta de algunos elementos que fueron clave en su éxito pero que no son tan visibles a simple vista como la línea ofensiva en Kansas City.
CARAS NUEVAS
Lo cierto es que pareciera que ahora aquellos que agarran impulso desde el inicio de la temporada son los que mantendrán esa hegemonía por lo menos durante la temporada, así que nada debe extrañar caras tan nuevas en los playoffs como Arizona, LA Cargadores o Cleveland, después de todo, se ven encarrerados.
De los demás equipos, ni que dudar que los Bucaneros de Brady, los Empacadores de Rodgers, los Bills de Josh Allen o hasta los Carneros de Mathew Stafford estarán en la pelea y las discusiones de enero, no obstante no hay que perder de vista que como estos recién enlistados podrían engrosar esa camada de equipos que ya no tienen ventanas por delante, sino apenas pequeñas escotillas, donde si no cruzan hacia la luz en este momento quizá mañana sea demasiado tarde.
JON GRUDEN FUERA DE LOS RAIDERS
Como ya se habrán enterado los seguidores de los Raiders y de la misma NFL, ayer por la noche se dio a conocer el cese de Jon Gruden como coach del equipo de Las Vegas. Lo increíble que no no se debió a la caída que ha tenido el cuadro en las últimas semanas, sino a la investigación de correos escritos por el mismo Gruden donde se presume actitudes racistas. El tema, tan delicado y complejo, deja fuera a un símbolo de la actual NFL.
Las conclusiones, que cada lector saque las propias, pues el asunto es delicado y en temas de esta índole lo mejor es que cada quien emita su juicio.
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